POLÍTICA

“Alejandro Ordóñez es como un padre para mí”: Sergio Rodríguez, candidato a la Cámara por el Centro Democrático

El aspirante al Congreso es fórmula con la senadora María Fernanda Cabal. Tiene 28 años y critica a los otros sectores con vehemencia. No está de acuerdo con la regulación de las drogas ni con el aborto, mientras que propone el derecho a la legítima defensa y el uso de armas.

28 de enero de 2022
Sergio Rodríguez, candidato al Congreso.
Sergio Rodríguez, del Centro Democrático, es candidato a la Cámara por Bogotá. | Foto: CORTESÍA SERGIO RODRÍGUEZ

Sergio Rodríguez es un joven que a través de sus redes sociales se ha dado a conocer por sus posiciones en favor de las tesis del Centro Democrático. En su cuenta de Twitter tiene 46.000 seguidores, un público importante que lo sigue por sus posiciones.

Decidió aspirar a la Cámara de Representantes con la trayectoria política que tiene a su corta edad. Habló con SEMANA de sus tesis y de sus propuestas como aspirante al Congreso.

SEMANA: ¿quién es Sergio Rodríguez?

SERGIO RODRÍGUEZ (S. R.): soy bogotano, tengo 28 años, estudié economía. Siempre pertenecí al sector privado, nunca he pasado por puestos públicos o he tenido contratos. Pasé por el Partido Conservador desde los 16 años, me inscribí como militante del partido del cual fui una figura muy activa en los temas de juventud, más que nada con unos principios y valores que me enseñaron de casa. Esos principios para mí son inamovibles y mi renuncia se da al Partido Conservador cuando veo que esos principios ya no se comparten dentro del conservatismo.

SEMANA: ¿cómo pasó del Partido Conservador al Centro Democrático?

S. R.: me doy cuenta de que los principios que yo creo, y que tengo desde muy pequeño, ya no se respetaban allá. Y le doy un ejemplo claro, en Manizales hay un concejal del Partido Conservador que atenta contra la familia directamente. Dentro de la casa conservadora de allá cambió la bandera del conservatismo por una de los LGBT. Yo creo que la gente tiene libertad, no me voy a ir contra una población, pero creo que hay espacios para todo. Cuando le dije al presidente que ese tipo de cosas estaban pasando le pareció algo común y no tomaron medidas. ¿Cómo es que un congresista conservador estaba apoyando la coronación del rey travesti en Caldas? Estas cosas háganlo dentro de sus libertades y ellos mismos, pero no involucren algo que tiene como eje fundamental la familia. Estoy agradecido porque allá inicié la formación política y le guardo cariño a personas, lastimosamente no son la mayoría. Eso me lleva al Centro Democrático, porque cambian las cosas.

SEMANA: ¿qué propuestas lleva al Congreso?

S. R.: hay varias. El tema migratorio. Hoy día estamos ante una oleada de migración de crimen importado, esto no puede seguir pasando y tenemos que comenzar a proteger el país como tal. No estoy diciendo que expulsen a todas las personas que están llegando de Venezuela, pero hay una mayoría que se quiere imponer que no es capaz de identificarse. Lo que estoy diciendo es que tenemos que expulsar a los indocumentados y hacer un registro biométrico para que las personas que delincan dentro del territorio nacional, y no se les pueda identificar, se les haga una identificación.

Otro es la oposición completa al aborto. No estoy de acuerdo ni siquiera con las tres causales. Eso ya es una completa vagabundería, el aborto en Colombia se legalizó hace mucho tiempo de facto. Si usted va a los centros de aborto más conocidos como lo son Oriéntame o Profamilia, que de ‘profamilia’ no tiene nada, sino que es un destructor de la misma, pues resulta que los mismos funcionarios lo meten dentro de las tres causales y conozco casos de primera mano, no es que me los contaron.

La oposición completa al tema de drogas. Yo no creo que ni siquiera para usos medicinales. Creo que la drogadicción es la degeneración del ser humano. No necesitamos estudios para saber en qué caen las personas cuando consumen alguna droga. Y por el lado de la marihuana, es la apertura a que una persona pase a sustancias mucho más fuertes que terminan degenerando al hombre. Y si degeneran al hombre están degenerando a la sociedad. Personas como los del Nuevo Liberalismo, como Galán, Gaviria, toda esta gente nos dicen que para uso medicinal, que no sé qué, bueno ya se quitaron la careta y están diciendo que tiene que legalizarse para uso recreativo. Y luego nos van a decir que la cocaína también, que porque nos deja impuestos.

Sobre la fuerza pública hay que modificar la pensión de invalidez para que el Estado sea realmente eficiente en esos casos. Y la asignación de policías y militares, que es baja en Colombia, quienes exponen su vida a que los maten y tienen unos salarios indignos mientras que otras personas, como los magistrados de la JEP, sí gozan de sueldazos por hacer absolutamente nada, por lavarle la cara al terrorismo.

Las propuestas que tengo las creo plenamente. Es algo que creo, no es un discurso impostado. Quiero regular la legítima defensa, hoy es crimen para el que la ejerza, lastimosamente. Tiene que haber un porte de armas, no estamos diciendo que se arme la ciudadanía, sino que las personas que acceden a un arma lo hacen porque tienen miedo de que les pase algo a su propiedad privada, a su familia o a sí mismo. ¿Por qué negarle un derecho divino que es a defenderse con una herramienta? Las armas no matan, el que mata es el asesino que no le interesa la ley o el decreto.

SEMANA: por lo que veo en sus propuestas y sus posiciones, ¿usted representa lo que muchos denominan el ala más radical del Centro Democrático?

S. R.: pues mire, yo acompañé al doctor Alejandro (Ordóñez) durante mucho tiempo. Lo acompañé en su candidatura, lo conozco, lo he ido a visitar a Washington, él es de verdad casi como un padre para mí. Yo lo quiero y lo respeto, le tengo mucho cariño al doctor Alejandro. Y él de alguna manera es muy importante dentro de mi formación doctrinaria. Entonces a usted le puede gustar o no le puede gustar Alejandro Ordóñez, pero desconocer que él es brillante uno no lo puede hacer. A él lo llaman “radical”, pero realmente es lo que piensa la mayoría de las personas. Acá nos han puesto un discurso de ese centro aguado, inoloro y baboso que no toma posiciones, que lo único que sirve es para asignar contratos. Dentro de los sectores más aguados son los más corruptos, los más mañosos. Cuando uno toma posturas, salen los del Nuevo Liberalismo a decirme que soy un xenofóbico por decir que se aplique la ley. Salen algunos candidatos, incluso como Gabriel Santos del mismo Centro Democrático a decirme que van a derrotar la xenofobia desde adentro. No es de ser radical, es que acá el que toma posturas lo llaman radical, yo no me siento radical o de extrema derecha, yo me siento como un ciudadano que representa a la mayoría de los ciudadanos.

SEMANA: ¿qué opina de la senadora María Fernanda Cabal?

S. R.: yo le tengo una gran estima porque ella logró despertar al elector de la derecha. Fue nuevamente darle algo por qué luchar. Ella logró despertar esas emociones dentro del Centro Democrático y dentro de algunos sectores, porque como estábamos en un discurso tan políticamente correcto, pues llega una persona y dice de frente lo que creen las mayorías, entonces despierta esa emoción. Es coherente frente a las cosas que dice, ella no se intimida. Eso es lo que nos hace falta a los colombianos. Coincidimos en muchas cosas y por eso voy a acompañarla como fórmula en Bogotá.

SEMANA: muchas veces se habla de que gran parte de los jóvenes están con Gustavo Petro, pero usted refleja que hay personas de su edad en otros sectores, ¿qué opina?

S. R.: yo no creo que la juventud esté con Petro necesariamente. Hay sectores de la juventud que sí son radicales, que creen en la izquierda casi que purista, que termina hasta justificando al terrorismo, pero la mayoría de jóvenes son trabajadores, con principios en sus casas, que de verdad quieren salir adelante, que estudiaron con muchos esfuerzos; la clase media, la clase popular que quiere salir adelante, estas personas no quieren miseria ni destrucción para su país. No son una mayoría, pero son los más ruidosos.

SEMANA: en medio de sus propuestas ha hablado de contrarrestar a Fecode, ¿cómo lo haría?

S. R.: es hacer una modificación no solamente contra Fecode, aunque es el principal, porque Fecode malversó, acabó, está adoctrinando a las mentes más jóvenes y eso no se puede hacer. Constitucionalmente tenemos que respetar al más indefenso, que son las mentes en formación, que las quieren movilizar para que les sirvan a sus intereses politiqueros y personales. Hay que limitarles el fuero sindical. Hay que hacerles evaluaciones realmente de calidad. Sus evaluaciones y protestas coinciden en las mismas fechas. ¿Por qué hay profesores de hace 50 ó 60 años anclados en sus puestos? No más vagabundería de ellos, no más de que el sindicato en Colombia siga haciendo lo que le da la gana, no más de eso.