Home

Nación

Artículo

Vanessa Mendoza es la primera y única reina negra que ha tenido Colombia. | Foto: Archivo Semana

ENTREVISTA

“A nuestra tierra todo llega tarde”: Vanessa Mendoza

La exreina nacional de la belleza, oriunda del Chocó, clama ayuda para su pueblo que arde en llamas desde hace 12 días.

Cristina Castro, periodista de SEMANA
22 de marzo de 2014

Si hay una mujer que sea un orgullo de su tierra es Vanessa Mendoza. Su belleza conquistó la corona en 2001 y con esta el cariño y la admiración de los colombianos. No solo fue la primera y única reina de raza negra de Colombia sino que tuvo el gran mérito de haber puesto en el mapa a Unguía, un municipio en la profundidad del Chocó que la vio nacer y crecer. Ahora que su pueblo enfrenta el peor incendio forestal que se ha registrado en las últimas décadas, la ex reina habla con Semana.com sobre la gravedad de lo que está ocurriendo y pide al país que no los dejen solos.


SEMANA: ¿Qué está pasando en Unguía?

VANESSA MENDOZA:
Desde hace 12 días comenzó un fatal incendio en Unguia, mi pueblo. Las llamas han arrasado más de 3.500 hectáreas de bosques vírgenes. Se han muerto miles de seres vivos y especies únicas de la zona.

SEMANA: ¿Tiene alguna idea de qué pudo ocasionar este incendio?

V.M:
Se cree que fueron manos criminales quienes lo ocasionaron. El Chocó es una región extraordinaria que guarda todo tipo de tesoros. Y como dije hace un momento las especies que lo habitan son únicas. Lo que se dice en la región es que un grupo de cazadores iniciaron unas quemas para sacar a las tortugas icoteas de sus refugios para luego atraparlas y poder venderlas. Quizás esas llamas se salieron de control.

SEMANA: ¿Usted tiene contacto con la gente de Unguía? ¿Qué le han dicho?

V.M:
Claro que tengo contacto. Todo el tiempo he tenido comunicación con mi gente y están muy preocupados porque nunca había pasado algo igual. Siempre hemos cuidado de la naturaleza, hemos protegido nuestros bosques, nuestro terruño. Nos da mucho miedo que este incendio se repita.

SEMANA: ¿Quién la alertó del incendio?

V.M:
Mi familia vive en el pueblo. Cuando comenzó el incendio mi hermana me llamó. Fue tan grave lo que me contó que inmediatamente me comuniqué con Codechoco, que es la car del departamento, y con otras autoridades. Yo estuve en Unguía hace unas semanas. Tengo varios proyectos con mi fundación, incluso en temas medioambientales. Tenemos programas con los jóvenes sobre conservación y cuidado de los recursos naturales. Yo estoy convencida de que los chocoanos no podemos perder esa riqueza que tenemos.

S. ¿Y por qué cree que a pesar de que muchos chocoanos como usted alertaron sobre el incendio la ayuda se ha demorado tanto en llegar?

V.M:
Siempre habrá excusas para que la ayuda no llegue. Las autoridades dicen que la zona es de difícil acceso. Hubo muchos retrasos mientras se conseguían los helicópteros para sobrevolarla. Nosotros no tenemos maquinaria propia, entonces todo hubo que llevarlo por aire.

SEMANA: ¿Es decir que usted cree que faltó un poco de compromiso?

V.M:
Todo han sido demoras: en avisar, en controlar y mientras tanto el fuego consumió todos los bosques que teníamos. Es que el fuego no le da espera a nadie. A nuestra tierra todo llega tarde. Si cuando el Chocó ha sufridos tragedias que involucran la vida de niños y jóvenes se han demorado en llegar, imagínese en este caso. Estamos a punto de perder un lugar increíble.

SEMANA: ¿Qué es lo que se podría perder?

V.M:
Unguia es un municipio maravilloso. Tiene un clima húmedo tropical propio de la zona selvática pues está ubicado en todo el tapón del Darién, en el golfo de Urabá. Nos baña el océano Atlántico. Limitamos con Panamá. Tenemos un ecosistema amplio con aves, ranas y muchos otros animales y especies que sólo se encuentran en ese lugar. Nuestros manglares y ciénagas albergan muchas especies. Esos manglares son los que hoy el fuego está consumiendo. Me duele mucho lo que está pasando.

SEMANA: ¿Qué recuerdos tiene de Unguía?

V.M:
Pues tengo los mejores recuerdos. Viví allí hasta los 16 años. Estudié en el colegio del pueblo mi primaria y mi bachillerato. Tengo muchos gratos recuerdos de mi infancia, que fue rodeada de la más vasta naturaleza que alguien se pueda imaginar con miles de animales y plantas exóticas. Crecí en una numerosa y amorosa familia. Aunque teníamos limitados recursos económicos (mi padre era agricultor y comerciante) nunca nos faltó comida porque la tierra nos lo daba todo.

SEMANA: ¿Qué mensaje le gustaría mandarle al gobierno en este momento?

V.M:
Mi mensaje no puede ser otro que el de pedir más ayuda. Yo les pido de corazón que no dejen de ir Unguía, ni siquiera cuando logren apaciguar totalmente el fuego. Porque eso ahora es lo más urgente, pero el trabajo que viene es enorme. Tenemos que recuperar lo que el fuego destruyó. Recuperar lo que hemos perdido parece hoy prácticamente imposible. Tendrán que pasar seguro miles de años. Esto nos debería ayudar a crear consciencia de que nuestros bosques así como son el pulmón del mundo, son el pulmón de nosotros. Si los destruimos, la vida de los seres humanos también se acabará.