ANTIOQUIA

El apretón económico de la Alcaldía de Medellín

Aunque el presupuesto para este año es de 4 billones de pesos, la crisis económica nacional y las deudas de administraciones pasadas obligan a ser conservadores.

2 de septiembre de 2016
Este año algunos empleados se han sorprendido por lo que parece ser un apretón de correa impuesto por la administración de Federico Gutiérrez. | Foto: Archivo SEMANA

La Alcaldía de Medellín es una de las más consistentes del país económicamente hablando. El manejo de los recursos siempre ha sido alabado por Planeación Nacional y el Ministerio de Hacienda, y gracias a las transferencias de EPM —una de las empresas más sólidas del país—, la ciudad tiene unas arcas boyantes de donde ha salido dinero para grandes construcciones como los megacolegios o las bibliotecas públicas.

Por estos antecedentes es que este año algunos empleados se han sorprendido por lo que parece ser un apretón de correa impuesto por la administración de Federico Gutiérrez. A varios de los programas que ya se consideran históricos se les puso un tope en el presupuesto, como es el caso de Buen Comienzo —que este año no crecerá en cobertura—, o la indecisión de continuar con el proyecto Basta ya, que funciona en asociación con el Ministerio del Interior y el Centro Nacional de Memoria Histórica, y que contará la historia del conflicto armado en la ciudad.

Y aunque muchos creían que el presupuesto de la Alcaldía había caído, no es así. Son más de 4 billones de pesos los que tiene la Alcaldía para este año y en caja hay buen oxígeno: 900.000 millones de pesos. Todo obedece a un cambio de modelo administrativo que le corresponde implementar al secretario de Hacienda, Orlando Uribe, quien trabajó 23 años en Bancolombia, empezando en el desaparecido BIC como mensajero y hasta llegar a la gerencia de Banca de Gobierno.

Este es el tiempo de ajustar gastos e implementar un nuevo modelo de gobierno: “Nosotros llegamos con un plan de desarrollo muy diferente. Aquí había que cumplir un presupuesto, es llevarlo hasta el 90%, el 100%, pero no se hablaba de ahorros, así que empezamos a apretar las secretarías para reclamar más eficiencia, porque aquí 50 millones de pesos no eran nada, 100 millones de pesos no eran nada”.

Era necesario llegar a ajustar tuercas, pues el concejo saliente había advierto que el endeudamiento del municipio estaba llegando al límite con una cifra cercana al 80%. En la ley 617, la Contraloría General de la República calificó a la Alcaldía con un 36,4%, excelente medida, aunque el techo de endeudamiento es de 424.000 millones de pesos, muy bajo, por lo que hay que ser eficientes. La capacidad de endeudamiento se deterioró por el crédito que la alcaldía de Alonso Salazar asumió para la construcción del Tranvía de Ayacucho: 250 millones de dólares, suscrito a 1.800 pesos dólar y que toca pagar al cambio actual, 3.000 pesos por dólar, pues no hubo cobertura cambiaria.

El Plan de Desarrollo de la Alcaldía es de 17,2 billones de pesos, cuya inversión es de13,3 billones, lo que deja un margen ajustado de maniobra, así que la solución es la eficiencia, y los ahorros sirven en cualquier lado. Hace un mes se adjudicaron los restaurantes escolares, el ahorro fue de 5.000 millones de pesos, “de ahí va a salir el día de sol de los niños, vamos a pagar la interventoría, que vale 2.300 millones. La gente de inclusión social pega el grito por el apretón, pero se tiene que acabar eso de que los contratistas le cobran más al sector público, si una comida se la cobran a los privados por 5.000 pesos, para el Estado vale 7.000”.

Aparte de las deudas, también hubo que apagar incendios, como la mala administración del centro de convenciones y exposiciones Plaza Mayor, que hubo que recapitalizar con 10.000 millones de pesos; además ahí está la reparación del Parque Biblioteca España, que asciende a los 10.000 millones de pesos y a lo que se puede sumar de una vez el mantenimiento de Parques del Río Medellín, que anualmente significará 6.000 millones de pesos.

Ya algunos concejales han advertido que si este año EPM no cumple la expectativa en transferencias, como el año pasado que estuvieron 8.000 millones de pesos por debajo de lo esperado, la ciudad podrá no cumplir con la ley 617, como le sucedió a la Gobernación de Antioquia, aunque el Secretario de Hacienda desde ya toma medidas para no incumplir.

“Los programas sociales no dejarán de funcionar, sólo que para este año, en algunos no estamos creciendo en cobertura porque tenemos varios compromisos y hay una crisis económica desde el gobierno central. Pero aquí seguiremos trabajando por la gente, sólo estamos buscando eficiencia”, señaló Uribe.