NACIÓN
“Amenazas al doctor Buelvas no son por su trabajo”: Policía
La corona fúnebre y las notas amenazantes recibidas por el médico no tienen relación con su labor en medio de la pandemia.
Las investigaciones de la Policía y la Fiscalía General de la Nación parecen darle otro rumbo al caso de las amenazas recibidas por el médico José Julián Buelvas, a comienzos de junio, en el hospital Adelita de Char de Soledad y su residencia en Barranquilla.
Así lo dio a conocer este viernes el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
El oficial dijo que después de 30 días de averiguaciones, en un trabajo conjunto con 30 investigadores y un fiscal de apoyo especializado, que se dedicaron a tiempo completo al caso, se estableció que las amenazas no obedecen al ejercicio propio de la profesión del doctor Buelvas y tampoco corresponden a casos que tengan que ver con la atención a pacientes durante la pandemia del coronavirus, "sino a otras motivaciones que las investigaciones determinarán en su momento”.
Lo que sí logró establecerse fue la identidad de la persona responsable de la planeación y ejecución de los hechos, junto con los dueños de un segundo vehículo utilizado para llevar las amenazas hasta el trabajo y la casa de Buelvas.
"Esta persona que está comprometida en los hechos tiene una relación amorosa con un compañero de trabajo del doctor Buelvas. Además, se determinó que en el hecho fueron usados dos vehículos y una motocicleta; los primeros están plenamente identificados tras revisar las imágenes de cámaras de seguridad y fotografías", explicó Alarcón.
El general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía de Barranquilla, en el momento en que entregaba detalles de la investigación.
Una versión extraoficial de los hechos es que las amenazas estarían relacionadas con un presunto caso de acoso laboral del doctor Buelvas hacia otra profesional de la salud. Sin embargo, el general Alarcón señaló que eso no está plenamente establecido en la investigación.
El autor de las amenazas, sin embargo, no fue capturado. Esto, según Alarcón, por decisión de los fiscales del caso, teniendo en cuenta el tipo de delito y la pena que conllevaban sus actos, aunque sí será imputado por la Fiscalía.
Desde el momento en que se hicieron públicas las amenazas por parte del médico Buelvas, la Policía asumió un acompañamiento personalizado y la seguridad en la residencia y el lugar de trabajo, esquema que está en evaluación por la Unidad Nacional de Protección.
Aunque las autoridades no revelaron la identidad de la persona señalada como responsable de las amenzas, horas antes el abogado Abelardo De La Espriella publicó en sus redes socailes una citación de la Fiscalía a nombre de un hombre identificado como Candelario del Cristo Rómulo Bravo. “Luego de que la Fiscalía identificara al autor de las amenazas, nuestra firma inició las acciones legales pertinentes y el próximo 7 de julio será la audiencia de formulación de imputación y medida de aseguramiento contra la persona que amenazó al médico José Julián Buelvas Díaz”, escribió el jurista.
La historia
A través de un video subido a redes sociales, el médico intensivista José Julián Buelvas contó que el lunes 8 de junio, al llegar a su lugar de trabajo en el hospital Adela de Char del municipio de Soledad, Atlántico, encontró un panfleto y una corona fúnebre a su nombre. Además, en el texto le decían que si no se iba lo iban a matar a él y a su familia.
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Inicialmente se habló que las amenazas se generaron por no haber prestado atención a una mujer que habría muerto de coronavirus en ese centro médico. El panfleto lo acusaba de negligencia médica y le daban 24 horas para renunciar a la clínica.
Los hechos generaron la solidaridad del propio presidente Iván Duque y el ministro de Salud, Fernando Ruiz, quienes pidieron a las autoridades abrir una investigación y castigar a los responsables del hecho.
Luego, en entrevista con SEMANA, Buelvas dijo que perdonaba a las personas que lo habían amenazado y contó los problemas nerviosos que el hecho había generado en sus familliares, sobre todo en su hija menor de edad.