Judicial
Aida Merlano, reveladores testimonios y videos, las pruebas que tienen en líos judiciales al expresidente del Senado Arturo Char
La Corte Suprema ordenó este miércoles la captura internacional del excongresista, quien actualmente vive en Miami (Estados Unidos). Es investigado por concierto para delinquir y corrupción electoral.
Según la Corte Suprema de Justicia, existe evidencia suficiente para inferir que el expresidente del Senado Arturo Char Chaljub fue pieza fundamental en el plan de compra de votos que se fraguó en el departamento del Atlántico para el año 2018. Una decena de testigos y evidencia documental, entre la que se destacan videos de las cámaras de seguridad de la Casa Blanca -sede de Aida Merlano en Barranquilla- ubican a Char en el engranaje de todas las piezas que buscaban lograr la consolidación de los candidatos que habían recibido el aval de su casta política.
En varias declaraciones, Aida Merlano -una de las dirigentes políticas beneficiadas con el accionar de Char- lo calificó como el “artífice” de toda la compra de votos en su campaña mediante el movimiento de grandes sumas de dinero que llegaron en la recta final de la campaña, que tenía como el objetivo que ella pasara de la Cámara de Representantes al Senado en el año 2018.
Estos videos fueron pieza fundamental para emitir una medida de aseguramiento privativa de la libertad contra Char y, de paso, ordenar su captura internacional, debido a que reside en Miami (Estados Unidos). La Sala de Instrucción de la Corte Suprema tuvo en cuenta además otras declaraciones que le dieron claridad a lo que ocurría en la sede de campaña de Aida Merlano.
Rafael Antonio Rocha Salcedo, Francisco Rafael Palencia Borrero y Vicente Roger Rosanía, quienes participaron activamente en la campaña de Merlano al Senado, declararon la forma como se puso en marcha el sofisticado plan para contactar gente y comprar votos. Todos mencionaron la participación directa tanto de Arturo Char y varios integrantes de su familia, así como del empresario Julio Gerlein, quien era el principal promotor de la dirigente política conservadora.
Igualmente, coincidieron en afirmar que en la sede se movían grandes sumas de dinero en efectivo, las cuales aumentaron potencialmente en los últimos días de la campaña. Además, contaron la “pelea” entre Merlano y Gerlein por las promesas incumplidas frente a un dinero que iba a enviarle y que, según sus propias palabras, llegó incompleto.
En la medida de aseguramiento, también se destacan las declaraciones de Edwin Martínez Salas, quien era gerente de la Casa Blanca y Evelyn Carolina Díaz Díaz, una de las personas encargadas de coordinar las finanzas. Ellos no dudaron en detallar que la campaña superó considerablemente los topes permitidos por las autoridades electorales, así como el envío de dineros de forma constante y personal por parte de los Char.
Char es investigado con el supuesto acuerdo delictivo para comprar votos en Atlántico, el cual posiblemente se materializó en octubre de 2017, y en el que habrían intervenido un número plural de personas, entre otros, Arturo Char Chaljub y Aida Merlano Rebolledo, condenada en primera y segunda instancia por la Corte Suprema de Justicia por estos hechos de corrupción electoral que se fraguó desde la sede política Casa Blanca, en el centro de Barranquilla.
Para la Corte Suprema, dicho concierto delictivo habría ido más allá de un simple convenio político, en la medida en que, supuestamente, para conseguir la elección de Aida Merlano Rebolledo en el Senado; de Lilibeth Llinás Delgado en la Cámara y la propia reelección de Arturo Char Chaljub en el Senado, se habrían ejecutado delitos contra los mecanismos de participación democrática, a través de la compra de votos para estos tres candidatos.
La Sala Especial de Instrucción consideró que las pruebas recaudadas hasta el momento en la investigación proveen el estándar mínimo para sustentar de manera adecuada la razonabilidad de la medida de aseguramiento contra Arturo Char Chaljub, por lo cual es idónea, necesaria y urgente, sin que resulte procedente sustituirla por una detención domiciliaria, ni por medidas no privativas de la libertad. La determinación también obedece al comportamiento del investigado, que pone en duda su normal comparecencia al proceso, así como a riesgos advertidos en la práctica probatoria y en la actividad investigativa.
El pasado 30 de junio, desde su residencia en Miami, Char rindió indagatoria. Pese a que su defensa manifestó que el exsenador había respondido todas las preguntas y afirmó que iba a desmontar las mentiras que se habían hecho en su contra, minutos después, la Corte Suprema emitió un comunicado en el que advertía que el exsenador había guardado silencio.