NACIÓN

Afirmaciones de monseñor Monsalve contra el Gobierno molestaron a la Santa Sede

El arzobispo de Cali aseguró que el Gobierno de Iván Duque tiene una "venganza genocida" con los procesos de paz adelantados por el expresidente Juan Manuel Santos.

8 de julio de 2020
| Foto: Archivo Semana

A través de un comunicado, la Nunciatura Apostólica en Colombia desautorizó las declaraciones del arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, en contra del Gobierno nacional, quien aseguró en una reciente conferencia virtual de los jerarcas de la Iglesia católica, que el Ejecutivo tiene una “venganza genocida” con los procesos de paz que adelantó el expresidente Juan Manuel Santos.

La representación diplomática en Colombia señaló que "la Nunciatura Apostólica en Colombia se precia de aclarar a la opinión pública colombiana que dicha calificación de la gestión gubernamental no corresponde a la visión que la Santa Sede tiene de la compleja situación en que versan, en este momento, tanto la aplicación integral de los acuerdos de paz de 2016, como el estado de los contactos y conversaciones que a diversos niveles se mantienen con el ELN, en el ámbito de la comunidad internacional”.

En sus declaraciones, monseñor Monsalve había manifestado en relación con el proceso de paz con el ELN, que "este experimentó una gran frustración y enorme incertidumbre en relación al inmediato futuro de estos procesos, y aún al mediano y largo plazo, porque los procesos que están, que subyacen a esta pandemia, pueden echarse por tierra completamente".

Así mismo, el arzobispo de Cali criticó que el Gobierno Duque "le haya dado un manejo partidista-electoral a los acuerdos de paz, lo que ha hecho, que se recrudezca la violencia contra los líderes sociales y desmovilizados". “El retorno a la guerra ha sido evidente, la multiplicación de actores armados en los territorios ha hecho más dolorosa y compleja la situación”, dijo.

La Nunciatura insistió en que el término "genocidio" tiene en el derecho internacional un significado preciso que "no permite que sea usado a la ligera" en los legítimos debates o discusiones públicas sobre las políticas concretas de un determinado gobierno.