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Álvaro Uribe y Miguel Uribe
Álvaro Uribe y Miguel Uribe | Foto: SEMANA

POLÍTICA

Álvaro Uribe se la juega por Miguel Uribe como cabeza de lista al Senado: esta es la historia

El expresidente decidió que el exsecretario de Gobierno de Bogotá encabece la lista al Senado del Centro Democrático. Esa decisión ha desencadenado una tormenta en el uribismo. ¿Qué está pasando?

4 de diciembre de 2021

Luego de las encuestas con las que el Centro Democrático eligió a Óscar Iván Zuluaga como su candidato presidencial para 2022, la otra decisión trascendental en el uribismo tiene que ver con la escogencia de la cabeza de lista al Senado. Al final, el expresidente Álvaro Uribe se decantó por el nombre de Miguel Uribe, exsecretario de Gobierno en la alcaldía de Enrique Peñalosa.

SEMANA conversó con el propio expresidente Uribe, quien ha estado entregado estos días a confeccionar la lista, pero se limitó a decir que ha tenido que ser “muy paciente” con lo que pasa en su partido. Y no ha sido para menos.

A los conatos de rebelión de María Fernanda Cabal por no haber sido seleccionada como candidata presidencial, se sumó la difícil tarea de elaborar una lista de candidatos al Congreso que dejara a todo el mundo contento, lo cual no ha sucedido.

En medio de tanta adversidad, ya dura de por sí por los ataques de sus contradictores políticos y sus desafíos judiciales, Uribe ha tenido que llenarse de paciencia para manejar enfrentamientos de facciones internas y egos de sus ‘coroneles’ que intentan desafiar su autoridad. Y claro que se trataron de mover muchas fichas en contra del sentimiento del expresidente Álvaro Uribe para que María Fernanda Cabal fuera la cabeza de lista al Senado.

El problema es que Uribe había comprometido su palabra con Miguel Uribe desde hace un año para que él liderará la lista al Senado, y no se corrió. Cabal sí quería ser la número uno en esa lista y la luchó, pero no lo logró.

La última movida que los amigos de Cabal hicieron para lograrlo fue invocar un “articulito” de los estatutos del Centro Democrático que reza que la cabeza de la lista al Senado la escoge la dirección nacional del partido, que está conformada por más de 40 personas. La excandidata se sentía segura de conseguir esa posición, porque en la dirección del partido está su marido, José Félix Lafaurie, y eso le aseguraba que él y sus amigos pondrían los votos suficientes para elegirla.

Como no es fácil reunir a todo el pleno de la dirección, se acordó que una subcomisión de esta se reuniría con el expresidente Uribe para hacerle saber el interés de los miembros de las directivas de que María Fernanda Cabal fuera la primera en la lista al Senado.

Muchos uribistas recuerdan una anécdota que Uribe a menudo cita para reafirmarse en el cumplimiento de la palabra empeñada: “Desde que le compré el primer ternero a mi padre sé lo que vale empeñar la palabra”. Y así fue. No hubo mayor discusión sobre el tema, quedó claro que Miguel Uribe será el líder en el Senado.

La exprecandidata Cabal, al parecer, ha aceptado a regañadientes volver al Senado. SEMANA conoció que tendrá el número 100 en la lista, el cual también es de gran recordación. “Le dije al (ex)presidente (Álvaro) Uribe que no había pedido la cabeza de lista, pero que debía pensar en el mensaje que significa esa decisión para el público. Yo le tengo mucho respeto a Miguel Uribe, me parece magnífico que quiera entrar aquí, pero no es un buen ejemplo una cabeza de lista que haya votado por el ‘Sí’, que venga del Partido Liberal y de Cambio Radical porque eso no puede ser”, dijo Cabal, quien incluso planteó que él liderara mejor la cabeza de la lista a la Cámara por Bogotá.

Sin embargo, SEMANA conoció que Miguel Uribe votó por el ‘No’ en el plebiscito de la paz, en 2016, por su preocupación de que el acuerdo permitiera la expansión del narcotráfico y permitiera que criminales de lesa humanidad llegaran al Congreso.

Encabezar la lista de aspirantes al Senado tiene un valor real en política, pues consagra a esa persona como líder del partido. Aunque en la lista abierta cada quien debe luchar por sus votos, quien encabeza entra con un terreno ganado, por el nivel de exposición. Además, en el caso del Centro Democrático en esta coyuntura, quien va en primer lugar de alguna manera trata de llenar el vacío que deja el expresidente Álvaro Uribe, el gran elector.

Uribe encabezó las listas al Senado por el Centro Democrático en 2014 y 2018 y se convirtió en el gran elector de todos los tiempos: en 2014 su lista obtuvo 2.045.000 votos y se alzó con 19 curules en el Senado; en 2018 logró 2.513.000 votos y conquistó 20 curules.La virtud de esas listas es que Uribe era el gran dueño de todos los votos.

Ninguno de los integrantes de las listas en las dos ocasiones estaba allí por ser grandes electores. El expresidente seguía en su gran apogeo que comenzó con su primera elección como presidente de la república en 2002.Por eso, el reto de Miguel Uribe ahora no es menor.

La llegada de este delfín, nieto del expresidente liberal Julio César Turbay y del exgobernador de Antioquia Rodrigo Uribe Echavarría, pero lleno de méritos propios, viene con el desafío de mantener en alto el nombre del uribismo en el país y en el Congreso.

Aunque recibió su bautizo en las urnas haciéndose elegir como concejal de Bogotá en 2012, con apenas 26 años, ahora estará al frente del partido que ha movido los hilos de la política los últimos 20 años en el país. Uribe está entregando sus últimos trabajos de la maestría en Administración Pública que realiza en la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y regresará esta semana a Bogotá para ponerse al frente de su nuevo desafío.

SEMANA habló con él, y aunque dijo no saber a ciencia cierta el renglón en el que irá al Senado, sí manifestó que respeta cualquier decisión que tome el expresidente Uribe al respecto.

Como integrante de la lista de candidatos al Senado por el Centro Democrático, sostuvo que aspira a tener “un partido unido que sirva como alternativa a la izquierda, que contenga el avance del populismo y se constituya como la más sólida fuerza democrática en el Congreso”.

El primero en la lista de uribistas al Senado se siente un “firme contradictor de la izquierda y un auténtico defensor de las libertades, de las instituciones y de las Fuerzas Militares colombianas”. Tiene claro que Gustavo Petro es la figura a enfrentar desde su orilla política.

Recomponer la lista

Uribe no solo tiene que resolver el líder de la lista, sino recomponer las demás posiciones, pues muchos de los que estaban no volverán, y algunos que Uribe quisiera tener, apenas lo están pensando.

Además del propio Uribe, no volverán al Senado José Obdulio Gaviria, María del Rosario Guerra y Ernesto Macías. Paloma Valencia, actual senadora y quien ha competido por la candidatura presidencial en dos oportunidades, había decidido que no volvería al Senado, pero ahora lo está “pensando”.

María del Rosario Guerra, Ernesto Macías y José Obdulio Gaviria.
María del Rosario Guerra, Ernesto Macías y José Obdulio Gaviria. | Foto: SEMANA

SEMANA habló con Valencia, quien confirmó que había alcanzado a convenir con Uribe que no volvería al Congreso, pero que las cosas han cambiado.

El propio Uribe le pidió reversar su decisión, pues la considera una gran “guerrera de la democracia” y quiere que vuelva al Senado para fortalecer la representación del partido en la corporación.

De hecho, lo está pensando tan en serio que se atrevió hablar del número que le gustaría en el tarjetón: el 33 o el 13. El otro candidato es Rafael Nieto, quien también ha buscado la candidatura presidencial por el Centro Democrático en dos oportunidades.

Con el número 10 en la lista de Senado estará Edward Rodríguez, quien no fue admitido por el Comité de Ética del partido como precandidato presidencial. Fue el representante a la Cámara más votado del uribismo en 2018, con más de 100.000 votos en Bogotá.

El que también estará es el exgobernador de Casanare Alirio Barrera, gran contertulio de Uribe en el tema de los caballos. Barrera acaba de participar en la disputa de la candidatura presidencial que ganó Óscar Iván Zuluaga y tiene buen reconocimiento como gobernador del Casanare. Este es el panorama en el Centro Democrático de cara a las elecciones legislativas.