CHOCÓ
Agente de tránsito fue asesinado en un ‘pare y siga’ en Quibdó, Chocó
En lo que va corrido de este año, 99 personas han perdido la vida violentamente en las calles de la capital de Chocó.
Hay consternación en la administración municipal de Quibdó, Chocó, por un ataque armado en el que murió un hombre que estaba imponiendo el orden en las calles de esa población bajo su figura de agente de tránsito. Según el comando de la Policía de ese departamento, el crimen es materia de investigación por lo que no hay responsables.
La emergencia ocurrió en el barrio Huapango a la una y media de la tarde de este lunes. Bajo el intenso sol del día, una pareja de delincuentes que se movilizaban en una motocicleta disparó en repetidas ocasiones contra Jan Carlos Mosquera Mosquera, un joven que tenía el cargo de practicante de regulación de tránsito.
Minutos antes, él se encontraba realizando el turno en el ‘pare y siga’ que la Alcaldía de Quibdó ordenó activar en este sector por una obra que están realizando en el corredor. Inicialmente, la víctima quedó tendida sobre la vía con signos vitales mientras las personas que transitaban por la zona le prestaron los primeros auxilios para salvarla.
Fue trasladado hacia el Hospital San Francisco de Asís de esa población. Una vez lo recibieron en el servicio de urgencias, apenas a la central de radio de la Policía Nacional entró la llamada que advertía sobre el ataque: “Nos informa que nos desplacemos hasta el Hospital con el fin de verificar una persona lesionada por arma”, se lee en el reporte.
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Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, Jan Carlos Mosquera murió. Las unidades judiciales de esa institución concluyeron que una bala que cruzó su región cervical fue la causante del fallecimiento. Ahora bien, las personas que le generaron la afectación no han sido capturadas. En Chocó aseguraron que están trabajando en la identificación.
De la investigación se conoció que la víctima tenía una anotación como indiciado por lesiones personales en 2020, con base en el Sistema Penal Oral Acusatorio de la Fiscalía General de la Nación. A partir de ahí, los uniformados están hilando si hay relación entre el homicidio y la alteración del orden público que habría protagonizado hace dos años.
En cuanto a la relación del crimen con la labor que estaba desempeñando en la Secretaría de Movilidad de Quibdó, se esclareció que era la primera vez que el fallecido estaba cumpliendo con esa tarea en el barrio Huapango. No obstante, esa posibilidad está contemplada en las hipótesis que han fijado los policías en el proceso de investigación.
El Sistema de Información Estadístico, Delincuencia Contravencional y Operativo de la Policía Nacional reseña que, hasta el mes de julio, 99 personas murieron violentamente en las calles de Quibdó. En su mayoría, los hombres adultos son las frecuentes víctimas y el arma de fuego es la más utilizada por los ilegales para cometer las acciones criminales.
La crisis de seguridad que se vive en la capital de Chocó ha sido denunciada en repetidas oportunidades por la Defensoría del Pueblo y la Iglesia católica. Al parecer, los altos niveles de criminalidad se deben al enfrentamiento de las organizaciones delincuenciales que se están disputando la zona para controlar las economías ilegales: minería y droga.
En el radar de las autoridades está el grupo de Los Mexicanos y el Clan del Golfo, que han impuesto el terror entre las poblaciones con homicidios selectivos, extorsiones, desplazamientos, reclutamiento y tráfico de estupefacientes. Ese escenario se multiplica en el resto de los municipios de Chocó, donde también actúa la guerrilla del ELN.
En las localidades del sur del departamento se han confinado hasta por dos meses las comunidades indígenas y afrodescendientes por los combates que sostuvieron los hombres del Ejército de Liberación Nacional y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia por acaparar las rutas que facilitan la producción y tránsito de la cocaína y minería.