NACIÓN
A prisión siete presuntos integrantes de la primera línea que habrían secuestrado a policías en Valle del Cauca
Los siete sujetos también son acusados de haber torturado a los ocho policías en la vía Palmira – Cali el pasado 27 de mayo.
El juez ocho penal municipal con funciones de control de garantías envió a prisión a siete presuntos integrantes de la autodenominada primera línea ‘La Y’ de esa población vallecaucana, luego de que el pasado 27 de mayo presuntamente secuestraran y torturaran a ocho policías en el punto de bloqueo de la vía Palmira – Cali.
De acuerdo con las Fiscalía, los enviados a prisión fueron identificados como: Kevin Giovanny Perea Gil, alias Perea; Víctor Hugo Osorio Fernández, alias Motero; Cristian Mauricio Mallarino Quinchina, alias Mallarino; presunto jefe de la estructura delictiva La Y; Óscar Leandro Romero Camacho, alias Romerito; Yeison Alejandro Lozano Nieto, alias el Zarco; y Valentina Lozada Nieto, alias la Mona. Además, Yanh Carlo Ávila Bernal, alias Yahn, fue asegurado con detención en el lugar de residencia, por decisión del juez.
De acuerdo con la investigación, se presume que retuvieron a 8 miembros de la Policía Nacional, adscritos al Esmad, a los cuales al parecer amarraron, golpearon, torturaron y despojaron de sus pertenencias (documentos de identidad, teléfonos celulares y dinero). pic.twitter.com/SdV87mrJuB
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) July 25, 2021
El ente acusador también informó que un fiscal de la Unidad de Responsabilidad para Adolescentes judicializó a un menor de 17 años, también supuesto integrante de la estructura delictiva, a quien el Juzgado Primero Penal de Infancia y Adolescencia le dictó medida de internamiento preventivo en Centro de Atención Especializado (CAE).
La Fiscalía les imputó cargos a las ocho personas como presuntas coautoras de los delitos de secuestro simple, tortura agravada, y hurto calificado y agravado.
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Según la investigación de la Fiscalía, los hoy judicializados habrían participado en los hechos ocurridos en el mencionado punto de bloqueo, donde se presume que retuvieron a ocho miembros de la Policía Nacional, adscritos al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), a los cuales al parecer amarraron, golpearon, torturaron y despojaron de sus pertenencias (documentos de identidad, teléfonos celulares y dinero).
“También se presume que son los responsables de incendiar el vehículo en el que se movilizaban los policías, vestidos de civil porque estaban en su día de descanso. Horas después, tras una negociación, las víctimas fueron entregadas a una comisión médica y a delegados de organismos de Derechos Humanos, quienes las trasladaron a un centro hospitalario de Palmira, por las heridas que sufrieron”, agregó la Fiscalía.
Los procesados fueron aprehendidos este 23 de julio por unidades del Grupo Gaula, con apoyo de agentes de la Sijín y la Sipol de la Policía Valle, coordinados por un fiscal especializado, durante 7 diligencias de registro y allanamiento en los inmuebles de los asegurados. pic.twitter.com/cVmJ5wMkis
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De acuerdo con la Fiscalía, entre el material probatorio con el que cuentan están videos, entrevistas a testigos y reconocimientos faciales, entre otros, lo que permitió la individualización de los presuntos integrantes de la estructura la primera línea de ‘La Y’.
Así mismo, se indicó que los procesados fueron capturados el pasado viernes 23 de julio por unidades del Grupo Gaula, con apoyo de agentes de la Sijín y la Sipol de la Policía Valle, coordinados por un fiscal especializado, durante siete diligencias de registro y allanamiento en los inmuebles de los asegurados.
En medio de los los operativos, las autoridades incautaron 12 teléfonos celulares y dinero en efectivo. Afirman que algunos de los detenidos registran anotaciones judiciales por los delitos de violencia intrafamiliar, porte ilegal de armas de fuego, hurto calificado, violencia contra servidor público y homicidio agravado.
El pasado 28 de mayo, En Vicky en Semana, el policía José Gustavo Ramos, uno de los uniformados que fueron retenidos por los presuntos integrantes de la primera línea, narró que ya en poder de ellos los apuntaban con armas de fuego, mientras los golpeaban e insultaban, como si “uno no fuera un ser humano”.
“Cuando a mí me tenían en el piso me comenzaban a golpear, a pegar, con las matas de caña, con machetes. Nos empiezan a despojar de nuestros elementos, celulares, carteras, relojes, camisetas, hasta dejar a algunos compañeros en ropa interior y a otros en solo pantalones. La tortura fue sicológica y física”, narró Ramos, quien fue el último del grupo en ser liberado.
Además, el uniformado contó que los sujetos, quienes estaban encapuchados, también lo amenazaban con cortarle los dedos si no decía “cosas que ellos querían que dijera”.
“Específicamente, me decían que me querían matar, que yo no salía de ahí vivo, que no me iban a entregar esa noche, sino al otro día. Que nos iban a soltar por los cañaduzales y nos iban a prender fuego. Que nos iban a tirar al río, pero ya muertos; que en nuestra casa no nos iban a volver a ver por pertenecer a la Policía Nacional”, agregó en ese momento en entrevista con Vicky en SEMANA.
El patrullero Ángel Alberto Gutiérrez, otro de los uniformados que estuvo retenido por los encapuchados, narró que vivió situaciones similares a su compañero Ramos, pero recalcó que a pesar de los duros momentos vividos, eso los hace sentir más fuertes ante situaciones como esas de adversidad.
“Sé que está en juego la vida de nosotros, pero nosotros siempre hemos tenido esa gran virtud de que salimos siempre con un pensamiento positivo, no un pensamiento negativo de hacerles daño a las demás personas. Nunca salgo con el pensamiento de ir a quitarle la vida a un ser humano, siempre salgo con la convicción de servir a las demás personas, así como me lo enseñaron en el hogar”, dijo Gutiérrez en Vicky en Semana.
También dijo que lamentaba que algunas personas arremetan violentamente contra los policías que los cuidan y brindan seguridad.
Continuando con su relato, Ramos manifestó que los mantuvieron durante algunos momentos con los ojos vendados y los obligaban a mirar hacia el piso para no identificar a quienes los tenían retenidos. Afirmó que entre los encapuchados también habían mujeres. “Estaban encapuchados, armados, tenían ramas de fuego, cuchillos, machetes, cizallas, radios de comunicación. Había una fuerte comunicación entre ellos”, agregó.