La Silla, un nombre que genera temor en Valledupar

En Valledupar hay temor. Una serie de crímenes han tocado a la ciudad, entre ellos el del médico pediatra Alberto ‘Tico’ Aroca, lo que el 23 de agosto pasado llevó a que se adelantara un consejo de seguridad al que asistió el presidente Iván Duque, quien al término de la reunión denunció una estructura criminal denominada la Silla.

“Tenemos información de inteligencia, de una estructura criminal a la que, sotto voce, han llamado la Silla. No solamente he dado la instrucción de hacer visible a todos los criminales detrás de esta estructura, sino que vamos a impartir también la promoción de recompensas para desmantelar esa estructura”, dijo el mandatario.

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Añadió que “puede ser la que está detrás de algunos de esos vínculos del sicariato y con posibles oficinas del cobro al servicio del microtráfico y el narcotráfico”, maniestó Duque, sin dar nombres. Sin embargo, por analogía, el nombre que salió a flote fue el de Elkin Javier López Torres, conocido con los alias de Doble rueda o la Silla.

Justamente en la mañana de este jueves se adelantó un allanamiento a un inmueble de propiedad de la Silla, en una operación conjunta que se conoció hasta este viernes y que fue ejecutada por uniformados de la Sijin y cuerpos especiales de la Policía realizaron en el acomodado sector de Casa Blanca, en Valledupar. Hasta el momento las autoridades no han dado un reporte oficial del resultado del operativo.

López, en entrevista con el programa ‘Caliente y Picante’ de Radio Guatapurí —según reportó El Heraldo— manifestó que no se encontraba en la casa allanada, en la que reside, por encontrarse atendiendo asuntos médicos. Afirmó que los uniformados presentaron una orden, hicieron el registro y se marcharon. “Estoy presto a presentarme ante las autoridades porque no tengo nada que temer, ni que ocultar”.

¿Pasado criminal?
 
Después de esta afirmación del primer mandatario, López, quien se presenta como empresario, ofreció una rueda de prensa en su vivienda, junto con su abogado el pasado 28 de agosto, según él para limpiar su nombre y aclarar las acusaciones en su contra.

“Falsas acusaciones en contra mía, en Valledupar me quieren coger de chivo expiatorio para desviar lo que está sucediendo con los delitos y todos estos asesinatos que se han presentado en los últimos meses”, dijo en ese momento.

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Fuentes que pidieron resguardar su identidad por seguridad señalaron a SEMANA que los orígenes de las actividades presuntamente ilegales de Elkin López habrían empezado cuando —según el testimonio— habría hecho parte de la banda los chamizos del clan Giraldo de Santa Marta (germen del bloque paramilitar Resistencia Tayrona), donde se habría dedicado a cobrar cuentas.

Una disputa interna que habría terminado mal con una banda aliada, los Rojas, terminó en un atentado contra su vida en 2008 que lo habría dejado en condición de discapacidad, teniendo que movilizarse en silla de ruedas. Fue cuando habría decidido trasladarse de la capital de Magdalena a Valledupar.

Otros señalamientos

En 2012 , López fue capturado en el aeropuerto panameño de Tocumen señalado de una masacre de 18 personas ejecutada en el Rodadero samario en 2010 por una estructura sicarial y narcotraficante: la Silla. Por este caso, según una investigación de El Tiempo, fue dejado libre por vencimiento de términos.

Investigadores manifestaron a este medio que su modus operandi de la organización es ejecutar asesinatos de personas de alto nivel económico que alguna relación tienen con las antiguas estructuras paramilitares, para quedarse con los bienes que les heredaron.

Sin embargo, el misterio ronda en el caso de una persona altamente reconocida y apreciada en la alta sociedad valduparense como lo fue el médico ‘Tico’ Aroca, cuyo crimen mereció el repudio nacional y puso a andar un operativo de las fuerzas de inteligencia y seguridad.

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Tras el señalamiento del presidente, no ha habido más asesinatos de alto impacto en Valledupar. Una fuente conocedora señala que López se estaría moviendo actualmente en el corredor entre Barranquilla y Cartagena.

A la defensa

En 2017, López debió hacer frente a una situación similar en la que un fiscal le expidió orden de captura por concierto para delinquir con fines de narcotráfico y homicidio en concurso con homicidio agravado. Se entregó y fue dejado libre.

A fines de agosto pasado, López ha manifestado que “lo que existe es una persecución en mi contra  porque no soy persona de quedarse callada, lo que está pasando en Valledupar es que hay unos clanes y unas mafias políticas, y para desprestigiar a algunos candidatos han usado mi nombre inventando que yo estoy financiando algunas campañas lo cual no es cierto”.

En la señalada rueda de prensa, manifestó que “quieren desviar la atención hacia mí, hay viejas estructuras paramilitares, como peleas familiares casadas de tiempo atrás y narcotraficantes que fueron extraditados y que están regresando”

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Esas organizaciones, dijo, están “buscando los bienes que han dejado a nombre de otras personas, eso es lo que se ha comentado, pero le compete al Estado investigarlo. Hay fuerzas oscuras con poder político y económico que quieren desviar la atención hacia mí”.

Lo cierto es que a López, hasta el momento, no se le ha logrado comprobar nada judicialmente y, pese a la gravedad del señalamiento presidencial, mantiene su libertad. De los hallazgos de los investigadores y del trabajo de la Fiscalía y de la justicia dependerá probar si es el jefe o no de la banda a la que lo identifica con un sobrenombre que, además, detesta.