ENTREVISTA

Habla la congresista Aída Merlano

La senadora electa rompe su silencio en torno al escándalo en el que está envuelta, luego de que la Fiscalía allanó su sede política y compulsó un grueso expediente para que la Corte Suprema la enjuicie por compra de votos.

24 de marzo de 2018

SEMANA: Empecemos por su origen político, ¿dónde inició su carrera pública?

Aida Merlano: Acá en Barranquilla muy joven. Mi papá era líder del equipo del senador Roberto Gerlein y a los 15 años quise vincularme al tema. Comencé a apoyar buscando a mis compañeros de colegio que fueran mayores de edad, a los amigos y conocidos del barrio, así inicié un liderazgo. Trabajaba aportando gente a favor de las campañas del senador Gerlein y en general impulsaba las aspiraciones de esa casa de donde salían candidatos al Concejo, a la Asamblea. Apoyé muchas candidaturas de diferentes personas que pasaron por ahí. Yo encabezaba un gran número de líderes, también trabajé en las contiendas electorales nacionales para elegir al senador Gerlein.

SEMANA: ¿Cuál era en concreto su trabajo dentro de esas campañas?

A.M.: Liderar la capacidad de convocatoria del pueblo sobre todo de los líderes del sur de Barranquilla,  donde tengo mayor aceptación porque vengo del barrio de Buenos Aires. Desde muy joven en muchas ocasiones quise aspirar pero mi jefe político, Roberto Gerlein, pensaba que no estaba aún preparada, hasta que logré convencerlo y aspiré a la Asamblea Departamental. Salí elegida con la mayor votación en la historia del departamento. Obtuve más de 47.000 votos. Seguí trabajando, las personas se identificaron y de ahí pasé a aspirar a la Cámara de Representantes y llegué con la mayor votación del Atlántico. Ahora tengo enemigos que no pueden soportar que una mujer como yo, sin mayor bagaje académico, sin gran estirpe, tenga un lugar en el Congreso. A la casa Gerlein le debo mucho. Lo que he alcanzado en política se lo debo a ellos que fueron mis maestros. Pero yo no soy la heredera política de los Gerlein, mi gran error fue desmarcarme y abrirme un espacio en el Congreso como una mujer independiente.

"Mi gran error fue desmarcarme de Gerlein"

SEMANA: Hay quienes dicen que como parlamentaria usted no ha presentado ni un solo proyecto, ¿cuál ha sido su trabajo en el Congreso?

A.M.: Yo fui presidenta de la Comisión II. Ahí tuve un trato estrecho con las Fuerzas Militares, los generales me apreciaban y veían en mí una parlamentaria que aportaba. Quiero a las Fuerzas porque siempre quise pertenecer a ellas pero no pude porque quedé embarazada muy joven. Pero por esa gran admiración que les tengo cuando llegué al Congreso me vinculé con la Comisión II que trabaja de cerca con las Fuerzas. Lideré muchos debates de control político, eso no sale mucho en las noticias porque son asuntos que tocan a las comunidades y sectores más vulnerados como los departamentos fronterizos, tradicionalmente abandonados por el Estado y que tienen dificultad para lograr interlocución con el poder central. Desde esa Comisión impulsé diferentes temas por ejemplo asuntos de seguridad, me preocupa la tranquilidad de los ciudadanos. Mi motivación era ser útil y sabía que desde esa Comisión podría aportar más que desde cualquier otra, nunca tuve interés en estar en la Comisión de Presupuesto o cualquier otra que pudiera generar algún beneficio individual, siempre ha primado para mí el beneficio colectivo.

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SEMANA: ¿Por qué milita en el Partido Conservador?

A.M.: Yo crecí, soy y creo en el Partido Conservador. Empecé ahí porque mi padre era conservador y desde ese partido trabajaba apoyando a las comunidades y respaldando a líderes como lo fue el senador Roberto Gerlein, eso fue lo que me enseñó mi padre.

SEMANA: ¿Dónde estaba cuando la Fiscalía allanó su sede de campaña el domingo después de las elecciones?

A.M.: Estaba en mi casa descansando después de dos días sin dormir por estar dedicada al trabajo de cierre de campaña. Me llamaron a eso de las 4:30 de la tarde. Había dado instrucciones que no me llamaran, no quería saber de los conteos parciales, quería solo que llegara el lunes y saber si habíamos ganado o perdido, lo que fuera. Tenía miedo de no lograr la curul por los antecedentes del sábado.

"Siempre ha primado para mí el beneficio colectivo"

SEMANA: ¿Qué pasó ese día?

A.M.: Hubo muchas presiones y persecución contra mi campaña, tenía miedo. Siempre he trabajado la política con un trato directo con la gente, yendo a los barrios y armando equipos de trabajo con las familias en las zonas más apartadas. Y me he preocupado de hacer con ellos pedagogía porque los tarjetones son realmente complejos, están diseñados para personas formadas no para la gente del común. Por eso una estrategia de mi campaña es instruir para que la gente sin formación pueda votar. Una semana antes de las elecciones visitamos casas, localidades y juntas para hacer trabajo pedagógico. Así lo hice en esta ocasión pero todas las casas donde estuve fueron allanadas por la Policía Nacional de manera consecutiva. Eso me asustó y entendí que cualquier cosa podía pasar. Comprendí que había personas interesadas en que Aida Merlano no saliera elegida senadora.

SEMANA: ¿Qué hizo al enterarse de que su sede, la Casa Blanca o el Comando como le dicen en Barranquilla, estaba siendo allanada?

A.M.: Me llamó alguien de mi campaña y me dijo “Se metió la Fiscalía y la Sijín al comando,lo están allanando, cerraron y estamos todos detenidos”. Yo no entendía. Devolví la llamada pero no me contestaron porque le habían prohibido a todo el personal usar teléfonos. Ese día estaba sola, le había dicho al personal de seguridad que estuvieran con sus familias y que participaran de la jornada electoral. Estaba muy ansiosa por la jornada pero no quería escuchar el escrutinio ni salir, no quería nada, solo quería descansar y al siguiente día despertarme para saber el resultado bueno o malo, no quería la angustia del conteo parcial, por eso estaba sola.

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SEMANA: Pero la angustia resultó peor porque la Fiscalía encontró desde armas hasta plata en efectivo y certificados de votación en su sede

A.M.: Lo peor fue no entender qué pasaba. Insistí mucho llamando sin respuesta y luego le marqué a mi mamá porque ella se había quedado en el comando, me dijo que no sabía nada y que ella había salido, pero que mi hermana Vanesa estaba allá. Entonces decidí ir personalmente a la sede, pero cuando iba en camino recibí otra llamada y me dijeron "No llegues que te han tendido una trampa, te quieren detener y hacer un gran escándalo contigo". Me quedé por horas dando vueltas en el carro sin saber qué hacer. Estaba muy angustiada, luego vi las noticias y solo podía leer los encabezados; son terribles y no he sido capaz de ver toda esa información.

"Me dijeron no llegues que te han tendido una trampa"

SEMANA: Su hermana fue una de las detenidas, ¿qué rol tenía ella dentro de su campaña?

A.M.: Ninguno. Ella nunca me ha ayudado a nada que tenga que ver con política. Fue al comando a desearme suerte, me dio un abrazo y estuvo acompañándome a terminar de organizar todo. Yo amanecí en la sede trabajando, coordinando a los líderes de las distintas casas de apoyo hasta que sentí que el cuerpo ya no me daba más y me fui a descansar, ella se quedó otro rato, y por eso estaba ahí cuando llegó la Fiscalía, estaba con mi mamá pero ella también se cansó y se fue antes. Mi hermana trabaja en la empresa privada, nada tiene que ver con política, ella como mi abuelita, mis primos y tías, estuvo acompañándome, nada más.

SEMANA: La Fiscalía encontró en su sede armas, millones en efectivo y un banco de documentos y registros de compra de votos. ¿Tiene alguna explicación para todo eso?

A.M.: Eso fue lo que dijeron a la opinión pública, pero espero tener la oportunidad de aclarar y explicar los hechos ante mi juez natural. Estoy presta a dar la cara ante las autoridades y colaborar para aclarar todo lo que pueda.

SEMANA: Pero, por ejemplo, ¿por qué había armas en su sede de campaña?

A.M.: Yo tengo un arma, y la dejé ahí en la sede, me quedé con el salvoconducto en la billetera. Del resto de las armas me enteré por el Fiscal General que hizo una rueda de prensa diciendo que yo lideraba una organización criminal, que me habían encontrado armas en la sede. No entendí eso porque desconocía que en mi sede hubieran otras armas salvo la mía, pero luego en la audiencia con los detenidos se aclaró que las otras tres armas eran de los vigilantes de la sede. O sea, cada arma tiene su dueño y documentos. 

SEMANA: ¿Y cuál es la historia del arma de su propiedad?

A.M.: Esa arma me la asignó el Ejército Nacional como ocurre con cualquier congresista. Me autorizaron dos armas pero solo opté por una, esa pistola, que tiene salvoconducto y que me fue asignada con la debida capacitación de su funcionamiento para un caso de emergencia. Pero nunca la porté. Por eso estaba guardada allá.

SEMANA: Otro hallazgo es la plata en efectivo, la fiscalía asegura que la campaña pagaba 40.000 pesos por voto

A.M.: Se ha dicho que encontraron hasta 6.000 millones de pesos. Eso es falso. No tengo la cifra exacta pero estimo que en la sede habrían cerca de 250 millones de pesos.

"Estaba en mi casa descansando cuando allanaron"

SEMANA: ¿Y para qué era esa plata en efectivo?

A.M.: Para los gastos. Por ejemplo, para la capacitación pedagógica de explicar los tarjetones se requieren recursos. En ese plan didáctico empleé cerca de 500 personas que iban conmigo a todos los barrios populares de Barranquilla, estuvimos en decenas de casas de apoyo con la misión de enseñarle a la gente cómo se vota, y a esos capacitadores hay que pagarles la jornada de trabajo. Muchos pagos se iban a hacer el lunes y martes, teníamos en la sede los recursos para hacer esos pagos. Lo de los 6.000 millones de pesos es absolutamente falso, si yo tuviera esa plata no estaría aspirando al Congreso. Eso no tiene sentido.

SEMANA: ¿Cómo explica los certificados de votación encontrados y el sistema QR de identificación de los líderes?

A.M.: Eso no tiene explicación de mi parte. Lo único que le puedo decir es que yo jamás le retendrían un certificado de votación a una persona. Lo que se dice sobre eso tampoco tiene lógica, si yo recibiera los certificados de votación de todas las personas que me apoyan, serían más de 30.000 certificados que fue la votación que alcancé en Atlántico, y no es una cifra súbita, mi carrera muestra que he tenido un número de seguidores consistente. No obtuve una votación atípica, mis electores son el resultado de años trabajando en los barrios.

"Hubo muchas presiones y persecución contra mi campaña, tenía miedo"

SEMANA: No ha explicado por qué su campaña enlistaba gente con el sistema de código QR

A.M.: Se ha especulado mucho, la Fiscalía, apresurada, dio un informe de unos cargos que resultaron ser falsos como lavado de activos, enriquecimiento ilícito, concierto  para delinquir,  porte de armas además de corrupción al elector, con total desinformación sobre una tecnología sofisticada de sistema bidimensional para hacer seguimiento al elector siendo esto una falacia más. El código QR no representa ninguna función de control ni mucho menos de seguimiento, sólo es un mecanismo de difusión que arroja la frase "La Unión hacer la fuerza” y "Gracias por tu apoyo". Eso es todo.

SEMANA: ¿Usted esperaba los más de 73.000 votos que obtuvo?

A.M.: Así es, en las elecciones pasadas saqué 72 mil votos cuando llegué a la Cámara, y por cuenta de estar en el Congreso ahora tengo más reconocimiento y aceptación, pude hacer más cosas y la gente observa eso. Yo no tengo burocracia, no he recibido mermelada, no tengo un solo puesto, mi trabajo es directo con la gente y por eso esperaba la votación de 73.000 votos con que me acaban de elegir senadora.

"El código QR es un mecanismo de difusión que arroja frases como ‘La Unión hacer la fuerza‘ y ‘Gracias por tu apoyo‘"

SEMANA: ¿Cuánto costó su campaña al Senado?

A.M.: No podría dar una cifra porque ahora mismo no tenemos la información y no la hemos consolidado en razón del allanamiento. Pero lo que sí le puedo asegurar ES que la campaña no excedió los límites legales porque sería financieramente imposible gastar plata que no había. Teníamos planeado tres días después de las elecciones sumar los gastos de transporte y demás logística para saber el total.

SEMANA: Se alcanzó a decir que usted se había ido del país. ¿Por qué aparece dos semanas después de que se desató el escándalo?

A.M.: Yo no me ido, ni siquiera he salido de Barranquilla. He estado sí tratando de salir del asombro, preguntándome qué pasó y aun sigo sin comprender cosas. Solo ahora me siento con fuerzas para salir, tengo problemas de salud y estoy muy afectada psicológicamente con todo esto. Quería darle la cara a la gente, el pueblo me eligió senadora y eso siempre lo voy a valorar. No voy a prestarme a un show mediático, daré las explicaciones a las autoridades pero con esta entrevista empieza y termina mi exposición en medios.

SEMANA: ¿Reconoce que se cometieron delitos en su campaña?

A.M.: Pienso que todas las personas cometemos errores, y trato de analizar los que se cometieron en la campaña, pero estoy segura que nunca cometí delitos, a esa conclusión solo se podría llegar con una errada interpretación de los hechos.

SEMANA: ¿Qué quiere decir con errores?

A.M.: Todo el país sabe que hacer política implica tener una logística electoral que conlleva gastos. Todos los políticos, no de la Costa, del país entero, hacen y han hecho política así, la pregunta es por qué si evidentemente se trata de una práctica común ¿por qué escogieron a Aida Merlano para lanzar un escarmiento público?

SEMANA: Pero que usted haya sido la primera no significa que sea excusable. Los hallazgos en su sede son muy elocuentes  

A.M.: No me estoy excusando, responderé en lo que competa a mi responsabilidad. Pero al señor Procurador y al Fiscal les pido respeto por mí, por mi familia y por mis electores. No soy una delincuente ni lidero una organización criminal como lo han afirmado. Nunca he estado involucrada en corrupción, ni siquiera he recibido mermelada o cargos. No ahora en el Congreso, cuando fue diputada tampoco tuve participación en ninguna secretaría, ni siquiera un mensajero tuve. Y como congresista no le he pedido cita a ningún ministro para solicitar algún favor, no tengo ni un recomendado, nada que me pueda beneficiar en lo personal. Lo único que el Estado me ha brindado, a cambio de mi trabajo como Representante, es mi salario, ni un peso más. A las personas que votaron por mí les digo que no se avergüencen de haberlo hecho. Soy una mujer transparente y jamás haría algo que atente contra sus intereses. Detrás de esto hay personas que quieren causarme daño, ojalá el odio que tiene contra mí cese porque no solamente están enlodando mi nombre sino también humillando a todas las personas que han confiado en mí.

SEMANA: A la Procuraduría le pareció tan grave que decidió suspenderla

A.M.: Sí, fui suspendida, y me parece que la determinación de la Procuraduría fue un acto inconsecuente con su rol de garante de derechos. Me han condenado sin escucharme. Ni siquiera he tenido la oportunidad de poder defenderme porque tomaron determinaciones sin que yo haya podido al menos conocer los elementos con los que se me acusa. El Procurador decidió basado en titulares de prensa. Ambos, Fiscal y Procurador, parecen más preocupados en figurar en la televisión que en buscar la verdad. Siempre he tenido mucho miedo a las bandas criminales y los grupos armados, pero ahora le tengo más temor a esas instituciones del Estado. Siempre he votado en base en lo que pienso, fui la única Representante de la Costa y del Partido Conservador que tuvo el atrevimiento de votar NO a la reforma tributaria por encima de la mermelada.

SEMANA: Las evidencias en su contra fueron trasladadas a la Corte Suprema de Justicia, ¿la han requerido ya para alguna diligencia?

A.M.: No, pero ya me presenté ante los magistrados a través de un oficio y daré la cara tan pronto la Corte lo requiera. Confío en la honorable Corte Suprema y estoy presta para comparecer y aclarar todo lo que se considere que debo aclarar.