Alcalde de Cali explica por qué la ciudad es hoy la más violenta de Colombia

SEMANA: ¿Cómo está Cali hoy en materia de homicidios?

Jorge Iván Ospina: Tuvimos unos 1.229 homicidios en 2021, lo que nos devolvió a la cifra de 2019. La ciudad había logrado desarrollar una tendencia de reducción de homicidios muy sólida, que se había instalado desde 2010. Pero la situación vivida en el estallido social durante los meses de mayo, junio y julio, desafortunadamente, nos golpeó.

SEMANA: ¿Qué jalonó el aumento de asesinatos durante estos meses (mayo, junio y julio)?

J.O.: Durante esos meses tuvimos un disturbio institucional y social inmenso, que impidió mantener los desarrollos policivos como cotidianamente se adelantaban, y, por supuesto, ante la falta de presencia institucional, se dan estas muertes. Esta es una situación de bloqueo total del territorio, de pérdida de gobernabilidad de forma importante, y esto posibilita que los actores de la muerte operen. Por eso, durante esos tres meses la tasa de homicidios se disparó.

SEMANA: Cuando usted dice “pérdida de gobernabilidad”, ¿a qué se refiere? ¿La ciudad se le salió de las manos?

J.O.: Una falta de gobernabilidad es que la presencia institucional integral no se pudo desarrollar; digamos que tiene que ver con el alcalde, el departamento y la nación. Nadie puede negar que lo que ocurrió a raíz del estallido social del 28 de abril fue una pérdida total de la gobernabilidad en todo el territorio nacional.

SEMANA: La semana pasada, el ministro de Defensa, Diego Molano, hizo un llamado a su administración para que se comprometa a desmantelar esos sitios donde hubo bloqueos y aún hay rezagos de anarquía. ¿A qué se refiere con esto?

J.O.: No sé, tal vez él tenga que explicarnos por escrito y definirlos muy bien. Pero lo que sí pasó fue que algunos de los puntos de bloqueos evolucionaron y se transformaron en comedores comunitarios, huertas urbanas, nuevos elementos simbólicos, espacios de deliberación y debate con la ciudad, y, por supuesto, yo prefiero que haya allí un punto de encuentro y de discusión ciudadana a que exista un bloqueo. Esos elementos no van a ser desinstalados.

SEMANA: ¿No será que a eso se refiere el ministro con puntos como el de Puerto Rellena, epicentro de las protestas y donde levantaron hasta un monumento?

J.O.: Creo que ahí es donde hay una lectura errada, porque nosotros no podemos ir a ese espacio y destruirlo, como puede ser el pensamiento de algunos. Si los jóvenes eligieron un monumento que representa su deliberación y su lucha, lo que debe hacer la sociedad es ser respetuosa de ese elemento erigido. Yo me alejo del pensar que un espacio de ese tipo tenga que ser retirado. Creo que iría en contra de la democracia.

SEMANA: El ministro también dijo que el paro motivó un reacomodamiento de estructuras criminales en Cali. ¿Eso es cierto?

J.O.: Sí, yo creo que eso pudo haber ocurrido. Pienso que los propios elementos del paro pudieron haber provocado una reorganización de estructuras.

SEMANA: Se habla mucho del fortalecimiento de las células urbanas del ELN en algunos sectores de la ciudad. ¿Tienen conocimiento de eso?

J.O.: Yo creo que todo el mundo debe estar moviéndose: las fuerzas del bien, las fuerzas del mal y también las fuerzas insurgentes o rebeldes. Y creo que es lógico que eso esté ocurriendo en sociedades tan convulsionadas como la nuestra; el error está en tratar de desarrollar titulares que le entregan todos los protestantes a la organización irregular e insurgente. Ese es un error dramático que no puede cometer un Estado, colectivizar y señalar que todo protestante es eleno, no solamente es una situación aberrante, sino que es el camino a la desgracia.

SEMANA: ¿O sea, alcalde, que usted no compra la tesis de que estos grupos al margen de la ley financiaron a los jóvenes de la primera línea?

J.O.: No es así. Yo lo que digo es que no se puede decir que todos los que estuvieron en protesta son del ELN. Ahora, que el organismo insurgente hace presencia, claro que hace presencia.

SEMANA: Algunos concejales, congresistas, incluso de su mismo partido (Verde) lo señalan a usted como principal responsable de la situación de seguridad en la ciudad…

J.O.: De mi mismo partido, ¿como quién?

SEMANA: Como Catalina Ortiz…

J.O.: Pero Catalina estaba en un partido que no era el de ella. Es expresión de lo que no es el partido Verde. Su mirada del asunto es aséptica, llena de recelo social. Te quiero contar una cosa: jamás estuvo en los momentos más difíciles del estallido social, por eso la llamamos la ausente.