Un cáncer se llevó al mejor policía de Colombia

El cáncer fue una de las batallas más duras que tuvo que librar el subintendente Luis Sierra. Antes de que esta penosa enfermedad le ganara ‘la guerra‘, este manizalita, de 33 años, aseguraba que su lucha se asimilaba a la que había tenido que enfrentar frente a las bandas criminales durante los cerca de siete años que estuvo al servicio de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol).

"Cuando uno logra un resultado operacional es un resultado colectivo producto del apoyo de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo; lo mismo sucede cuando uno va venciendo cada etapa de esta enfermedad, porque el cáncer que me atacó tuvo ocho metástasis, con cada victoria hay una satisfacción a nivel familiar lo que lo incita a uno a seguir adelante”, indicó el uniformado en una entrevista a Red Medios.

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Sierra, quien ingresó a la Policía a temprana edad, se destacó por infiltrarse en las filas de la extinta guerrilla de las Farc, así como participar en operaciones contra bandas criminales Antioquia y Chocó que permitieron la captura de varios cabecillas y líderes de esas organizaciones.

"Para llegar a ser parte de inteligencia hay que escalar y demostrar con el trabajo que se tienen las capacidades para realizar cierto tipo de actividades. Invito a mis compañeros para que hagamos la mejor labor, basados en los lineamientos de la institución: el humanismo, la integridad, la disciplina y la efectividad”, agregó Sierra.

Como forma de retribuir su sacrificio, la Policía le concedió un ascenso póstumo al grado de intendente y lo postuló al XIX Premio Corazón Verde al Mejor Policía de Colombia 2018, galardón al que finalmente se hizo acreedor en septiembre pasado.

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"La parte más complicada de este trabajo es cuando uno tiene que irse lejos de los que más quiere por seis o siete meses sin poder comunicarse. Ese es un esfuerzo muy grande, ellos ponen de su tiempo y lo hacen sin recibir recompensa alguna. Ellos siempre están pendientes de uno apoyándolo desde la distancia", manifestaba Sierra.

Finalmente, el pasado viernes 26 de octubre ‘Lucho‘, como le apodaban al interior de la Policía, cerró sus ojos eternamente, pero espera que su mensaje perdure por siempre: “a las nuevas generaciones de policías les digo que cada día den lo mejor de sí, se entreguen en cuerpo y alma por este país".