Judicial
Álex Saab alega “compromisos laborales” para no estar en juicio en su contra en Barranquilla por lavado de activos
El empresario colombiano Álex Saab, uno de los hombres más cercanos a Nicolás Maduro, designó este martes 19 de marzo a un abogado para que lo represente en el proceso penal.
Este martes 19 de marzo se reactivó el juicio penal contra el empresario colombiano Álex Saab por los delitos de lavado de activos agravado, concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito de particulares y estafa agravada.
Al comienzo de la diligencia judicial, uno de los funcionarios del juzgado primero especializado de Barranquilla leyó una carta firmada por el contratista en el que alegaba tener “compromisos laborales” para no atender la citación que se le había hecho llegar en semanas anteriores.
En a carta, firmada por Alex Nain Saab Moran, se señala que designó al abogado Camilo Bocanegra para su defensa y que cualquier comunicación se debe hacer por medio de él. “Quiero informarle al despacho que estoy enterado por mi abogado de las fechas programadas para la continuación del juicio oral; sin embargo, me es imposible asistir personalmente o conectarme de forma virtual por compromisos laborales”.
Saab, considerado uno de los hombres de mayor confianza del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es procesado por, presuntamente, ejecutar innumerables fraudes y estafas por medio de empresas fachada o de papel que tenían, supuestamente, sede en la capital del Atlántico. Con documentación alterada de exportaciones e importaciones logró evadir, durante años obligaciones tributarias.
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La Fiscalía General sustentó en su escrito de acusación, radicado en septiembre de 2023, que las empresas que tenía Saab, y que manejaban varios miembros de su familia y personas cercanas, registraban flujos de efectivo al exterior de manera injustificada.
La acusación citan cinco episodios en los que habría incurrido el empresario colombiano, junto al contador Devis José Mendoza Lapeira, en maniobras financieras ilícitas ejecutadas por medio de la empresa Sharex S.A. —dedicada a la importación— y con la que aumentaron su patrimonio económico a costa de daños al Estado.
- Crecimiento económico inusual: la sociedad registró un crecimiento económico de 923 % en 2007. Un ascenso inusual si se tiene en cuenta que entre 2004 y 2006 se fueron a pérdidas y los ingresos cayeron 33 %.
- Empresa fachada: Shatex S.A. dejó de existir en 2010. Sin embargo, los años siguientes, supuestamente, hizo exportaciones, y operaciones de venta y compra. En 2011 canalizó la salida de más de dos mil millones de pesos al exterior por el sistema cambiario colombiano. Dichas actividades no fueron declaradas.
- Doble contabilidad: se puede evidenciar esta manipulación de la contabilidad en 2007 y 2008. La empresa le mostraba una realidad financiera y operacional a la Dirección Nacional de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), con ingresos menores con el propósito de pagar menos impuestos; mientras tanto, al sector financiero le mostraba cifras superiores para demostrar capacidad económica suficiente.
- Importaciones ficticias: Shatex S.A. sustentó la salida de más de 25.300 millones de pesos, por medio del mercado cambiario, por concepto de pago de importaciones anticipadas, las cuales nunca ingresaron al país. Es decir, simuló importaciones para legalizar movimientos de dineros hacia el exterior.
- Flujo de efectivo internacional injustificado: entre 2004 y 2011, la sociedad ingresó al país, por concepto de reintegro de divisas por exportaciones, 16′420.435 dólares, cerca de 33.550 millones de pesos. Estos dineros provenían en su mayoría de Venezuela.
