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Alias Frozen: la impresionante historia del atracador más temido del país y que se burla de la justicia
Como si se tratara de una serie de ficción, alias Frozen, uno de los más temidos y sagaces atracadores de la historia en Colombia, vuelve a burlar la justicia. ¿Quiénes son sus víctimas?
Ojos claros y mirada fría como el hielo. A la vez cálido y amable a la hora de engañar a sus víctimas. Juan Sebastián Cubillos no supera los 25 años y ha logrado convertirse en uno de los atracadores más famosos de Colombia. Tiene la capacidad de hacer que los jóvenes a los que roba, en lugar de salir corriendo, como pasa en la mayoría de los atracos, permanezcan junto a él por varios minutos, congelados, sin intentar escapar. Por eso se ganó el alias de Frozen, como la película animada.
“Él se acercó, me dijo que no me iba a robar que estuviera tranquilo, que había muchas personas peligrosas alrededor y me dio consejos de seguridad”, narra a SEMANA una de sus más recientes víctimas, un universitario de 19 años que estudia en el sector de Chapinero. Incluso, alias Frozen los invitó a comer un sándwich a él y a sus amigos. Todo arrancó una tarde en la que los estudiantes del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa) tenían receso de clases. Cuatro de ellos decidieron ir a comer algo. Mientras caminaban al restaurante, un joven que aparentaba la misma edad de ellos y vestía ropa deportiva empezó a hablarles, a prevenirlos sobre la inseguridad del sector e hizo parecer que él también iba al mismo lugar.
Cuando los estudiantes hicieron su pedido, él lo pagó y siguió la conversación, que con el paso de los minutos se volvió intimidante. Aseguran que alias Frozen les dijo que tenía un revólver, hizo que verificaran con sus propias manos, les contó que era un jíbaro de la zona y que tenía como aliados a los policías del cuadrante. Según él, no solo las autoridades son sus cómplices, sino también los transeúntes que pasaban en el momento. Cuando los jóvenes se dieron cuenta del riesgo y quisieron huir, el temor no lo permitió. Frozen los llenó de miedo sin usar la violencia, solo sus palabras. Tras más de 40 minutos les pidió guardar celulares, billeteras, joyas, computadores y todos sus artículos en sus propios morrales, luego salió caminando tranquilamente, mientras los jóvenes solo veían cómo se alejaba con sus pertenencias. Nadie vio nada. Cuando pudieron reaccionar llegaron a la universidad a contar lo que había pasado.
Fue ahí donde se enteraron que eran unos más de la larga lista de víctimas de la leyenda viva del hurto: Juan Sebastián Cubillos, alias Frozen, que, según grupos de redes sociales y la versión de las autoridades, ha cometido más de 700 robos. En 2018 fue capturado por hurto y recibió el beneficio de casa por cárcel porque un juez consideró que no era un peligro para la sociedad. Sin embargo, violó las medidas y siguió delinquiendo. Tres años después, en 2021, cuando empezaron las clases presenciales, alias Frozen volvió a atacar. “A mí y a mis amigos nos abordó en la calle y nos hizo el mismo juego mental, eso fue en julio del año pasado”, describe otra de sus víctimas, un estudiante de la Universidad Javeriana. Lo que relatan pareciera el juego de un gato con su presa: “Nos hacía repetir con él que debíamos tener los morrales adelante, llevar el celular en el bolsillo. Nos pedía el celular, pedía la clave y nos lo devolvía diciendo: ¿sí ve?, yo no robo”. Así trabajaba la mente de sus víctimas. Entre tanto, dos mujeres cómplices que llegaron al punto iban escribiendo las claves de los dispositivos para poder desbloquearlos una vez se los llevaran.
A ellos también les pidió guardar todas las pertenencias en sus mismos bolsos y caminar sin mirar a atrás o, de lo contrario, “nos metía un tiro”, cuentan sus víctimas. Para la misma época, segundo semestre de 2021, en Manizales, Caldas, se registraron más víctimas de alias Frozen. En medio de un atraco violento en un establecimiento comercial, fue recapturado. El Juzgado 5 Penal Municipal de Manizales tiene a cargo el proceso y le ordenó de nuevo casa por cárcel, mientras avanza este segundo procedimiento. A pesar de la reincidencia, otro juez pensó lo mismo y lo benefició con la domiciliaria. SEMANA conoció con fuentes del Inpec que tampoco ordenaron brazalete de seguridad para tenerlo ubicado.
De 71.398 personas detenidas bajo prisión domiciliaria, con corte hasta este mes, solo 5.753 cuentan con el brazalete. De esa cifra, 5.089 son hombres y 664 mujeres. Es importante resaltar que quien decide si un detenido requiere el dispositivo electrónico es el juez, basándose en el peligro que represente para la sociedad la persona investigada o condenada. A pesar del prontuario, parece que hasta convenció a los jueces. Alias Frozen suele mostrarse arrepentido por sus actos, tanto así que durante una de sus capturas decidió enviar un mensaje a través de un video: “Qué pena con ustedes, muchachos, por lo que sucedió. Para que anden más pendientes, no confíen tanto en la gente. Les pido mil disculpas. Sé que la cagué. Qué pena de verdad”, fueron las palabras que muchos calificaron como cínicas, sobre todo al saber que no ha parado de delinquir.
Su última detención fue el 4 de octubre de 2021, pero hace mes y medio otros universitarios que caminaban por el Parque Nacional de Bogotá fueron abordados, al parecer, por este mismo hombre. Lo identifican por su físico y forma de vestir. Algunas de las nuevas víctimas que se conocen aseguran que ya roba de manera violenta, con empujones y uso de armas. Este pareciera un gol más al sistema judicial colombiano. Según estadísticas, la población carcelaria que más reincidencia presenta es aquella que se dedica al hurto por encima de otros delitos: hurto 21,34 %; fabricación, tráfico y porte de arma de fuego o municiones, 13,91 %; homicidio, 11,35 %, y concierto para delinquir, 9,1 %.
Para el abogado Francisco Bernate, el caso de alias Frozen es el reflejo de la crisis carcelaria que se vive en el país. El alto índice de delitos que se cometen, comparado con los pocos recursos que hay en el sistema penitenciario, no permite custodiar a todos los reclusos. Esa es una de las razones por las que se han creado mecanismos que eviten el hacinamiento carcelario y se han enviado más personas a detención domiciliaria. Sin embargo, nace otro problema. El personal que hace la supervisión de la medida de detención es insuficiente.
En Colombia, para esta población no se han establecido mecanismos de vigilancia electrónica, que pueden ir desde cámaras de seguridad hasta el mismo aprovechamiento de los celulares que tienen georreferenciación. Mientras algunos consideran que en Colombia el sistema penal es garantista, varios juristas coinciden en que el problema no es el endurecimiento de las penas para este tipo de delitos, sino la aplicación del Código Penal. Sin embargo, lo que no se puede ocultar son las deficiencias en el sistema carcelario, que necesita con urgencia una reforma.
SEMANA conoció que las autoridades están tras la pista de alias Frozen luego de sus hazañas en la tercera temporada y esperando poner punto final a su saga de terror en la población universitaria.