“A las mujeres les arrancan las uñas”: investigación deja al descubierto cómo el ELN tortura y es amo y señor en varios municipios de Venezuela

El ELN ha venido adelantando un proceso de paz con el Gobierno del presidente Gustavo Petro en medio de diferentes tensiones que se han dado por sus posturas frente al secuestro, la forma como se financia esa organización criminal y las acciones terroristas en diferentes zonas del país que dejan mucho que pensar sobre su real voluntad de encontrar una salida negociada al conflicto.

Mientras en la mesa las delegaciones del Gobierno y de ese grupo terrorista siguen tratando de encontrar una salida a la guerra, se siguen conociendo detalles de cómo opera, del otro lado de la frontera, es decir, en Venezuela, este grupo, el cual pareciera contar con el beneplácito del régimen de Nicolás Maduro, pues operan desde allí y cada vez que cometen un secuestro o una acción ilegal en Colombia buscan refugio en territorio del vecino país.

Al respecto, la plataforma venezolana de periodismo independiente Armando.info, reveló una investigación que deja al descubierto el accionar del ELN en territorio venezolano, más específicamente en los estados de Táchira y Apure, con los cuales limita el oriente colombiano.

El título del trabajo periodístico es “Hasta los curas dicen ‘amén’ a los mandamientos del ELN en Táchira y Apure” y relata cómo ese grupo guerrillero se ha encargado de intimidar a miembros de la iglesia y otras autoridades en poblaciones cercanas a Colombia promovieron sus “mandamientos” y asegurando que quien los desconozca y “peque” podría desaparecer.

“Las reporteras de Armando.info verificaron que se trata de zonas gobernadas en la práctica por el ELN, que se ha instalado allí desde hace más de una década y que, a partir del control que ejerce, psicológico y físico, mantiene un régimen estricto sobre las comunidades, a las que dice preservar “en orden y protegidas”. Esto ocurre en un contexto de ausencia parcial del Estado y, en algunos casos, hasta con la complicidad de las autoridades oficiales sobre el terreno.

De hecho, una de sus principales fuentes es un sacerdote al que, por motivos de seguridad, decidieron protegerle su identidad. En su testimonio, indicó que el grupo guerrillero le entregó la “cartilla de Dios”, como el mismo la bautizó, y asegura que en ella están las pautas que deben seguir los habitantes de esa zona para evitar problemas con los guerrilleros.

Deben pedir permiso para transitar por las trochas, están obligados a pagar peajes para el movimiento de mercancías por esos caminos, lo cual es una de sus principales formas de financiación; además, el párroco debe avisar cuando va a realizar alguna campaña casa a casa, o cuando se va a entrevistar con agencias internacionales.

Según el relato del religioso a la mencionada agencia, desde que llegó a esa región de Venezuela tuvo inconvenientes con la guerrilla y tras 9 años de discusiones, el grupo armado le permitió a los pobladores tener una falsa calma a cambio de que cumplieran los ‘mandamientos’ ordenados por ese grupo criminal.

Dentro de las órdenes impartidas a los habitantes de los municipios de Delicias, Junín, Las Mesas, Seboruco, Ureña y San Antonio del estado Táchira, como los de Páez en Apure, está la prohibición a la hora de hablar del secuestro y la extorsión, temas cancelados para los propios sacerdotes durante sus celebraciones religiosas. Tampoco pueden hablar de rifas o colectas para trabajos comunitarios.

Es tal la presión del ELN sobre los pobladores de estas zonas, que a los religiosos les prohibieron tener redes sociales, dar entrevistas, compartir fotos que muestren la realidad de la región y hasta la utilización de drones.

De igual forma, con el fin de garantizar el orden en las zonas que dominan, utilizan la tortura como método para inspirar terror y controlar a quienes causan daño o infringen alguna de sus normas.

Varios de los testimonios levantados por Armando.info indican que los jóvenes son rapados, amarrados a caballos, a los postes de luz o a árboles con hormigas bajo el rayo inclemente del sol. Así mismo, las mujeres que incumples las normas impuestas por esa guerrilla también sufren la violencia de sus actos y les arrancan las uñas.

La investigación deja ver el extremo control que tienen sobre toda la zona y sus habitantes; están en las escuelas, donde vigilan de qué se habla y qué se dice, ofrecen sueldos a docentes y realizan reparaciones a la planta física, lo que después se traduce en argumentos de los delincuentes para presionar a los miembros de la comunidad.

Los bares y los lugares de esparcimiento también está bajo sus órdenes y deben cerrar a las 9 de la noche sin importar el día o las festividades, de lo contrario correrán con a suerte de ser castigados con violencia por parte de esa guerrilla.

En fin, el ELN es amo y señor en estos estados de Venezuela, donde ni siquiera al Guardia Nacional es capaz de prestar vigilancia y control, pues no garantizan la seguridad de quienes transiten por estos territorios sin la autorización de la guerrilla.

Al respecto, el excandidato presidencial en Colombia Enrique Gómez llamó la atención sobre esta investigación y dejó sobre la mesa la incógnita sobre qué es lo que busca ese grupo guerrillero en el país, luego de conocerse la forma como torturan y mantienen controlados a los habitantes de varios municipios en el vecino país.