Nación
“A mi hijo me lo acribillaron miembros del Ejército”, en Norte de Santander, el Estado pidió perdón por los falsos positivos
Varias familias de jóvenes asesinados por el Ejército en lo que se conoce como ejecuciones extrajudiciales entregaron sus conmovedores testimonios.
“Qué va pasar con las personas que asesinaron a mi esposo que aún siguen en el Ejército”, esta fue una de las duras preguntas que le hizo Blanca Angarita al ministro de la Defensa, Iván Velásquez, en el acto en el que el Estado pidió perdón por casos de falsos positivos cometidos entre el 2002 y 2008.
Desde Ocaña, Norte de Santander, con la presencia del ministro de Defensa @Ivan_Velasquez_ y @COMANDANTE_EJC, inicia el Acto Público de reconocimiento de responsabilidad y solicitud de perdón por los casos de ejecuciones extrajudiciales sucedidos en el Catatumbo.
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El esposo de Blanca, Haler Miranda, fue asesinado cuando tenía 26 años, dejándola con un bebé de dos años al que ha tenido que sacar sola.
#Nación | Ramón Chogo, papá de Álvaro Chogó, asesinado por el Ejército en un caso de falso positivo, le hizo un duro reclamo al Estado colombiano por las muertes extrajudiciales. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/lEWZERmPr0
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“A mi hijo me lo acribillaron miembros del Ejército hace 17 años”, relató Ramón Chogo, padre de Álvaro Chogo. “Así no se consigue la paz (...); me perdonan la mala palabra, que esto no se vuelva a repetir, hablando de paz y hablamos de paz, no, así no se consigue la paz, derramando sangre, matando gente, no, así no, la paz llega por unidad, por cada uno de nosotros, el que perdona es Jesucristo, Dios es el que perdona, nosotros somos seres humanos de carne y hueso, no podemos perdonar, quién soy yo para perdonar”, expresó Chogo.
“La verdad no he podido superar, ha sido algo muy difícil para mí, no sé por qué, pero no he podido superar la muerte de mi hermano, una persona que la mataron tan inocente porque estaba en un velorio, y por eso yo creo que es el dolor más grande que tengo. Señor ministro, señor comandante del Ejército, así como yo hay muchas personas que no son capaces de salir de aquí porque nos duele, una víctima tan inocente como fueron nuestros familiares, y por eso quiero pedirles en nombre de mi familia, no más falsos positivos, no más a la guerra, queremos la paz, gracias”, manifestó Mari Quintero, hermana de Gerardo Quintero, asesinado en 2017.
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#Nación | Estremecedores testimonios de familiares de falsos positivos en Norte de Santander. El Estado pide perdón por los crímenes cometidos por el Ejército en Ocaña y zonas aledañas. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/Og4pDlwfRy
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La temida Brigada 15
“La historia de Colombia ha sido manchada por falsos positivos, desplazados y asesinados, debemos hacer memoria para sanar”, fue el otro mensaje que lanzaron grupos teatrales que participaron del conmovedor evento.
Por su parte, Liz Carolain, hermana de un joven con discapacidad que fue asesinado por el Ejército, dijo que no perdonan y que por el contrario a las víctimas de falsos positivos las están utilizando.
“Hoy aquí vengo en representación de toda mi familia para decirle que nosotros lamentablemente no perdonamos. Desde que asesinaron a mi hermano, hemos venido sufriendo persecución, amenazas y ruptura familiar. Aquí vinimos hace 15 años para poder exhumar el cuerpo de mi hermano, una exhumación a la que llegaron 24 militares de alto rango, enviados por el expresidente Álvaro Uribe”, dijo.
Agregó: “Del mismo modo que nos quieren imponer que perdonemos, nos imponen la Jurisdicción Especial para la Paz, la justicia que está borrando las escasas victorias judiciales que logramos nosotros los familiares. En el caso de mi hermano, fueron cinco años de proceso para que reconocieran que se trataba de un crimen de lesa humanidad, y para conseguir una condena de 53 a 54 años para el mayor Marco Wilson Quijano, el teniente Diego Aldair Vargas, el cabo segundo Carlos Manuel González y los tres soldados Richard Contreras, Carlos Zapata y Ricardo García, los mismos que dilataron los procesos, que humillaron e intimidaron a nuestra familia. Los mismos que solo contribuyen cuando tienen beneficios, ahora están libres, gracias a la JEP”.
“Nos dicen que las víctimas somos el centro de la jurisdicción, pero las peticiones y exigencias que hemos venido haciendo por parte de nuestra familia, no han sido tenido en cuenta aun cuando radicamos documentos que nunca han sido contestados. ¿Acaso todo esto se puede perdonar? Aun así, ¿a quién tenemos que perdonar? Al señor Álvaro Uribe Vélez, al señor Juan Manuel Santos, al señor Mario Montoya, a los militares que le dispararon a mi hermano, a las instituciones que no nos quisieron atender, a los forenses, a la Fiscalía..., en este momento no sabemos a quién tenemos que perdonar”, relató.
#Nación | Liz Carolain, hermana de un joven discapacitado asesinado por el Ejército en un caso de falso positivo, dijo que no perdona al Ejército y le hizo un duro reclamo a la justicia y al Estado: “Nos están utilizando a nosotras las víctimas”. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/VBN8WinRnc
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Así mismo, le hizo una dura pregunta al ministro de Defensa, Iván Velásquez, “hoy le ha tocado a usted, señor ministro, asumir este acto, como así viene haciendo por otros departamentos. Y es que lamentablemente estos actos que llaman ahora excusas públicas, y que son obligatorio cumplimiento por sentencia judicial, se están convirtiendo en una rutina burocrática en nuestro país. La institución que representa se ha caracterizado por el asesinato sistemático de civiles, como así se ha demostrado. Nadie pone en duda que el Ejército colombiano ha violado los derechos humanos, asesinado y torturado a miles de personas inocentes (...). Señor ministro, ¿de verdad usted cree que estos hechos tan aberrantes se pueden perdonar? ¿Cree usted que si hubiese sido un hijo suyo usted perdonaría? Esta pedida de perdón no cierra nuestra herida ni responde a nuestras exigencias. La criminalidad estatal continúa y nosotros seguiremos luchando y reclamando por no perdón ni por olvido”.
Tras los fuertes reclamos de Liz Carolain, el ministro de Defensa reaccionó y dijo: “Vengo no porque una sentencia me obligue, vengo por mi convicción, y no es un acto rutinario y no se va a convertir por lo menos en mi participación en un acto rutinario y en cada evento escucho los hechos, escucho el dolor que ustedes expresan, digo también que ese dolor de ustedes tiene que ser un dolor de la patria y es particularmente un dolor mío”.
“Los mataron para presentar resultados”; el ministro de Defensa Iván Velásquez pidió perdón por casos de falsos positivos en en Ocaña Norte de Santander. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/9wFojegSKJ
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Así mismo, el ministro pidió perdón por los crímenes cometidos por integrantes del Ejército. “Pido perdón. Son hechos que nos avergüenzan, esperamos en ese proceso de construcción para que efectivamente hechos como estos no se vuelvan a repetir (...); son hechos muy graves, de esos que aparecen como increíbles en la vida, de esos que uno no encuentra en la historia una situación similar, que se maten personas solo por el hecho de estar vivas, porque no había ninguna razón; los mataron porque tenían que mostrar un resultado”, dijo el ministro.
En el mismo acto, el comandante del Ejército, el general Luis Ospina, también pidió perdón por estos casos de falsos positivos. “Hoy nos convoca un acto sobre unos hechos ocurridos en Norte de Santander, perpetrados por hombres que alejaron su actuar de los principios y valores propios de la familia y la sociedad causando un sufrimiento irreparable en ustedes; por esta razón, con humildad les manifiesto un saludo de condolencias por estos acontecimientos tan dolorosos, a todos los destinatarios de estas sinceras disculpas quiero en nombre del Ejército Nacional pedirles perdón, no solo por el error de nuestros hombres, sino principalmente por las muertes prematuras causadas a sus familiares, que es una pérdida insuperable y se convirtió en una tragedia que marcó sus vidas”.
Varias de las familias víctimas de los falsos positivos acusaron directamente a la Brigada 15 del Ejército de haber cometido los crímenes de falsos positivos, en donde se incluyeron jóvenes discapacitados a quienes el Ejército los hizo pasar como guerrilleros.