Judicial

Álvaro Córdoba, hermano de Piedad, se va con toda contra el presidente Gustavo Petro, tras firmar su extradición a los Estados Unidos

Al conocer de su ya inminente extradición, dijo, a través de su defensa, que la decisión es “eminentemente política” y que no tuvo en cuenta el riesgo que corre en los Estados Unidos.

23 de noviembre de 2022
Alvaro Cordoba Gustavo Petro
Alvaro Cordoba Gustavo Petro | Foto: Suministrada a Semana / Alexandra Ruiz

Ya es un hecho, Álvaro Córdoba Ruiz será extraditado a los Estados Unidos para que responda por los delitos relacionados con tráfico de drogas. Este miércoles el Ministerio de Justicia rechazó la petición de revisión que había radicado el hermano de la actual senadora, Piedad Córdoba, en contra de la decisión de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia y de la resolución firmada por el presidente Gustavo Petro.

Por medio de su defensa, Córdoba Ruiz aseguró que acata, pero no comparte la decisión dada a conocer. “Esta determinación de nuestro primer mandatario constituye un desafortunado precedente jurídico, porque continuamos enviando a nuestros compatriotas hacia los Estados Unidos”, precisa el comunicado firmado por la abogada Lucy Santiago, quien ya anunció que seguirá ejerciendo la defensa de Álvaro Córdoba para demostrar su inocencia.

En otro de los apartes de la carta asegura que la resolución firmada por Petro “es eminentemente política” y va en contravía con el “compromiso público que hiciera en campaña y al inicio de su mandato, al revisar la extradición con los Estados Unidos de América”. Esto al considerar que el tratado de extradición no está vigente.

“El procedimiento actual desconoce por completo, principios rectores porque la normatividad existente para el tema, no es precisa y vulnera el debido proceso y las garantías judiciales”, asegura en la misiva.

“No tienen pruebas de narcotráfico”: Álvaro Córdoba, hermano de Piedad Córdoba

Para la abogada, no existe evidencia sólida que relacione a su cliente con el tráfico de drogas. “Él no es un narcotraficante, como se viene señalando, es hermano de una Senadora de la República combativa ideológicamente, distinta, y por lo mismo, no resulta extraño que en estos señalamientos esté involucrado ese ingrediente político que precisamente es el que caracteriza la llamada ‘conveniencia nacional’ de la entrega”.

Frente a la decisión, anunció que agotará todos los requerimientos que sean necesarios frente a este trámite de extradición, con el fin que se respeten los derechos de Córdoba Ruiz, quien actualmente se encuentra privado de su libertad en la cárcel La Picota de Bogotá.

Córdoba Ruiz fue capturado el pasado 4 de febrero en plena vía del barrio El Poblado, en Medellín; es requerido por la Corte Distrital de Estados Unidos, para el Distrito Sur de Nueva York, por delitos relacionados con tráfico ilícito de drogas y porte ilegal de armas de fuego, este último no fue acogido por la Corte Suprema de Justicia al avalar la extradición. Junto a Córdoba, fue detenida una mujer identificada como Libia Amada Palacio Mera, quien también es requerida por las autoridades de Estados Unidos.

De acuerdo con las evidencias, Córdoba Ruiz sería el encargado de conseguir la droga con el jefe de las disidencias de las Farc en el sur de Colombia, Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, con quien había establecido los contactos desde hace más de un año. Él habría asistido a reuniones para pactar negocios en Bogotá y Medellín.

Una vez se concretaba la compra de la cocaína por medio de Córdoba, las disidencias de las Farc se comprometían a llevar la mercancía hasta el Pacífico, en tres puntos claves: Tumaco (Nariño), Cauca y Buenaventura (Valle). No fue fácil para las autoridades dar con este eslabón porque manejaba un perfil distinto al habitual de los narcotraficantes, que acostumbran a estar rodeados de lujos. Por el contrario, Córdoba pasaba desapercibido y prefería hacer los contactos en lugares discretos y personalmente. Por obvias razones, evitaba hablar de estos temas por teléfono y solo lo hacía para concretar algunos encuentros.

Por medio de mensajes de texto, llamadas, audios y demás, el encubierto puso en evidencia cómo Córdoba hacía parte de una red que negociaba y traficaba droga y armas hacia Venezuela, México y Estados Unidos, con el respaldo de Gentil Duarte, excomandante de las disidencias de las Farc, fallecido en Venezuela.

Según el expediente que lleva la justicia norteamericana, Córdoba asistía a las reuniones con disidencias de las Farc en varias regiones del país y él, al parecer, concretaba la salida de mercancía desde Tumaco, Nariño, Valle del Cauca y Cauca.