CONTRATACIÓN
Así inauguraron en Buenaventura un 'elefante blanco' en ruinas que costó 3.600 millones
Aunque de las arcas del municipio ya salieron millonarios recursos, la obra sigue sin terminarse. La situación es tan grave que la Contraloría denunció posible detrimento y los ciudadanos optaron por mofarse de la situación como forma de protesta.
En Buenaventura esperaron por más de diez años a que las obras del Acuaparque, un lugar paradisiaco que contaría con dos piscinas, toboganes y áreas de recreación, por fin se reanudaran y fueran una realidad.
En enero del 2017 se dio su esperado ‘lanzamiento’. Con bombas de colores un grupo de jóvenes, liderado por Leonard Rentería, quien es recordado por haber interpelado a Álvaro Uribe durante una socialización en Buenaventura, fueron al Acuaparque para mostrar el estado del proyecto, que como se diría coloquialmente “está en obra negra”.
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Las irregularidades
Buenaventura se dio a la tarea de buscar quién hiciera el milagro de devolverle la vida al lugar, por eso dispuso 3.800 millones de pesos provenientes de regalías para conseguirlo. El 29 de julio de 2015 adjudicó la licitación al Consorcio Acuaparque, cuyo representante legal es Fredy de Jesús Mosquera.
En el papel se tenía previsto que el Acuaparque se entregaría en seis meses, así lo firmó Bartolo Valencia, exalcalde de Buenaventura, quien se encuentra tras las rejas por presuntas irregularidades en el manejo de dineros de la Educación.
Hasta ahí todo estaría en orden, el problema empezó cuando tres meses después de firmado el contrato el secretario de Infraestructura dio un anticipo de 1.900 millones de pesos, cuando ni siquiera se tenía la interventoría externa. Dos meses después y de forma inexplicable el secretario avaló el pago por 3.413 millones de pesos, saltándose el visto bueno de la interventoría. Esto quiere decir que se desembolsó el 94% del dinero sin que se avanzara en la obra significativamente. Semana.com intentó comunicarse con el secretario de Infraestructura actual para conocer su versión de los hechos pero no fue posible.
Fotografía de Leonard Rentería.
Por tanto, la Contraloría encontró una presunta incidencia disciplinaria y fiscal por $3.627 millones. “Se evidencia una clara extralimitación de las funciones de la Secretaría de Infraestructura Vial al subrogarse las competencias atribuidas a la interventoría contratada (…) poniendo en grave riesgo los recursos girados al contratista y que no se encuentran ejecutados en la obra”.
De hecho, el ente de control califica el Acuaparque como un elefante blanco, que “podría quedarse en eso”. Según lo dispuesto en el contrato ya se vencieron los plazos pues se tenía previsto que para el 30 de junio de 2016, aun con varias suspensiones y reanudaciones, se entregara el esperado parque.
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Sin embargo, la Alcaldía no opina lo mismo: "Manifestamos que el contrato no se encuentra con los plazos vencidos ya que les estamos enviando el acta de suspensión y ampliación de la misma que estaba en revisión y en trámite de firmas con la cual se soporta que los plazos se encuentran vigentes en espera se resuelva la situación jurídica de la obra".
Fotografía: cortesía de la Contraloría General.
Actualmente están trabajando en la obra algunas personas, “tres o cuatro todos los días, más los vigilantes”, dijo un habitante del municipio.
¿Una obra destinada al fracaso?
La obra empezó con pie izquierdo pues el 2 de septiembre del 2015 ya se estaba pidiendo la primera suspensión. ¿La razón? El terreno se encontraba invadido en aproximadamente unos 500 metros cuadrados.
El problema persistió, la misma Alcaldía hizo público que tenían problemas con 22 viviendas que han sido construidas en el predio de manera ilegal.
Pero esto no es todo, cuando ya se había cumplido casi la mitad del plazo del contrato todavía se decía en los documentos que la planimetría se encontraban “en proceso de terminación y una vez culmine será entregada a los especialistas hidrosanitario y eléctrico para sus respectivos diseños".
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Fotografía: cortesía de la Contraloría General.
Según la Alcaldía y un ingeniero involucrado en la obra, el tiempo jugó en su contra y ahora, en retrospectiva, consideran que el plazo para terminar la construcción fue insuficiente, “debió ser de por lo menos 18 meses".
"Las obras reconocidas y pagadas en el acta de corte parcial de obra No. 1, que no han sido ejecutadas están valoradas en 2.509 millones de pesos (...) los recursos públicos no fueron invertidos en cumplimiento del objeto contractual y tampoco han sido reembolsados a la administración distrital", aseguró la Contraloría.
Por el momento, el Acuaparque sigue siendo una bella promesa que les ha costado más de 3.600 millones de pesos a los bonaverenses y que solo ven realizada en un demo.