TESORO
Al rescate del Quimbaya
La orden de la Corte Constitucional es perentoria. El gobierno está en la obligación de hacer todo lo que esté en su poder para recuperar las 122 piezas de oro que el presidente Carlos Holguín le regaló a España. ¿Qué tan posible es?
En una votación de 5 a 1, la Corte Constitucional consideró que, al entregarle el tesoro quimbaya al reino de España, el presidente Carlos Holguín, en 1893, cometió un acto ilícito. Por lo tanto, ahora el gobierno, con la Cancillería a la cabeza, deberá emplear todos los recursos diplomáticos y legales para repatriar esas piezas del patrimonio arqueológico de la Nación. Le fijó un plazo de un año para adelantar gestiones con el gobierno español, y de no lograrlo por esta vía, la corte dictaminó que deberá “actuar conforme a la Convención de la Unesco, esto es, solicitar la gestión del Comité Intergubernamental para Fomentar el Retorno de los Bienes Culturales a sus Países de Origen o su Restitución en Caso de Apropiación Ilícita”.
La historia de estas piezas de oro, el tesoro histórico más grande desenterrado de suelos colombianos, comenzó en 1890 cuando unos guaqueros lo encontraron en una zona cercana al municipio de Finlandia, Quindío. Originalmente, el hallazgo comprendió 430 piezas entre figuras humanas pequeñas y poporos en oro fundido. En aquel entonces, esos tesoros quedaban en manos de los particulares, quienes comerciaban con las piezas, sin control o registro alguno. Precisamente, el gobierno nacional, por orden del presidente Holguín y con dinero del Estado, le compró a un ciudadano privado las 122 piezas con el fin de exhibirlas en España durante la Gran Exposición Universal de Culturas, con la que Madrid celebró en 1892 los 400 años del descubrimiento de América.
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En un acto de excesiva generosidad, Holguín decidió donar ese tesoro a la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, en agradecimiento por el apoyo que ella le brindó a Colombia en la mediación con Venezuela para delimitar la frontera terrestre. “Tengo la honra de poner en su conocimiento que hoy he entregado a su majestad la reina regente los objetos de oro que componen la rica colección de antigüedades quimbayas enviadas por el gobierno como obsequio a España”, declaró Holguín ante el Congreso como acto cumplido el 4 de mayo 1893, sin pedirle permiso al organo legislativo, como debería haber hecho.
Ahora, 125 años después, está en manos de su sobrina bisnieta, la canciller María Ángela Holguín, pedir que le devuelvan a Colombia el magnífico presente. El gobierno había desestimado este caso, que llevaba 10 años en los tribunales colombianos, con el argumento de que en efecto se trataba de un regalo de un particular a otro. Pero como dijo a SEMANA Jaime Lopera, presidente de la Academia de Historia del Quindío, “Las compraron, las pagaron y hay copia del contrato. Es decir que entró al tesoro de la Nación”. Al formar parte del patrimonio público colombiano, un bien fiscal y un bien cultural adquieren carácter “inalienable, inembargable e imprescriptible”, según definió la corte. El presidente Holguín no estaba en capacidad legal de agasajar a la reina de esta manera, y por lo tanto esos bienes pertenecen a Colombia, así los tenga España hace más de un siglo. “Desde que la corte declaró que la colección salió ilegalmente de Colombia, España pasó a ser tenedor ilegal de la colección quimbaya”, explicó a SEMANA Antonio José Rengifo, profesor de derecho internacional de la Universidad Nacional de Colombia. “Se puede decir que el país ya recuperó la colección, al menos legalmente, para su patrimonio cultural”.
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¿Qué tan realista es pensar que España escuchará y aceptará el reclamo de Colombia? Al cierre de esta edición, Íñigo Méndez de Vigo, ministro y portavoz del gobierno español, aseguró que apenas llegue el requerimiento oficial lo estudiaran con “gran atención”, lo cual da luces de una reacción cordial, por lo menos por ahora, cosa que abre con suavidad la negociación diplomática. Además, hay precedentes en los que países europeos han estado dispuestos a regresar piezas arqueológicas importantes a las naciones de origen, como una esfinge y 7.000 tablillas cuneiformes de Bogazköy que Alemania devolvió a Turquía, o las 1.000 piezas de oro del tesoro de Crimea que estaban en Holanda y regresaron a Ucrania. Todo dependerá de las habilidades diplomáticas que demuestre el gobierno nacional, que ojalá sean tan amplias como en su momento la generosidad del presidente Holguín. que hoy indigna a los colombianos