A prisión presunto integrante de ‘primera línea’ que habría retenido a tres agentes de la Dijín

Un juez de control de garantías envió a prisión a Jonathan Andrés Ramírez Serna por presuntamente haber participado en los hechos ocurridos el 26 de mayo pasado, en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca), durante los bloqueos en el sector de La Y del municipio en mención.

Según la Fiscalía, ese 26 de mayo del presente año, un grupo de personas que harían parte de la autodenominada “primera línea”, entre ellos Ramírez Serna, retuvieron ilegalmente a tres integrantes de la Dijín de la Policía Nacional.

“En el marco de las indagaciones se logró determinar que los policías fueron objeto de tortura, múltiples lesiones con elementos contundentes y cortopunzantes; les habrían hurtado sus celulares, computadores, armas de dotación y documentos, además les arrojaron gasolina e incendiaron el vehículo en el que se transportaban”, señaló la Fiscalía.

El hombre fue capturado por las autoridades en la ciudad de Popayán (Cauca), luego de que fuera emitida una orden judicial en su contra.

En audiencia ante un juez de control de garantías de Bugalagrande (Valle del Cauca), Ramírez Serna fue imputado como presunto responsable de delitos de secuestro simple agravado, tortura agravada, homicidio agravado en grado de tentativa, hurto calificado y daño en bien ajeno agravado.

Por último, la Fiscalía indicó que ninguno de los cargos mencionados anteriormente fueron aceptados por Jonathan Andrés Ramírez Serna.

Más capturas de presuntos integrantes de primera línea

En las últimas horas, 13 presuntos integrantes de ese autodenominado grupo fueron capturados en diferentes partes del país.

Los operativos liderados por la Fiscalía General de la Nación fueron desarrollados en conjunto con la Policía y permitieron la identificación de personas que habrían participado en actos de terrorismo y agresión a funcionarios de la fuerza pública en el marco de las jornadas de protesta en Bogotá y otras ciudades capitales.

Los investigadores que adelantan los procesos penales incluyeron una serie de denuncias de víctimas de la llamada primera línea, las indagaciones empezaron a dar resultados, principalmente con la identificación de las personas que integran esta organización y que participaron en los eventos de violencia en diferentes partes del país.

Habrían incurrido en delitos como actos de terrorismo, lesiones personales, daño en bien ajeno, violencia contra servidor público y hasta secuestro. Los hechos materia de investigación fueron reseñados por los fiscales y serán presentados en audiencias preliminares ante jueces de control de garantías.

Los investigadores confían en demostrar, en la imputación de cargos, la responsabilidad que tendrían los ahora capturados en los hechos denunciados, indagados y reseñados en videos de seguridad, interceptación de comunicaciones y las declaraciones de las propias víctimas: las personas que fueron atacadas y los funcionarios que resultaron heridos en los enfrentamientos.

Hace una semana la Fiscalía también presentó los resultados de una larga investigación que dejó la captura de cinco personas, supuestos integrantes de la primera línea en la localidad de Suba, entre ellos el señalado cabecilla, todos imputados por delitos que incluyeron tortura a varios uniformados de la Policía.

En este caso, la Fiscalía identificó tres escenarios puntuales en los que supuestamente los capturados incurrieron en varios delitos que fueron expuestos en las audiencias preliminares y que finalmente terminaron en una detención domiciliaria para quienes resultaron judicializados.

Principalmente, se explicó el bloqueo a un bus de servicio público, atacado con piedras, luego incinerado por las personas capturadas y presentadas por la Fiscalía en las audiencias preliminares, ante jueces de control de garantías en la ciudad de Bogotá.

“Para detener un vehículo del Sistema Integrado de Transporte –el cual pincharon–, [los imputados] rompieron las mangueras de aire, abordaron al conductor por la ventanilla solicitándole y amenazándole para que abriera las puertas y, al no lograrlo, rompieron las mangueras de aire, logrando abrirlas. Bajaron a los pasajeros y al conductor, rompieron la carrocería con martillos, aún en presencia los pasajeros, entre ellos una niña de seis años que estaba en uniforme del colegio”, dijo en su momento fiscal de ese caso.