La lactancia materna exclusiva es un privilegio, ya que en las localidades más vulnerables no se ha podido garantizar el derecho. | Foto: revista fucsia.com

Bogotá

Alerta por primera infancia en Bogotá: piden declarar emergencia de inseguridad alimentaria y nutricional

Un informe de Bogotá Cómo Vamos y Fundación Éxito lanzó varias alarmas por la prevalencia del bajo peso al nacer, entre otras problemáticas.

10 de julio de 2022

El programa Bogotá Cómo Vamos y la Fundación Éxito entregaron recientemente el segundo documento de “Seguimiento a las recomendaciones realizadas al Plan de Desarrollo Distrital 2020- 2024 para mejorar el estado nutricional de la primera infancia en Bogotá”.

En el documento se identificaron algunos retrocesos y avances con respecto a las metas propuestas para la reducción de los indicadores de desnutrición crónica, bajo peso al nacer, exceso de peso en menores de 5 años y sobre la lactancia materna exclusiva.

Estos indicadores son considerados por la alianza como trazadores a nivel nutricional y que pueden evidenciar el impacto de las acciones públicas. Son el resultado del bienestar y de las condiciones de calidad de vida de la primera infancia en la ciudad.

En primera medida, vale mencionar que, en el año 2020, la alianza publicó el documento titulado “Recomendaciones al Plan de Desarrollo Distrital 2021-2024 de Bogotá para mejorar el estado nutricional de la primera infancia en Bogotá”.

En este se identifica el comportamiento histórico de Bogotá y sus localidades en indicadores de interés en la primera infancia, como son la desnutrición crónica, el bajo peso al nacer, el exceso de peso y la mediana de lactancia materna.

Al hacer ese análisis, Bogotá Cómo Vamos y la Fundación Éxito propusieron las siguientes metas infaltables para ser incluidas dentro del Plan de Desarrollo Distrital 2020-2024:

- Disminuir a 13 % la desnutrición crónica en la primera infancia en Bogotá a 2024, la cual en el año 2020 cambia por ajustes en los datos históricos reportados desde la SDS a 10 %.

- Bajar a 12 % el bajo peso al nacer en Bogotá a 2024.

- Rebajar a 8 % el exceso de peso en niños y niñas menores de cinco años en Bogotá a 2024, la cual en el año 2020 cambia por ajustes en los datos históricos de la SDS a 3%.

- Aumentar a cuatro meses la duración mediana de la lactancia materna exclusiva en Bogotá para 2024.

Bogotá Cómo Vamos lanzó en su nuevo informe varias alarmas sobre la primera infancia en la capital del país y sobre el incumplimiento de las recomendaciones hechas meses atrás.

Bajo peso al nacer

De acuerdo con el documento, a nivel distrital, la prevalencia de bajo peso al nacer es superior que a nivel nacional. Durante el período comprendido entre 2008-2021, ha presentado un comportamiento fluctuante, teniendo su menor expresión para el año 2015 con un porcentaje de 12,1 %; a partir de este punto ha presentado un comportamiento ascendente, llegando a su reporte más alto en el año 2021, con un porcentaje de 14,9 %.

Al desagregar los datos, se evidencia que las localidades más afectadas son Sumapaz (20 %), San Cristóbal (17,3 %), Antonio Nariño (17 %) y Usme (16,3 %), mientras que las localidades con una menor prevalencia son Teusaquillo (12,4 %), Candelaria (13,3 %), Fontibón (13,5 %) y Tunjuelito (13,5 %). Así mismo, se identifica que afecta principalmente al sexo femenino (54,5 %) frente al masculino (45,5 %).

Lactancia materna exclusiva

Según los datos reportados por el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional, para el año 2021, el 69 % de los menores de seis meses que han estado en consulta médica tiene lactancia materna exclusiva, en comparación con el 48,3 % reportado para el año 2020. Se observa un aumento del 20,7%, sugiriendo que, de seguir este comportamiento, es factible cumplir la meta estipulada en el Plan Territorial de Salud.

No obstante, para Bogotá Cómo Vamos, no se puede generar una falsa sensación de tranquilidad, ya que no se están realizando otras mediciones complementarias y existe una brecha en la muestra atendida en consulta frente al total de la población menor de seis meses de la ciudad, además de la confiabilidad del dato preguntado durante la consulta.

Con respecto a la información desagregada por localidades, en el indicador de lactancia materna exclusiva para el año 2021, se observa que las localidades con mayor porcentaje de lactancia materna exclusiva son Fontibón (86,33 %), Candelaria (82,45 %) y Barrios Unidos (81,67 %). Esto, frente a las localidades que presentaron menor porcentaje en la ciudad: Ciudad Bolívar (39,78 %), Usme (45,5 %) y Tunjuelito (50,61 %).

Lo anterior, a priori, indica que la lactancia materna exclusiva es un privilegio, ya que en las localidades más vulnerables no se ha podido garantizar el derecho de las madres y sus hijos a brindar y recibir, respectivamente, lactancia materna exclusiva.

Desnutrición aguda

El informe de Bogotá Cómo Vamos y Fundación Éxito advierte que, desde el año 2015, el promedio de prevalencia de riesgo de desnutrición aguda oscilaba en 12,3 %. Sin embargo, en el año 2021 presentó su momento más alto en los últimos siete años, con un 13,54 %, significando un aumento de 1,2 pp con respecto al año anterior.

La desnutrición aguda ha tenido una tendencia a la disminución desde el año 2016, cuando presentó la prevalencia más alta con un porcentaje de 4,11 %; para el año 2020 presentó una prevalencia de 3,6 %, mientras que en el año 2021 disminuyó a 2,8 %. Esta es la prevalencia más baja en los últimos siete años, es decir, es probable una posible evolución de su estado nutricional al riesgo.

Desnutrición crónica

En cuanto a las dinámicas de la prevalencia de desnutrición crónica durante el período comprendido entre 2008-2019, se observa que ha tenido una tendencia decreciente. Presenta una reducción de 5 puntos porcentuales; sin embargo, para el año 2020 se observó un aumento significativo de cerca de 3 pp (15,5 %) en comparación con el año 2019 (12,1 %). Luego, para el año 2021, vuelve a decaer a 11 % (3,4 pp menos), recuperando la tendencia anterior, razón por la cual, estadísticamente, se considera este dato del año 2020 como uno atípico.

Para Bogotá Cómo Vamos, aún no es explicable el aumento de datos de este indicador para el año 2020, cuando gran parte del mismo se estuvo en confinamiento y las consultas de valoración integral en salud presenciales disminuyeron significativamente.

Esto pone en duda la confiabilidad de las mediciones durante este momento. En la respuesta que brindó la Secretaría de Salud, se refirió que disminuyeron las atenciones durante pandemia, pero los datos de los indicadores nutricionales del año 2020 reflejan lo contrario.

Declarar una emergencia

De acuerdo con la situación planteada de la población bogotana y, en especial, de la primera infancia durante este período pospandemia, desde Bogotá Cómo Vamos y Fundación Éxito surge un llamado de atención urgente y una recomendación esencial para la Alcaldía y los diferentes actores involucrados.

“Aunque suene reiterativo, es necesario hacer ese tránsito de las políticas asistenciales a las políticas basadas en enfoques de derechos, dado que, pese a todas las ayudas de transferencias monetarias y en especie que se brindaron durante el año 2020, las cuales eran necesarias, no se logró mitigar el efecto negativo y de recesión de indicadores socioeconómicos, incluyendo los indicadores nutricionales de la primera infancia”, precisaron.

A corto plazo, los expertos consultados en el informe sugieren la declaración de emergencia de inseguridad alimentaria y nutricional en Bogotá por la situación generada a causa de la pandemia y la guerra entre Ucrania y Rusia. Además de la clasificación de alto riesgo de padecer hambre dada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), en el informe de puntos críticos de hambre, en donde Colombia y 19 países más corren el riesgo de ver deteriorada su situación alimentaria y aumentar el hambre en sus poblaciones, si no se realizan acciones significativas y efectivas tendientes a corregir estos puntos.

De igual modo, piden redireccionar las políticas públicas existentes dirigidas a la primera infancia para realizar el enfoque familiar, en lugar de individual, analizando las condiciones socioeconómicas de las familias a través de su caracterización. Esto, para poder realizar un plan de trabajo en el cual puedan confluir distintos programas que garanticen el derecho a la alimentación y otros derechos a los niños y niñas menores de cinco años y sus familias.

En esta propuesta, los comités locales de Seguridad Alimentaria y Nutricional juegan un papel importante.