NACIÓN
AI pide a EE. UU. suspender suministro de armas a Colombia ante “violaciones” a DDHH de manifestantes
La ONG señaló en un comunicado que la suspensión del armamento “debe mantenerse hasta que las fuerzas de seguridad colombianas cumplan plenamente con el derecho y las normas internacionales sobre el uso de la fuerza”.
La ONG Amnistía Internacional (AI) pidió al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que “cese inmediatamente” el suministro, la venta o la transferencia directa o indirecta de equipo utilizado para “la represión” de los manifestantes en el marco de las protestas en Colombia.
AI pidió suspender el suministro de armas pequeñas, escopetas y munición relacionada dado que hay pruebas que confirman que el “equipo de Estados Unidos se está utilizando indebidamente para cometer violaciones de los derechos humanos contra los manifestantes en Colombia”.
Las protestas que se han realizado en Colombia desde el pasado 28 de abril han estado bajo los ojos del mundo.
Esto sobre todo por las denuncias de presuntos casos de abuso policial en contra de los manifestantes durante las jornadas, pero también por la ola de violencia que se ha desatado en los últimos días en varias ciudades.
Sobre el accionar de la fuerza pública, SEMANA conoció en primicia el auto del Tribunal Superior de Bogotá en el que la decisión es remitir o abrir incidente de desacato por el uso de los protocolos del Esmad en medio de las protestas.
Esto tras una tutela que presentaron dos personas: Yuliana Judith Anaya Doria y Alba Luz Ruiz Ríos, quienes señalaban que se debía abrir incidente de desacato considerando que tenían acreditada la afectación directa.
Esto “toda vez que el desacato al fallo recurrido nos están limitando o restringiendo derechos fundamentales tales como el derecho a la vida, derecho a la libertad de expresión, derecho de circulación derecho a la protesta y a la dignidad humana”, señalaron.
Por esto “no nos es posible acudir a las manifestaciones pacíficas programadas en el marco del paro nacional programado a partir del 28 de abril de 2021 y en lo sucesivo, en el entendido (de) que las intervenciones con uso desproporcionado en la fuerza, además del uso de armas de fuego y gases lacrimógenos efectuados por la fuerza pública (Policía Nacional y la unidad antidisturbios Esmad), desencadenando actos violentos que generan situaciones de inseguridad, zozobra, pánico generalizado, poniendo en riesgo incluso la vida misma, como ya se mencionó con anterioridad, lo cual se extiende a diferentes ciudades del país, entre esas Cali, Medellín y Bogotá”.
Sobre la supuesta participación de EE.UU. en estos actos denunciados en Colombia, Philippe Nassif, director de incidencia política de Amnistía Internacional en ese país, aseguró que el papel del país norteamericano “en el fomento de los ciclos incesantes de violencia cometidos contra el pueblo de Colombia es escandaloso”.
En ese sentido, agregó que “el Gobierno de Estados Unidos ha tenido una angustiante participación en los asesinatos, las desapariciones, la violencia sexual y otras torturas, y la horrenda represión de decenas de manifestaciones, en su mayoría pacíficas”.
Frente al uso de armas por parte de las autoridades colombianas, Amnistía Internacional sostuvo que la suspensión de estas “debe mantenerse hasta que las fuerzas de seguridad colombianas cumplan plenamente con el derecho y las normas internacionales sobre el uso de la fuerza, se investiguen los abusos de forma independiente e imparcial, y que haya total rendición de cuentas por todas las violaciones de los derechos humanos que han cometido las autoridades colombianas, con el apoyo de Estados Unidos”.
En el comunicado, la ONG insiste en que “el secretario Blinken tiene el poder de detener el miedo y el terror que están soportando los manifestantes colombianos, y debe hacerlo inmediatamente”.
Durante los desmanes y disturbios en Bogotá y Popayán el Esmad ha utilizado el arma llamada Venom, que recibió este nombre del antihéroe de Marvel y que se clasifica como no letal.
Las denuncias se agravan debido a que hay videos en donde se observa el uso no apropiado de ese dispositivo.
Ante esto, Amnistía Internacional verificó “el uso de lanzagranadas de alta capacidad Venom y de lanzagranadas manuales Penn Arms, ambos fabricados por la empresa estadounidense Combined Systems”.
Por esto concluyó que “Estados Unidos ha sido históricamente uno de los principales proveedores de armas y otros equipos de la Policía colombiana, y hay informes de nuevos pedidos de compra de equipos estadounidenses de principios de 2021″.