POLÍTICA
Agarrón entre mujeres líderes del Pacto Histórico: ¿por qué se pelean?
Varias lideresas de la coalición que apoya a Gustavo Petro a la presidencia se han trenzado en fuertes discusiones públicas. ¿Cuáles son los motivos?
En el Pacto Histórico, que dirige Gustavo Petro, las escenas de fuego amigo cada vez son más comunes en medio de la campaña electoral. Y contrario a las coaliciones de centroderecha y centroizquierda, en las que también existen diferencias, en la izquierda sus dirigentes no lavan la ropa sucia en casa, sino que utilizan las redes sociales como escenarios para sus batallas campales.
Los hombres, al menos por ahora, dejaron a un lado sus rencillas, y las mujeres dieron paso a enfrentamientos por el aparente machismo que reinó en la conformación de las listas al Congreso en el Pacto Histórico, un tema que, aun cuando parecía haber quedado saldado, sigue ocasionando heridas.
Sara Tufano, feminista, socióloga y columnista de opinión, quien le pidió a la coalición petrista que no considerara su nombre al Senado horas antes de conocerse las listas legislativas, se convirtió en una de las fuertes críticas de Petro. “En el Pacto Histórico quieren a las mujeres hasta que empezamos a cuestionar a Petro. Como quien dice: ‘Calladita se ve más bonita’. ¿Así o más machista?”, aseguró.
Su comentario no fue bien visto por las barras petristas. La constitucionalista Cielo Rusinque, quien finalmente tampoco quedó en la lista del Pacto Histórico a la Cámara por Cundinamarca como estaba previsto, dijo que lo que molesta a muchos de Sara Tufano no es que critique a Petro, “sino el disco rayado de su supuesto machismo, que no se compadece con la realidad de millones de mujeres que nos sentimos representadas en su apuesta política y no en un feminismo reduccionista, light y acomodadizo”.
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La hoy candidata al Senado Isabel Cristina Zuleta, opcionada para llegar al Congreso, pues quedó ubicada en el puesto diez de una lista de 100 aspirantes del Pacto Histórico, también se fue en contra de Tufano. “El problema suyo es que necesita que la quieran. Como algunas no necesitamos cariño, porque tenemos el de nuestro proceso social, podemos cuestionar con tranquilidad a quien queramos y cuando queramos. Machista usted, es que es incapaz de diferenciar el resentimiento del feminismo”, respondió.
Zuleta, consciente del tsunami que generaba el calibre de sus palabras, prometió “atender” en las redes sociales a cada uno de sus contradictores, uno por uno, sin afán. “El problema es que no sé dónde queda Chapinero, creo que está muy lejos del cañón del río Cauca”, resaltó.
Juana Afanador, quien también se bajó de su aspiración al Congreso por el petrismo y cuestionó que en las listas a Senado y Cámara del Pacto Histórico no hayan mujeres feministas, le dijo a Zuleta que no hay territorios buenos ni malos: “Las luchas territoriales van desde la cuadra de cualquier barrio en Chapinero que defiende la ciudadanía hasta el cañón del río Cauca”. Afanador y Tufano no corrieron con la suerte de Isabel Zuleta.
Las dos primeras pretendían aspirar al Senado y a la Cámara por el Polo Democrático, su partido, pero en la colectividad, cuyas directivas son hombres en su mayoría, prefirieron ubicar en los primeros lugares de la lista a otras figuras políticas y ellas quedaron relegadas. En otras palabras, para algunos dirigentes del Pacto Histórico consultados por SEMANA, las diferencias de Afanador y Tufano deberían ser contra los directivos del Polo Democrático y no contra Gustavo Petro y su coalición de izquierda. Al fin y al cabo, la lista se armó respetando los puestos que entregó cada partido político.
“Agradeciendo curul cascándoles a otras (...) Me da profunda tristeza observar a estas mujeres realmente inteligentes, payaseándose en público alrededor de Petro, todo por decisiones partidistas y por el valor de una curul decidida por los machos de siempre”, reaccionó la feminista Mar Candela.
El comentario de Zuleta causó una profunda división en un sector femenino importante del Pacto Histórico. Algunas, por ejemplo, le pidieron que no cayera en la maña patriarcal de pelearse entre mujeres. “Las mujeres del pueblo tenemos que empoderar e impulsar ese feminismo popular, pero no con ataques a nuestras compañeras de lucha”, afirmó una de ellas.
La ambientalista Zuleta, una de las líderesas sociales más cercanas a Petro, define lo que a su juicio es una postura patriarcal: “Es pretender que nos quedemos calladas o que hablemos solo cuando lo que unas digan. Ustedes ven una pelea en lo que es una defensa ante un discurso de odio. Las defensoras tenemos la obligación de defendernos incluso de quien está a nuestro lado o en casa”.
SEMANA conoció que las diferencias de algunas mujeres de izquierda con Zuleta vienen de tiempo atrás. Surgieron porque, mientras se definía el ingreso de Luis Pérez a la coalición de izquierda, en medio de una fuerte controversia, la ambientalista apareció en una fotografía posando al lado del exgobernador de Antioquia. Los mensajes en su contra no se hicieron esperar.
Lo cierto es que el lenguaje entre las mujeres progresistas es cada vez más fuerte y, en ocasiones, raya en la grosería, un asunto que genera ruido y revela las fracturas en el Pacto Histórico, que ni siquiera el propio Petro ha salido a calmar.
Diana Otavo, defensora de derechos humanos y cercana al Pacto Histórico, cree que las diferencias continuarán y las peleas seguirán siendo públicas, entre otras, porque en la izquierda no hay una tribuna interna o un escenario en el que se puedan discutir estos asuntos. “Veo una competencia cabeza a cabeza entre Isabel Zuleta y Cielo Rusinque para ver cuál de las dos le espanta más votos al Pacto Histórico. No, no es necesario ese esfuerzo extra que están haciendo”, dijo.
Tufano, Rusinque, Afanador y Zuletano se han hecho medir en las urnas, y, aunque no son figuras políticas de la talla de María José Pizarro o Aída Avella con gran reconocimiento en el país, son voces y liderazgos importantes cuyas peleas provocan malestar interno y envían un mensaje de división.
Y mucho más cuando los enfrentamientos son cada vez más evidentes. La decisión que mantiene en el congelador Francia Márquez de continuar en el Pacto Histórico, tras los incumplimientos de los acuerdos en la lista al Congreso, pues dos de sus candidatos no fueron incluidos, se convirtió en otro ring de boxeo.
Márquez dijo que se tomaría el tiempo para decidir y lanzó fuertes críticas al Pacto Histórico. Isabel Zuleta, por su parte, respondió: “(...) Soy negra, de mis antepasados indígenas, blancos y negros, elegí ser negra. Heredé no solo mi cabello, sino la fuerza para defender a los míos. El ambientalismo popular nunca deja de lado la lucha en contra de la discriminación y el patriarcado”.
Es decir, argumentó que la lista al Congreso por el petrismo sí tuvo en cuenta a las personas de color. El tema desató una nueva polvareda, y aparecieron en redes sociales líderes que respaldaron a Zuleta y quienes se fueron en contra de Francia Márquez. El tema escaló a tal nivel que el propio Gustavo Petro calmó los ánimos. “Exijo respeto a estas enormes mujeres y lideresas sociales. Dejen algunos de ustedes de caer en las trampas que las redes de la extrema derecha les tienden para dividirnos. Nuestras redes son de seducción, argumento y afectos, no son de odio”, sentenció el precandidato presidencial.
Otra de las diferencias recientes corrió por cuenta de Cielo Rusinque y la activista María Fernanda Carrascal, candidata a la Cámara de Representantes. El tema: nuevamente las listas al Congreso del petrismo.
“Yo de María Fernanda Carrascal le bajaba a la pose, a la envalentonada y me dedicaba más bien a demostrar que ese lugar en la lista cerrada tenía algún merecimiento más allá de corresponder a un acuerdo político que comprendo. Que sume y no que reste, que sea digna de la confianza otorgada”, afirmó Cielo Rusinque,una abogada jugada por Petro, a quien le prometieron un cupo en la Cámara de Representantes por Cundinamarca, pero no le cumplieron.
“¿Perdón, Cielo? Estoy en la escena política muchos años antes que tú, liderando procesos y acompañando otros, yo no te tengo que demostrar nada a ti ni a nadie, mi trabajo de años lo demuestra solo. Deja de cazar peleas, le haces mucho daño al sueño colectivo llamado Pacto Histórico”, (sic) respondió Carrascal. La pelea entre ambas terminó en reconciliación pública.
Las divisiones en el Pacto Histórico solo las podrá calmar Petro, un precandidato que, además de avanzar en su carrera por la Presidencia, debería sacar un espacio para bajar las tensiones, llamar a la unión y propiciar un encuentro en el que se sanen las heridas que dejaron las listas al Congreso y el supuesto machismo del que ha venido hablando hasta su exfórmula vicepresidencial, Ángela María Robledo.
Aunque estos enfrentamientos seguramente no salpicarán su aspiración por la Casa de Nariño, sí podrían tener un efecto adverso en las elecciones parlamentarias de marzo, pues en las regiones más de un liderazgo femenino, inconforme con las listas parlamentarias, está mirando hacia otros sectores políticos.