Judicial
Aida Merlano recibió alentadora noticia y no tendrá que seguir en la cárcel por su cinematográfica fuga
La excongresista negocia un principio de oportunidad con la Fiscalía General para declarar en contra de los otros involucrados en el plan de fuga.
Aida Merlano Rebolledo recibió por fin una alentadora noticia. Un juez de control de garantías consideró que no es necesaria una nueva medida en centro carcelario en su contra por el proceso que se le adelanta por la cinematográfica fuga registrada el 1 de octubre de 2019.
El funcionario judicial rechazó la petición de la Fiscalía General y advirtió que no existen motivos para justificar una nueva medida. Para esto, tuvo en cuenta que la excongresista ha manifestado su interés de colaborar con las autoridades judiciales y declarar en varios procesos de corrupción.
Igualmente, fue ella misma la que pidió ser trasladada nuevamente a Colombia “para responder por sus actos”, situación que tiene mucho peso al ver que la procesada ha mostrado un camino a la redención, colaborando con la justicia y mostrando una actitud diferente frente a las instituciones.
“Hay que darle la oportunidad a que no va a ser la misma ciudadana cuando salga de la cárcel”, manifestó el juez de garantías. “De ninguna manera, en mi concepto, la medida que se ha reclamado tiene posibilidad de considerarse razonable, no responde a los parámetros procesales y no satisface el juicio de necesidad”.
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Merlano, quien llegó deportada de Venezuela a Colombia el pasado 10 de marzo, deberá responder por la planeación y ejecución de su fuga en el año 2019, registrada después de un inusual viaje hasta el centro médico La Sabana, ubicado en la calle 116 con carrera séptima, en el nororiente de Bogotá, para que reanudara una sesión del diseño de sonrisa.
La excongresista fue trasladada en una camioneta del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) desde la cárcel El Buen Pastor hasta el consultorio odontológico. En ese lugar, se encontró con sus hijos (la influencer Aida Victoria Merlano Manzaneda y un menor de 16 años), tras finalizar la cita, que se extendió por cerca de cinco horas.
Luego de despedirse de sus hijos y darle un emotivo abrazo al odontólogo, Javier Guillermo Cely Barajas, la excongresista se cambió la ropa, se puso unos guantes especiales, se amarró una cuerda a su cintura y, como si estuviera emulando una película de acción, abrió la ventana del consultorio y saltó al vacío.
Pese a la violencia del golpe contra el pavimento, la dirigente política conservadora se levantó rápidamente para montarse a una motocicleta que la esperaba en la esquina de la carrera séptima, y así emprender ―y finalizar― su cinematográfica huida.
El 28 de enero de 2020, Merlano fue recapturada en la ciudad de Maracaibo, en el estado Zulia, Venezuela. Estaba en un apartamento del sector de El Milagro junto al hombre que la había ayudado a fugarse. En ese punto remoto fue encontrada por agentes de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía de Venezuela, una de las más violentas y que se encarga de misiones de alto impacto.
Inmediatamente, fue trasladada a la cárcel conocida como El Helicoide, en Caracas. Este centro de reclusión fue modificado y cambiado drásticamente por orden del entonces presidente Hugo Chávez Frías, puesto que las instalaciones iban a funcionar como un centro comercial.
En noviembre de 2021, el capitán David Alexander Álvarez Cárdenas fue condenado a 15 años de prisión por su participación activa en el plan de fuga de Aida Merlano. Tras dos años de juicio, el oficial adscrito al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) fue hallado culpable de los delitos de prevaricato por acción (autor) y favorecimiento en la fuga de presos (coautor).
El juzgado determinó que el capitán, quien para el momento de los hechos era el comandante de custodia y vigilancia de la cárcel El Buen Pastor, avaló de manera injustificada y firmó todo el trámite para que la excongresista fuera trasladada a la cita odontológica. Este documento fue firmado por Cárdenas pese a que se encontraba en vacaciones y ya había designado a alguien para que continuara con sus funciones.
En esa oportunidad ―y teniendo en cuenta las versiones conocidas durante el juicio―, el despacho judicial ordenó investigar a varios agentes del Inpec y de la Policía por su participación en la ejecución del plan de fuga.
En septiembre de 2022, Aida Victoria Merlano recibió una condena de siete años y seis meses de prisión por su activa participación en la fuga de su madre. Esto por entregarle la maleta en la que estaban los elementos propios para la fuga, así como por distraer a los guardias del Inpec junto a su hermano.
Por esto, fue sentenciada por los delitos de uso de menores para la comisión de delitos y fuga de presos, en calidad de cómplice.