Nación
Andrea Padilla habla en SEMANA del aumento de casos de abuso sexual a perros en Colombia
La ley 1774 de 2016 es la que protege a los animales contra el maltrato. La Senadora animalista lucha para que la violación sexual a estos seres, sea un delito autónomo.
SEMANA: Cuántos casos de violación sexual de perritos han identificado en Colombia
Andrea Padilla, Senadora colombiana por los derechos de los animales (A.P.): Según información oficial, entre enero de 2019 y agosto de 2023 han cursado 45 procesos por delitos de maltrato animal agravados por abuso sexual de animales. Sin embargo, la cifra de actos sexuales abusivos con animales debe ser elevadísima. Estos 45 son casos que se han denunciado, quizás por su gravedad, y porque ha habido quien los registre, pero hay regiones del país donde violar a animales, de distintas especies, es considerado normal; incluso, una práctica cultural.
SEMANA: ¿Qué condena puede tener los que incurran en este delito?
A.P. Bajo la legislación actual, quien viole a un animal, cualquiera sea su especie, no comete un delito, sino, acaso, un maltrato sancionable con multa. Si ese abuso va de la mano de una conducta considerada delito puede haber una sanción mayor, dado que abusar sexualmente de un animal es un agravante. Sin embargo, esta sanción difícilmente será la cárcel, puesto que el delito contra un animal es excarcelable. De manera que para que un violador de animales vaya a la cárcel, tiene que haber cometido alguna conducta grave, tipificada en el código penal, y dar con un juez que quiera hacer justicia. Aunque el Grupo especial de lucha contra el maltrato animal (Gelma) de la Fiscalía está comprometido, trabaja incansablemente y ha dado resultados, su capacidad institucional y su marco normativo son dramáticamente limitados. En Colombia no hay justicia para los animales.
Lo más leído
SEMANA: Cómo se puede explicar este tipo de actos tan despreciables
A.P. El abuso sexual de animales, conocido como bestialismo, pues ser la manifestación de un profundo trastorno psiquiátrico. Pero, además, cuando se acepta como práctica cultural, puede ser el síntoma de descomposiciones sociales que aquejan a sectores de la sociedad. Un animal, como un niño, son lo más frágil y vulnerable. Abusar sexualmente de alguno de ellos es muestra de un profundo desprecio por la vida. Y si los pongo en serie es porque no deben considerarse de forma aislada: violentar sexualmente a un animal es una alerta social.
SEMANA: Qué está haciendo desde el senado para evitar que siga pasando
A.P. Con mi equipo radicamos el proyecto de “Ley Ángel” (lo llamamos así, en homenaje a un perrito que fue despellejado estando consciente) para endurecer las sanciones contra el maltrato a los animales y hacer más garantistas y expeditos los procesos. En este proyecto proponíamos que el abuso sexual de animales fuera considerado un delito autónomo, no un mero agravante como es hoy, pero lamentablemente esta propuesta fue eliminada en el primer debate, en la comisión primera de senado. Hoy la iniciativa avanza, pero sin esta disposición. Por eso nos dimos la pelea para incluir en el Plan Nacional de Desarrollo el artículo 41 que orden fortalecer la capacidad institucional de respuesta al maltrato animal; principalmente del Gelma y de la Policía. También hay que insistir en la importancia de denunciar.