POLÍTICA

‘Verdes’ y Santrich, razones de un sorpresivo rechazo

El partido Alianza Verde fue señalado de inconsistente porque mientras defiende a capa y espada la JEP y la institucionalidad derivada del acuerdo de paz, censuró la presencia de Jesús Santrich en la Cámara de Representantes. Sus dirigentes explican los motivos de su postura

13 de junio de 2019
| Foto: Juan Barreto/AFP

Estaba previsto que los partidos políticos de centro derecha, especialmente los que conforman la bancada de Gobierno, rechazarían, como así lo hicieron, la presencia de Seuxis Hernández, conocido como Jesús Santrich, en su primera aparición en el Congreso. Con carteles de “No queremos narcotraficantes, fuera Santrich” fue recibido el que fuera uno de los negociadores de paz de la guerrilla de las Farc en La Habana.

Pero lo que causó mayor sorpresa fue ver a dirigentes de la Alianza Verde, partido de centro izquierda, el mayor opositor al gobierno de Iván Duque en el Congreso, y que ha sido férreo defensor de los acuerdos de paz con las Farc compartiendo postura con el uribismo. Sus representantes a la Cámara no fueron indiferentes a la presencia de Santrich en el Capitolio y también decidieron exhibir carteles en rechazo al recién posesionado congresista del partido Farc.

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La imagen de los congresistas verdes con carteles que decían “Defendemos la paz, no a Santrich” o “Paz sí, Santrich no” no estaban en las cuentas, menos entre los dirigentes de la Farc con quienes han coincidido en varias posturas como parte de llamada bancada alternativa. Sin duda que el partido de oposición más numeroso se hubiera puesto en contra de Santrich fue un duro golpe para el movimiento que surgió de la desmovilización de las Farc.

Esta posición no dejó de ser controvertida pues para muchos la Alianza Verde daba muestras de inconsistencia ideológica, como por ejemplo lo advirtió el analista Ramiro Bejarano, quien en su cuenta de twitter cuestionó el hecho de que los verdes se hubieran ubicado en la misma orilla del uribismo.

Más sorpresa aún con el antecedente de que el pasado mes de marzo la representante Juanita Goebertus salió en la televisión nacional liderando la réplica de la oposición a la alocución presidencial en la que Iván Duque presentó sus objeciones a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP). Allí estuvo acompañado por otros congresistas, incluidos algunos de la Farc, en los que hizo una férrea defensa al tribunal de justicia transicional, el mismo que semanas después se abstendría de avalar la extradición de Jesús Santrich por falta de pruebas para determinar si había delinquido después de la firma de la paz.

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Por eso el rechazo que los Verdes manifestaron a la presencia de Santrich, sentado en su curul en el recinto de la Cámara de Representantes, podría interpretarse también como una posición que ponía en tela de juicio la decisión de la JEP de no extraditar a Santrich. De hecho ese tribunal fue quien primero ordenó su libertad antes de que el fiscal Néstor Humberto Martínez hubiera presentado nuevas evidencias en contra el exjefe guerrillero para demostrar que había participado en el delito de narcotráfico después del primero de diciembre de 2016.

También se alcanzó a interpretar la postura de los verdes como una especie de rechazo a las decisiones judiciales, pues si Santrich está en el Capitolio es porque el Consejo de Estado le mantuvo su fuero de congresista y porque la Corte Suprema de Justicia ordenó su libertad mientras asumía la investigación por los presuntos delitos de concierto para delinquir por narcotráfico y narcotráfico. Para algunos la protesta de los verdes los ubicaba con los mismos sectores que han dado por descontado que Santrich delinquió tras la firma de la paz sin que la Corte Suprema de Justicia lo haya acusado o absuelto.

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La Alianza Verde defendió las razones de su postura hacia Santrich en un comunicado de ocho puntos que suscribieron sus representantes a la Cámara. En el documento reafirman su posición de defensa al acuerdo de paz, destacaron que los miembros del partido Farc que han estado en el Congreso lo han respetado, pero dejaron en claro que el acuerdo establece que los excombatientes que vuelvan a delinquir después del 1 de diciembre de 2016 no tendrán acceso a ningún beneficio por esos delitos. “Estamos convencidos de que la defensa de la paz implica exigir el cumplimiento del Acuerdo por parte de todos, tanto del Estado como las Farc”.

En el pronunciamiento los verdes también reiteran su respeto al estado de Derecho y a las decisiones judiciales al señalar que la Corte Suprema de Justicia es la que deberá establecer si Jesús Santrich cometió un delito con posterioridad a la firma del acuerdo de paz. “En aras de resolver esta situación”.

La representante Juanita Goebertus, en diálogo con Blu Radio, insistió en que a la Alianza Verde no le corresponde defender a Santrich ni tampoco afirmar si cometió un delito después del 1 de diciembre de 2016. “Hoy existen dudas en la opinión pública sobre si delinquió o no (...) Santrich tiene derecho a su debido proceso, tiene derecho a su presunción de inocencia y por supuesto es la Corte Suprema de Justicia la que tiene que tomar esta decisión”.  Sin embargo, no explicó con claridad por qué, si defiende la independencia de los poderes públicos, no esperó a que la Corte Suprema se expresara en el caso Santrich antes de rechazar su presencia en el Congreso.

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“Quienes hacemos parte de la bancada de Alianza Verde defendemos la paz, no defendemos a Santrich. De nuestro lado no esperen una sola sílaba defendiendo a Santrich”, dijo en la misma línea el representante Inti Asprilla, uno de los más reconocidos líderes de izquierda de este partido.

Defender a Santrich es complejo. Su arrogancia, sumada a las imágenes del video que movió la Fiscalía y al discurso del presidente Duque, quien lo califica de narcotraficante, han generado un rechazo generalizado a la presencia del exlíder guerrillero en el Congreso. En el caso de los verdes, o no supieron explicar el mensaje que querían transmitir en el acto simbólico que protagonizaron, o se la jugaron más por la popularidad que da sumarse al rechazo a Santrich, que por las lógicas que hasta ahora los habían impulsado.