Aborto, ¿derecho o delito? Detalles de la discusión que dará la Corte Constitucional en los próximos días

Un reconocido escritor decía que “la intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre”. Y eso parece aplicar a un tema clave: el aborto, que pronto vivirá uno de los pulsos más intensos de los últimos años en la Corte Constitucional. Dos demandas tienen a Colombia en el debate de una posible despenalización del mismo, como ocurrió en Argentina.

Sin embargo, la decisión no está “cantada” y entre los togados hay posiciones divididas. Las cartas están sobre la mesa. Existen antecedentes que evidencian la tendencia de varios magistrados que, aunque predecible, podría cambiar por cuenta del disenso sobre el contenido de las ponencias y el precedente de una decisión en 2006.

Esta vez, la Corte no cuenta con posiciones tan conservadoras como sí las tuvieron en su momento el magistrado Luis Guillermo Guerrero o más aún Carlos Bernal Pulido, que fueron decisivos para examinar con lupa antes de dar un paso hacia una despenalización que sigue siendo una utopía para muchos. Y es que el debate genera pasiones, tanto que en 2020 hubo protestas a la salida del Palacio de Justicia de quienes se denominan “Provida” y de movimientos como Causa Justa. Hoy las banderas de ambos bandos se enfrentan una vez más.

El presidente del alto tribunal, el magistrado Antonio Lizarazo, pronunció por estos días más de tres veces la frase: “Antes de terminar el año tomaremos una decisión sobre el aborto”, dando pistas de la discusión y refiriéndose a dos ponencias clave que definirán el futuro de este tema. Una es del magistrado Alberto Rojas Ríos, que señala que el aborto no puede ser considerado como delito porque sería discriminatorio para la mujer. Y la segunda ponencia, aún en elaboración, en manos del magistrado Lizarazo, va a favor de la despenalización, aunque con algunas diferencias.

De hecho, existe la posibilidad de que, una vez presentada la ponencia, finalmente se le dé prioridad a la que ya fue radicada, la de Rojas Ríos. La tesis de Rojas es buscar la inconstitucionalidad del artículo 122 del Código Penal, que es el que condena a las mujeres que aborten a entre 16 y 54 meses de prisión, pero además, se le da un plazo de dos años al Congreso para que legisle con libertad sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Si el plazo no se cumple, propone la ponencia, el delito desaparecería. Con la ponencia del magistrado Alberto Rojas, es decir, a favor de despenalizar el aborto, estarían tres magistrados: Alejandro Linares, Antonio Lizarazo y José Fernando Reyes.

Es decir, cuatro de los nueve estárían en esa tesis. Un quinto magistrado, Jorge Enrique Ibáñez, consideraría que en este caso la Corte debe acogerse a lo resuelto; sin embargo, no se tiene claro cuál sería su voto. Lo mismo consideraría la magistrada Paola Meneses.

Cuando en el argot judicial se habla de “lo resuelto” se trata de los antecedentes del caso. Por ejemplo, en 2006, la Corte dejó claro que el aborto es legal en tres situaciones: riesgo para la salud física y mental de la madre, cuando existe malformación grave del feto y cuando el embarazo es fruto de una violación. Luego, en 2020, el magistrado Alejandro Linares tuvo en sus manos una ponencia que pedía despenalizar el aborto hasta la semana 16 de gestación. El apoyo fue casi nulo en ese momento.

Solo José Fernando Reyes y Alberto Rojas le dieron respaldo. Los otros siete votaron en contra. Gloria Ortiz, por su parte, estaría a favor esta vez de señalar que el tema ya fue objeto de análisis en la sentencia C355 de 2006, que fue la que abrió la puerta a las causales permitidas, por lo que no habría motivo para pronunciarse de nuevo. La magistrada Cristina Pardo considera que en el tema de aborto existe lo que se conoce como “cosa juzgada”.

Por lo anterior, la decisión “salomónica” podría recaer, en principio, en una mujer, Diana Fajardo, quien fue la ponente de la eutanasia. Su voto es incierto. Podría apoyar la ponencia de Rojas o unirse a la tesis de la cosa juzgada, con lo que la votación quedaría 5-4, una mayoría para lograr una decisión definitiva. Ahora la pregunta no se ciñe a si el aborto es derecho o delito, sino a si será legal o ilegal. La última palabra saldrá del Palacio de Justicia.