NACIÓN

"Lo que más me atemoriza es que mi hijo pueda sufrir": Andrés Felipe Villamizar

El representante a la Cámara responde a las acusaciones de maltrato físico formuladas por su esposa. Insiste en que la familia de ella, en cabeza del técnico deportivo Jorge Luis Pinto, ha protagonizado episodios de violencia. Así cuenta su historia.

9 de agosto de 2017
| Foto: SEMANA

SEMANA: Su esposa, Verónica Pinto, denunció en medios supuestos maltratos físicos de parte suya. ¿Qué responde? 

Andrés Felipe Villamizar: Esta es una historia muy dolorosa para mí, porque me casé hace un poco más de un año con Verónica Pinto, con mucho amor e ilusión, tuvimos un hijo, pero mi matrimonio fue todo menos un cuento de hadas. Contrario a lo que ella sostiene, ella ha sido quien me ha maltratado física y emocionalmente. Incluso ha puesto en riesgo la integridad física de mi hijo, que hoy tiene nueve meses. Eso me llevó a irme de la casa hace más de seis meses. Ahora sus mentiras, sumadas al temor que me da que algo le pase a mi hijo, me obligan a contar la versión de los hechos.

SEMANA: ¿Usted denunció ese maltrato?

A.F.V.: Acudí a las autoridades competentes. Cuando me fui de la casa, a la Policía de Infancia y Adolescencia, para asegurarme de que mi hijo estuviera en buen estado, y llevé mi caso a una comisaría de familia. Interpuse una medida de protección que fue otorgada a mi favor. Posteriormente, y luego de más agresiones, Verónica volvió a agredirme y a poner en riesgo la vida de mi hijo. El Estado me dio la razón: una comisaría de familia otorgó la custodia del menor a mi nombre. Por último puse una demanda de divorcio, en aras de que podamos finalizar este capítulo tan amargo para nuestras vidas.

SEMANA: Su esposa no ha pedido formalmente la custodia del menor. ¿A qué cree que se debe eso?

A.F.V.: No lo tengo claro. Yo simplemente solicité ante la comisaría de familia la custodia, porque en ese momento había un riesgo contra mi hijo. Nunca me he explicado por qué ella no quiere la custodia. Siempre ha habido inconvenientes en cuanto a las visitas porque la comisaría no las reglamentó. Posteriormente, llegamos a un acuerdo mutuo para las visitas. Me da miedo cada vez que ella está con el bebé.

SEMANA: ¿En qué momento empezaron a surgir las agresiones?

A.F.V.: Tuvimos un par de incidentes de agresiones fuertes durante nuestro noviazgo, pero nunca dimensioné que terminarían en lo que pasó. Pensé que era por el estrés del embarazo o del matrimonio. Ya en el matrimonio las agresiones se hicieron más recurrentes, más repetitivas, más duras y afectaron a otras personas de nuestro entorno. Eso me dificultó continuar la vida de pareja y por supuesto proteger la integridad de mi hijo, que es lo que más importa en este caso.

SEMANA: ¿Recuerda algún incidente específico?

A.F.V.: El día que yo tomé la decisión de irme de la casa fue el 14 de marzo de este año y ese día tuvimos un altercado en un lugar público. El niño estaba presente y ella se puso muy agresiva conmigo. Yo le dije que no se fuera a llevar al niño en ese estado, íbamos en vehículos diferentes y lo traté de proteger llevándolo conmigo. Ella no solo me agredió, sino también a mi escolta y a mi conductor. Todo esto fue en lugares públicos. Finalmente, ella me lo arrebató y se lo llevó en el vehículo, manejando, sin ninguna protección. Eso me generó una alerta muy fuerte, muy grande. Una cosa es que ella me muerda, me golpee y me amenace de muerte, pero otra muy distinta es que ponga en riesgo la integridad de mi hijo.

SEMANA: ¿Usted la ha golpeado a ella? Ella ha dicho que usted la agredió en diferentes ocasiones...

A.F.V.: Nunca la agredí, nunca la toque con mi fuerza. ¡Jamás! Yo sería incapaz de hacerlo. Por el contrario, ante las agresiones siempre trataba de protegerme para quedarme quieto de cualquier tipo de incidente. Es más, en ocasiones la defendí de agresiones de familiares que ejercieron contra ella.

SEMANA: ¿A qué familiares se refiere?

A.F.V.: En mi presencia hubo hechos de agresión con miembros de su familia. No quisiera ventilar eso a la luz pública, pero sí, tanto de la madre como el padre presencié actos de violencia y eso me dolió mucho.

Puede leer: Insultos que matan

SEMANA: Este medio tuvo acceso a un video en el que, incluso ante un grupo de policías, Verónica es golpeada por un hombre. ¿Usted tiene la capacidad de identificar en esos videos de esas cámaras quién es el hombre? ¿Por qué nunca hubo denuncias de esa golpiza? ¿Usted tuvo claridad de cuándo fue?

A.F.V: Sí, eso sucedió el 10 de abril, el mismo día que ella llamó a mi oficina a decir que iba a hacerle daño al niño. Llegó un miembro de su familia, ella me está agrediendo y yo estoy acompañado de la Policía de Infancia y Adolescencia, y en algún momento la misma Policía me sugiere que filme lo que está sucediendo. Yo empiezo a hacerlo. Verónica se molesta mucho, toma un cuchillo y trata de agredirme. Sin embargo, la Policía le quita el cuchillo y esta persona, miembro de su familia, la golpea severamente.

SEMANA: ¿Quién era ese miembro de la familia? ¿Es identificable?

A.F.V: Sí, la persona que aparece en ese vídeo, agrediendo a Verónica es su padre, el entrenador de fútbol Jorge Luis Pinto.

SEMANA: ¿Cuál es su situación jurídica en este momento?

A.F.V.: La custodia la tengo yo, eso fue confirmado por un juez de familia. Adicionalmente, firmamos un acuerdo de divorcio donde ella reconoce que yo debo tener la custodia. Hay que reconocer que las decisiones administrativas de la comisaría tuvieron muy en cuenta que hay trastornos de carácter psiquiátrico, que hacen más difícil la relación. Por supuesto, me cuesta mucho trabajo dejar que mi hijo crezca en un entorno como este.  Yo quiero divorciarme, interpuse una demanda de divorcio. Eso quedó un poco parado porque en el acuerdo también contemplamos el divorcio, pero yo estoy esperando que ella cumpla el acuerdo que firmamos con todas las garantías para ella y para mí. Espero que sea el final de este capítulo y que mi hijo pueda crecer, tener una infancia sana en un ambiente cálido. Lo que más me atemoriza es que mi hijo pueda sufrir.

SEMANA: Usted es un congresista en un país en el que los políticos tienen bajos niveles de credibilidad, y en el que hay altos niveles de violencia contra la mujer. Ella se anticipó y denunció que la golpea. ¿Por qué la gente debería creerle a usted?

A.F.V.: Yo tengo todas las pruebas de los procesos que hemos llevado. Para que una comisaría le entregue la custodia de un menor a un padre, a un hombre, tiene que haber pruebas grandes de quién es la víctima y quién el victimario. Las cámaras de la portería de mi residencia no registran que la agredí y que ella, después de pegarme, sale manejando con el niño en los brazos sin ninguna protección. La Policía se da cuenta. Las pruebas están. Yo no quiero salir a ventilar esto que es tan privado, pero en los juzgados y comisarías aportaré todas las pruebas.

SEMANA: En plena campaña electoral. ¿Le ha informado esta realidad al Partido Liberal y a su equipo de trabajo?

A.F.V.: Yo le escribí una carta a la Dirección Nacional Liberal donde manifiesto que ya hay unos procesos judiciales al rededor de este caso de violencia intrafamiliar. He recibido solidaridad de mis amigos, quienes saben que esta ha sido una situación muy dolorosa.

SEMANA: Ella ha dicho que tiene un certificado de Medicina Legal en el que está incapacitada por diez días por violencia intrafamiliar. ¿Cómo lo obtuvo si usted no la maltrató?

A.F.V.: No tengo la más mínima idea. En el último episodio de violencia ella sale de mi casa en perfecto estado, con mucha alteración y poniendo en riesgo a nuestro hijo, pero ella está en perfecto estado, y no la agredo en ningún momento. No sé de ahí al momento que se expide el certificado de Medicina Legal qué haya hecho. Incluso, ese día tengo que llegar a la casa acompañado de la Policía, y en ningún momento ella baja a decirle a la Policía que fue agredida. Después del incidente me mandó al niño con su hermano.

SEMANA: ¿Ella antes había dicho que usted la había agredido en alguna parte?

A.F.V.: No, que yo sepa no. Ella no ha puesto denuncia contra mí ante ninguna autoridad que yo sepa. Ella ha amenazado con denunciarme, con hacer esto público. Me ha amenazado de muerte y con dañar mi carrera política.

SEMANA: ¿Ella ha amenazado al niño?

A.F.V.: En algunas ocasiones amenazó con matar a mi hijo, se comunicó con mi abogada y con mi oficina y dijo que si yo no aparecía, ella iba a botar al niño por la ventana. Incluso a mi abogada le manifestó que ya había botado al niño por la ventana y que no nos teníamos de qué preocupar.

SEMANA: ¿Qué otras acciones legales piensa interponer para proteger a su hijo?

A.F.V.: Seguiré demostrando que Verónica ha atentado contra nuestra integridad. No le voy a negar a él el derecho a estar con su madre ni el derecho a ella de estar con su hijo, siempre y cuando se den las condiciones de seguridad y por supuesto, que se compruebe que ella está en un tratamiento y que su salud mental es la adecuada para hacerse cargo del niño. Confío en que algún día tendremos esa tranquilidad.

SEMANA: Su padre, el doctor Jesús Villamizar ha tenido una trayectoria pública destacada, fue presidente del Banco Ganadero. Usted insiste en que él ha sido amenazado por Verónica ¿Qué ha pasado?

A.F.V.: En este proceso mi familia ha sido incondicional, y no solo ellos sino mis hermanos, mis primos, las personas más allegadas a mí han sido incondicionales, y he aprendido a entender este drama con todo el amor del mundo. Mis padres en especial han estado muy afectados, porque entre otras, ha habido amenazas directas contra ellos por parte de Verónica. Ella los ha acusado de calumnias que tendrá que comprobar ante la justicia. Eso me causa aún más dolor pues finalmente, por culpa de una relación mía, ellos han tenido que sufrir mucho. Como abuelos también se preocupan por lo que pueda pasar con mi hijo.

SEMANA: ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a quienes lean esta entrevista? 

A.F.V.: Yo hago un llamado a que la gente denuncie estos casos. hay muchos hombres en mi condición y nosotros no debemos sentir vergüenza. Mucho dolor sí, por supuesto, pero en ningún momento vergüenza. Invito a los hombres que también son víctimas de maltrato intrafamiliar a que denuncien. Me duele mucho porque mi hijo, cuando tenga uso de razón, me escuchará estas palabras, leerá esta entrevista y yo le tendré que dar explicaciones. Pero me vi obligado ante la situación como víctima, como hombre, como padre y figura pública a contar mi verdad.