POLÍTICA
¿A qué juegan realmente los seis precandidatos de la Alianza Verde?
El partido tiene seis aspirantes presidenciales, pero varios de ellos buscarán llegar al Senado o participar en las elecciones regionales del 2023.
La Alianza Verde lanzó al ruedo a seis precandidatos en unos conversatorios que se están desarrollando virtualmente. El objetivo del partido, inicialmente, era que uno de ellos enarbolara la candidatura verde y participara en la consulta de la centroizquierda, en marzo del 2022. Pero internamente no se pusieron de acuerdo y acordaron que todos llegarán a la consulta del próximo año, en la llamada Coalición de la Esperanza.
En la baraja están Antonio Sanguino, Carlos Amaya, Camilo Romero, Iván Marulanda, Sandra Ortiz y Jorge Londoño. Sanguino es un senador que se ha dado a conocer por su fuerte oposición al Gobierno y es uno de los que se ha visto más cercano a la izquierda, a pesar de que trata de distanciarse y dice que el partido ya tomó unas decisiones que son las que acatará.
“Yo soy un defensor de causas políticas y ciudadanas que podría ubicarse en el espectro de la centroizquierda o la izquierda democrática, pero soy un senador y precandidato de la Alianza Verde, quien tomó una decisión que es ayudar a construir la Coalición de la Esperanza y es la decisión que acato y asumo”, dijo Sanguino.
Camilo Romero es uno de los precandidatos de la Alianza Verde más cercanos a Petro. Fue exgobernador de Nariño y la semana pasada lideró una campaña de oposición a la reforma tributaria, acompañado de un huevo inflable.
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Carlos Amaya fue gobernador de Boyacá. Allí se dio a conocer y obtuvo reconocimiento. Es un político joven (36 años) que arrancó siendo líder estudiantil y que siempre ha querido representar a su departamento. Actualmente se encuentra cursando una maestría en Europa, la cual espera finalizar a mitad de año para regresar al país y sumarse en forma a la campaña. Aun así, ya se organiza con su equipo y sostiene reuniones virtuales porque sabe que estos meses serán importantes para ir abonando el terreno en ese propósito.
“Creo que puedo aportar y llegar a la consulta, sin ninguna ambición, porque no digo ‘soy el único que puede salvar a Colombia’, como tal vez lo plantean otros, sino somos todos y vamos a sumar. No tengo plan b, ni plan c, mi plan es aportar en esta Consulta de la Esperanza el 13 de marzo y que los colombianos definan, voy a trabajar para ganar esa consulta”, dice Amaya.
La decisión de esperar a que Amaya finalice sus estudios de maestría en historia económica para que todos se midan por igual en la consulta de marzo causó la molestia de Romero, quien aún cree que fue una decisión que le quitó fuerza a sus aspiraciones y le abonó el terreno a Sergio Fajardo. Previamente se había contemplado la posibilidad de que se hiciera una encuesta interna con la que se definiera el candidato del Verde.
En el caso de los senadores Sandra Ortiz y Jorge Londoño, son varios los que consideran que sus aspiraciones tendrían de fondo una estrategia para lograr un reconocimiento nacional y conseguir otros propósitos. En la colectividad es un hecho, por ejemplo, que Ortiz aspirará a la gobernación de Boyacá, mientras que Londoño podría impulsar su candidatura al Congreso.
Lo mismo pasa con Sanguino y Marulanda, quienes también buscarían llegar al Congreso. Marulanda fue quien propuso la renta básica, bandera que ha utilizado la oposición para pedir ayudas para los menos beneficiados en medio de la crisis de la covid-19.
“En el camino se irán decantando (las candidaturas). Habrá algunos que querrán irse para el Senado o habrá un sistema de selección, eso todo está por verse, no está definido y no veo afanes de definirlo tampoco”, reconoció Marulanda. “Eso no es pecado”, puntualizó sobre la posibilidad de que algunos no lleguen a marzo por alcanzar otros propósitos.
Mauricio Toro, representante por Bogotá, reconoce que efectivamente son muchos candidatos y esto no envía un buen mensaje a su electorado. “A mí me parece un egoísmo completo por parte de algunos de ellos que en beneficio propio de su rentabilidad política estén retrasando y agotando a la coalición, no le veo seriedad a una coalición con 14 precandidatos. Les he solicitado: sincérense”, dice Toro, quien pide que haya un mecanismo para depurar a los candidatos, una idea que comparten otros líderes de la colectividad.
En determinado momento algunos quisieron impulsar otros nombres, como el de Angélica Lozano o Katherine Miranda, quienes han logrado reconocimiento en la opinión pública por sentar posiciones críticas frente a temas sensibles. Sin embargo, ambas descartaron la posibilidad, precisamente alegando una responsabilidad con el partido por diferentes razones, entre esas que les falta más trayectoria.
Por ahora las candidaturas del Verde avanzan, y a pesar de que se iniciaron los conversatorios para dar a conocer sus propuestas, son conscientes de que muy difícilmente todos llegarán a la consulta de marzo, pues varios tienen otros intereses políticos.