Nación
Amnistía Internacional condenó el ataque a la Minga Indígena en Cali y pidió “cesar la violencia”
Al menos nueve indígenas resultaron heridos tras ser atacados con armas de fuego.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Érika Guevara Rosas, hizo referencia en las últimas horas a los hechos registrados en el sur de Cali en los que al menos nueve indígenas resultaron heridos tras ser atacados con armas de fuego mientras se dirigían a una protesta en la ciudad, epicentro de las manifestaciones que sacuden el país desde el pasado 28 de abril.
Guevara aseguró que los ataques por parte de civiles armados, algunos de ellos a pesar de la presencia cercana de la Policía, reflejan dinámicas de violencia que no se han logrado detener en Colombia y que se han profundizado en el contexto de las recientes protestas sociales que atraviesa el país.
“Históricamente, los pueblos indígenas y afrodescendientes han sufrido desproporcionalmente las consecuencias de la violencia, el conflicto armado y la falta de protección del Estado. Es inaceptable que los llamados urgentes a las autoridades para prevenir la violencia armada no fueron atendidos inmediatamente”, afirmó la directora de la organización.
Por el contrario, Guevara rechazó el hecho de que las versiones oficiales de los acontecimientos, incluido un comunicado de prensa emitido por la Policía Nacional, solamente responsabilizaran de los hechos a la Minga Indígena.
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La directora de la organización, que promueve el respeto de los derechos humanos en más de 150 países, agregó que hasta el momento se han reportado decenas de personas muertas y cientos de heridos y desaparecidos.
“La Minga Indígena teme por la vida de sus integrantes, inclusive de quienes se encuentran hospitalizados. Hacemos un llamado urgente al Gobierno de Iván Duque para que cese la represión, la estigmatización de la protesta y para que garantice que los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes que acompañan el Paro Nacional cuenten con todas las garantías y protección de sus derechos humanos”, concluyó.
Las versiones de lo sucedido
Los indígenas de la vecina región del Cauca han llegado a Cali para unirse a los protestantes que mantienen barricadas en diferentes puntos de la ciudad. No obstante, desde hace más de una semana se han registrado múltiples bloqueos que han provocado desabastecimiento de alimentos y combustibles en la capital del Valle del Cauca.
Según la versión del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), expresada en un comunicado público, una caravana de indígenas fue atacada en la tarde del pasado domingo por “policías y civiles armados en conjunto”, en hechos en los que al menos nueve indígenas resultaron heridos con armas de fuego, tres de los cuales tienen “lesiones graves”.
La Policía Nacional, entre tanto, aseguró en un boletín de prensa que los uniformados se encontraban en la zona atendiendo “el llamado de auxilio de la comunidad (...) que estaban siendo atacados por un grupo de indígenas” acusados de lesionar a cuatro personas “con armas cortopunzantes y objetos contundentes” e incinerar y vandalizar varios vehículos.
El presidente de Colombia, Iván Duque, habló en horas de la noche del pasado domingo y le pidió a los indígenas que retornaran a sus territorios en el departamento del Cauca “para evitar confrontaciones innecesarias”.
En una segunda intervención, el mandatario ordenó a su ministro de Defensa, Diego Molano, “garantizar el mayor despliegue (...) de la fuerza pública” en Cali.
La crisis estalló el pasado 28 de abril en varias ciudades del país, cuando se inició un Paro Nacional en rechazo a una reforma tributaria presentada por el Gobierno de Colombia. Desde entonces las manifestaciones han derivado en graves hechos de violencia que han dejado muertos, heridos y desaparecidos.
Según autoridades, al menos 27 personas han muerto durante las protestas (la mayoría por disparos) y tres miembros de la fuerza pública han sido heridos con armas de fuego. No obstante, la ONG Temblores, especializada en revisar presuntos casos de abuso de autoridad, ha reportado 47 muertos.
Finalmente, la Defensoría del Pueblo asegura tener “evidencia de presuntas acciones de disparos o agresiones desde carros no identificados” contra la caravana de indígenas en Cali.