POLÍTICA
Alcalde de Neiva prefiere seguir dialogando que sacar el Ejército a las calles
Gorky Muñoz argumenta que la situación de Neiva es diferente a la de otras regiones del país. Aunque al comienzo se presentó la quema de un peaje, cajeros, bancos y se intentó incinerar la sede de la Alcaldía, hoy, según él, la situación es diferente.
El alcalde de Neiva Gorky Muñoz es uno de los mandatarios del país que le salió al paso al decreto presidencial que ordena la militarización de las ciudades ante las recientes alteraciones de orden público. Contrario a la petición del ministro del Interior, Daniel Palacios, Muñoz respondió a través de un comunicado oficial, que el decreto debería tener una aplicación relativa y no absoluta.
“Hemos siempre sido respetuosos con las decisiones y medidas del Gobierno Nacional con miras a generar mejores condiciones en lo social y económico. Sin embargo, consideramos que la situación en Neiva es muy distinta a la que hoy viven otras ciudades y regiones de la geografía nacional”, expresó el mandatario. “Vivimos, por fortuna, una realidad muy diferente al resto de ciudades del país”, añadió.
Muñoz reportó que el diálogo ha evitado la confrontación entre la fuerza pública y los manifestantes. “Esto ha permitido que, a la fecha, no tengamos ni una sola persona muerta producto de enfrentamientos entre las partes”.
No obstante, Neiva fue epicentro de alternaciones de orden público que, ni siquiera cuando la Columna Teófilo Forero de las Farc permaneció en la región, se registraron. Los vándalos quemaron el peaje en la entrada a la capital del Huila en la vía hacia Bogotá, incineraron dos sedes de Bancolombia, cajeros automáticos, el Banco de Occidente. E incluso, lanzaron piedras e intentaron ingresar a la sede de la Alcaldía de Neiva, donde despacha Gorky Muñoz, quien lidera un cordón humanitario permanente en el edificio municipal con contratistas y funcionarios públicos vestidos de blanco, que duermen durante varios turnos en el lugar, para evitar un nuevo ataque.
Gorky fue el mandatario que el 28 de abril durante la noche, cuando reinó el caos en la ciudad, intentó protagonizar un acercamiento con los vándalos, pero fue imposible. Los ánimos estaban exacerbados y fue en vano. No obstante, posteriormente logró acercamientos con jóvenes y líderes del paro en la entrada de Neiva que han garantizado el desbloqueo parcial de las carreteras.
Pero no se puede dudar que la capital del Huila está parcialmente incomunicada con Bogotá y el sur del país, es decir, Caquetá y Putumayo donde ya se registra desabastecimiento de gasolina, víveres, papel, materiales de construcción, entre otros.
El sector ganadero- por ejemplo- ha perdido más de 4.500 millones de pesos porque no se permite el paso de leche. Más de 3 millones 500 mil litros del lácteos no se han podido vender. El sacrificio de ganado- según la Cámara de Comercio del Huila- se ha reducido en más de un 70 por ciento dejando pérdidas por encima de los 3.300 millones.
Más de 2.300 empleos en el sector de la construcción están en jaque porque hay desabastecimiento de cemento, acero, hierro, aluminio y concreto. Por esto, sin desconocer que existe una economía lesionada en el departamento, el alcalde Muñoz elevará consultas al Ministerio del Interior y a la Presidencia “para determinar cómo Neiva aplicaría esta norma… Consideramos que el Decreto es muy general y a la vez ambiguo y no interpreta las condiciones distintas de cada región y genera varios interrogantes”, destacó el Alcalde, quien desde el Puesto de Mando Unificado en la capital ha coordinado el orden público con Policía y Ejército.
El alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, también aseguró que respeta el decreto presidencial, pero su ciudad no será militarizada.