Judicial
“Álex Saab es culpable”: los argumentos de apelación de la Fiscalía para sentenciar al empresario por millonario lavado de activos
Para el ente investigador, el juez que absolvió a Saab ignoró mucha de la evidencia presentada en el juicio.
La Fiscalía General no se rinde ante el todopoderoso testaferro del régimen de Nicolás Maduro, el empresario colombiano Alex Saab. SEMANA revela detalles del extenso recurso de apelación con el cual el ente investigador busca demostrar que, en efecto y más allá de toda duda, el contratista barranquillero lavó casi 25 mil millones de pesos con la exportación ficticia de textiles entre 2004 y 2011.
Pese a que Saab, quien hoy maneja a su antojo las inversiones y los proyectos económicos de Venezuela desde su cargo como presidente del Centro Internacional de Inversión Productiva, logró hacerle el quite a la justicia colombiana en un fallo de primera instancia. La Fiscalía General espera que el Tribunal Superior condene al empresario por los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito de particulares, concierto para delinquir, estafa agravada y exportación o importación ficticia, por lo que se expone a una sentencia de 30 años de cárcel.
En la apelación, conocida en su totalidad por SEMANA, la Fiscalía General toca tres puntos clave para demostrar que Saab creó empresas de papel para generar importaciones ficticias. Fue tan estructurado su plan que engañó, junto a su contador de confianza, Devis José Mendoza, a la meticulosa Dian y al Banco de Comercio Exterior de Colombia (Bancóldex).
En el documento de 49 páginas el ente no ahorró ni críticas ni cuestionamientos a la decisión tomada el pasado 24 de mayo por el juez primero especializado de Barranquilla, al considerar que omitió toda la valoración probatoria que demostraba que no existía una justificación para el aumento del patrimonio de la empresa Shatex S.A.
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Álex Saab fue declarado inocente por el delito de lavado de activos. Juez aseguró que la Fiscalía no pudo demostrar la creación de una "empresa de papel". https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/0i7UUZdAau
— Revista Semana (@RevistaSemana) May 17, 2024
“Lo que sí no pudo haber hecho el juez fue llegar a la conclusión errónea de que las importaciones estaban legalmente soportadas y claro [que] se observa que llegó a la señalada conclusión ante una evidente falta de apreciación”, resaltó la Fiscalía General al citar decenas de informes y testimonios que les restan credibilidad absoluta a las conclusiones a las que llegó el juez especializado.
Tras revisar el fallo absolutorio, la Fiscalía alertó que no se hizo mención alguna de los aspectos clave de la acusación contra Saab y Mendoza, mucho menos los elementos materiales probatorios que se allegaron durante el juicio que demostraban las maniobras financieras ilícitas y el incremento injustificado del patrimonio.
“Toda vez que el señor juez Aquo no realizó valoración alguna a lo manifestado por esta Delegada Fiscal durante los alegatos de conclusión (…) sobre lo consignado respecto al crecimiento económico inusual”, cuestionó el fiscal al asegurar que en el fallo no se mencionó, siquiera, lo dicho en los alegatos de conclusión.
“Continuó sus disertaciones, realizando afirmaciones sobre la base de unas manifestaciones realizadas por esta Delegada Fiscal en contextos distintos y sobre otros aspectos distintos al tema de las importaciones, que lo llevaron a mezclar los análisis realizados sobre las importaciones y realizado sobre las exportaciones”.
Para la Fiscalía, pese a que quedó demostrado que el crecimiento económico y de réditos de la empresa de Saab fue del 923 %, para el juez esto se explica por el auge de las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela en esa época. Estas llegaron a su fin por decisiones netamente gubernamentales, lo que se explica en la caída de ingresos para el año 2004.
Esta conclusión, según señala la apelación, carece de lógica y se cae de su propio peso, pues nada explica que en tres años la próspera empresa cayera en picada, presentando saldos en rojo y registrando cero importaciones de textiles, advirtiendo que en el fallo absolutorio el juez se saltó por completo varios de los conceptos emitidos.
“Las conclusiones relacionadas con el crecimiento económico inusual obedecieron a la verificación del comportamiento de los ingresos frente a la realidad de la empresa”, reclamó la Fiscalía al considerar que en la emisión del fallo no se hizo ninguna mención a lo expuesto durante el juicio.
El hecho de cerrar de un solo golpe el capítulo del incremento con el auge y caída del sector es, para la Fiscalía, desconocer cómo se manejan las importaciones y exportaciones en el “mundo manufacturero”.
“Para exportar necesitaba contar con la capacidad para poder haber generado los insumos para la exportación, pues con mayor razón le demandaba realizar ese análisis, o por lo menos apreciar el análisis realizado por la Fiscalía, acogiéndolo o desestimándolo, pero sobre la base de reales pruebas relacionadas con lo debatido”, manifiesta la apelación.
En forma de cuestionamiento, la Fiscalía aseveró que este análisis probatorio y contrastación “brilló por su ausencia”, y, pese a la avalancha de pruebas que evidenciaban las irregularidades, el juez “optó por imprimirles valor probatorio en categoría de conocimiento más allá de toda duda razonable a unos hechos que, como se indicó, no tenían relación directa con lo efectivamente incorporado en el juicio, amén de que por su naturaleza no tenía credibilidad probatoria”.
Tampoco fue de mucho agrado que les restara credibilidad a los peritos que expusieron las irregularidades en los movimientos financieros de las empresas de Saab y a los informes contables firmados por Mendoza.
En la apelación se asegura que tenían todo el conocimiento y experiencia para presentar su declaración y alertar sobre el incremento injustificado patrimonial y sobre los extraños hechos que llevaron a la desaparición de la empresa en el año 2009, pero sí se les dio credibilidad a los peritos de los acusados que solamente atinaron a presentar los informes.
“Nuevamente, se denota una total incomprensión del señor juez de lo que fue objeto del hecho jurídicamente relevante atribuido, y que debía ser objeto de sus valoraciones; por ende, si no lo tenía claro, es evidente que iba a llegar a conclusiones erradas”, asevera la Fiscalía General al reclamar que se les dio todo el apoyo a aseveraciones sin ningún tipo de soporte probatorio.
Finalmente, se cuestionó el hecho de que no se hizo una valoración de los informes contables ni de los registros hechos ante la Dian, pues se le dio credibilidad a un solo documento que mostraba que sí se habían realizado las importaciones, pero no se ahondó en la existencia real de esos hechos.
“La Fiscalía nunca señaló que no se habían realizado importaciones; de hecho, como ya se resaltó, con esas pruebas que se trajeron al juicio, hubo un análisis del perito de la Fiscalía frente a los registros de tales importaciones. Dicho de otra manera: no es que no existieran importaciones, sino que sobre la base de las observadas en las bases de datos analizadas, se realizaron cuestionamientos sobre su efectiva materialización”, recalcó la Fiscalía.
Mientras se resuelve esta apelación, Álex Saab seguirá aumentando su poder económico, político y social en Venezuela ante una reelección de Nicolás Maduro, en unos comicios marcados por la desigualdad y la sanción a competidores.