JUSTICIA
A la cárcel hombre que habría participado en crimen de dos indígenas kankuamos
El doble crimen tuvo lugar en julio de 2002 en Sabana Crespo, en Valledupar (Cesar). Los testimonios de varios exintegrantes de las extintas autodefensas fueron claves para dar con el responsable.
El 27 de julio de 2002, el crimen de dos indígenas kankuamos conmocionó al país, el hecho ocurrió en Sabana Crespo, en Valledupar (Cesar). Su muerte se sumó a la serie de asesinatos y violaciones de las que fue víctima esta etnia entre los años 1999 y 2005.
Ahora, 18 años después, y luego de valorar el material probatorio y los testimonio recibidos de varios exintegrantes de las extintas autodefensas, un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos envió a la cárcel a Jesús Enrique Torres, alias Chucho, por su presunta participación en el crimen de los dos indígenas kankuamos.
Torres fue vinculado como presunto coautor de homicidio en persona protegida, en concurso heterogéneo con concierto para delinquir agravado. La investigación permitió conocer que un grupo de autodefensas que delinquió en la Costa Atlántica interceptó a las dos víctimas, identificadas como Adinael Arias Pacheco y Rolando Rafael Arias Arias, las amarró y les disparó con fusiles.
Leonardo Enrique Sánchez Barbosa, alias Paisa, cabecilla de la estructura que ejecutó el crimen, y otras personas que confesaron su responsabilidad en el mismo, revelaron que asesinaron a los dos indígenas kankuamoa porque Jesús Enrique Torres los culpó de ser supuestos colaboradores del ELN. Adicionalmente, se estableció que alias Chucho, vestido de camuflado y con un pasamontaña, habría acompañado a los homicidas hasta el lugar del ilícito.
Por estos hechos, pesaba una orden de captura contra Torres, la cual se hizo efectiva el pasado 25 de mayo, en Valledupar (Cesar), durante un procedimiento de registro de antecedentes judiciales que realizaba la Policía Nacional.
Desde finales de los noventa y principios de dos mil, cientos de Kankuamos fueron víctimas de los paramilitares que con listas en mano les hacían cacerías y eran asesinados por supuestamente ser auxiliadores de la guerrilla.
De acuerdo con cifras presentadas por los indígenas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre el 2001 y julio de 2004, fueron asesinados 102 kankuamos. Cientos de indígenas siguen esperando la reparacion del Estado colombiano.