Andrés Fernando Sepúlveda tendrá que responder por presuntas interceptaciones. | Foto: Archivo particular

NACIÓN

“Tengo información para terminar con el proceso de paz”

Las confesiones de Andrés Fernando Sepúlveda, el hacker que trabajó para Óscar Iván Zuluaga.

6 de mayo de 2014

Andrés Fernando Sepúlveda sorprendía de vez en cuando a sus seguidores de Twitter con sus confesiones de que tenía ganas de matar a alguien. Ahora acaba de sacudir al país por su protagonismo en el caso de una sede de espionaje ilegal allanada por la Fiscalía.

Según el ente investigador, desde allí, este hombre chuzaba ilegalmente los correos
de personas vinculadas al proceso de paz entre el Gobierno y las FARC en La Habana, Cuba.

La sorpresa es mayúscula al trascender la información de que Sepúlveda trabajaba en la campaña del candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, en redes sociales y en protección cibernética. La relación laboral fue aceptada por el propio aspirante a la Presidencia, quien se mostró tajante en que no sabía de sus actividades delictivas.

¿Quién es él?

Sepúlveda es un ingeniero que desde una oficina de un edificio de la calle 93B con 17 en el norte de Bogotá, manipulaba ilícitamente correos electrónicos cuya finalidad era "interferir" y "afectar" el proceso de diálogo entre la administración Santos y la insurgencia, según versión del fiscal general, Luis Eduardo Montealegre.

Semana.com habló con personas que, de alguna manera, tuvieron contacto con este experto en informática. Sepúlveda decía en sus charlas privadas que tenía en su poder información sensible sobre las conversaciones de paz en La Habana que, de ser publicadas, podría “terminar con ese proceso”.

Según él la información que había recaudado, evidenciaba exactamente lo que se estaba negociando en la isla.

En esas charlas Sepúlveda aseguró que él era quien manejaba las cosas “que no se podían saber”. En otras palabras, decía ser uno de los que estaban a la sombra en un grupo político. “En una campaña están los que figuran y los que están detrás. Yo soy uno de los últimos”, comentaba.

El ingeniero explicaba que era capaz de investigar a un candidato, sus cuentas de correo y todo lo que escribiera en sus cuentas de WhatsApp o Blackberry. En fin, Sepúlveda indicaba que estaba capacitado para interceptar las cuentas de los políticos y podía utilizarlas en una eventual “campaña sucia”. Todo esto lo decía sin revelar para qué sector político trabajaba.

¿Para quién trabajaba?

Las personas a las que les dio estos testimonios y que hablaron con Semana.com reiteraron que jamás les dejó saber para cuál movimiento político prestaba sus servicios.

Esas prácticas que Sepúlveda confesaba en la sombra quedaron en evidencia con el allanamiento a su oficina. El propio fiscal general Montealegre fue quien despejó las dudas sobre este personaje y lo que ocurría en su lugar de trabajo. Aseguró que desde el segundo piso del edificio en el cual funcionaba Sepúlveda, interceptaron correos del jefe de prensa de las FARC, un correo institucional del Gobierno y dos periodistas cubanos que cubren el proceso.

“Queremos establecer quiénes eran los destinatarios de la información que aquí se lograba”, declaró el alto funcionario.

Pero pronto se supo que Sepúlveda había trabajado para el Partido de la U y actualmente para la campaña del Centro Democrático. Resultó ser esposo de la comunicadora y actriz Lina Luna Rodríguez, quien desde enero trabaja para Óscar Iván Zuluaga.

Semana.com indagó en la hoja de vida de ella y supo que trabaja en asesorías y estrategias. Entre el 2011 y el 2013, estuvo en la oficina del estratega venezolano J. J. Rendón y durante tres más, fue socia de la empresa Marketing & Management Consulting. También fue asesora en el Senado y directora del Encuentro Nacional de Líderes Universitarios durante dos años.

En la tarde de este martes el propio Centro Democrático expidió un comunicado en el cual confirmó que “desde el pasado mes de enero y antes de iniciarse la campaña presidencial recibimos asesoría de la actriz Lina Luna para la elaboración de mensajes concretos de campaña y para transmitir en lenguaje sencillo las propuestas programáticas. Luego, en el mes de febrero, Lina Luna ofreció un equipo de trabajo para apoyar la campaña en redes sociales y seguridad informática, liderado por su esposo, Andrés Sepúlveda; un equipo creativo y publicitario encabezado por su cuñado Luis Carlos Sepúlveda y un apoyo en coordinación de equipos regionales por Jorge Ardila, tío de su esposo y de su cuñado".

La campaña agrega que "durante estos tres meses este grupo familiar ha desarrollado las tareas convenidas a plena satisfacción de la campaña y sin ninguna queja de parte nuestra. Por lo tanto, manifestamos nuestra sorpresa mayúscula ante la posibilidad de que un acto ilegal se hubiera ejecutado en una de las oficinas desde donde prestaban sus servicios".

En la tarde de este martes, Sepúlveda enfrentaba un cúmulo de transgresiones a la ley. La Fiscalía puso sobre la mesa la imputación de los delitos que incluyen violación ilícita de comunicaciones, interceptación de datos informáticos y espionaje. Algunos datos de fuentes judiciales indicaban que Sepúlveda, al verse acosado por las pruebas, podría aceptar los cargos y negociar una eventual condena.

Una familia dolida


Los familiares de este ingeniero aparecieron en la noche de este martes. Su papá, Moisés Sepúlveda, llegó al complejo judicial de Paloquemao. Con la angustia natural de un padre cuyo hijo atraviesa por una difícil situación, aseguró que su hijo Andrés "sería incapaz de cometer un delito porque es una persona de buen nombre”.

El argumentó que su hijo "ha colaborado con diferentes organismos del Estado para combatir la delincuencia”, pero dijo desconocer si ha trabajado para las Fuerzas Militares. “Si uno combate a la delincuencia, no puede ser un delincuente”, añadió.

“Con toda la seguridad le puedo decir que no ha incurrido en ninguna conducta irregular ni ahora ni en sus 31 años de vida. No ha comprado ni vendido información”, concluyó el padre de Sepúlveda.

La exigencia de Santos

Entretanto, el presidente Santos se mostró perplejo por las actividades que realizaba este hombre. "Me parece muy grave, muy grave que cualquier persona o cualquier organización esté deliberadamente tratando de sabotear el proceso de paz a través de interceptaciones ilegales”, aseveró.

Santos informó que le pedirá al fiscal Montealegre realizar las investigaciones necesarias para descubrir quiénes y con qué propósito tenían montada esa sala de interceptaciones ilegales.

“Eso me parece de inmensa gravedad y por eso le voy a pedir al señor fiscal que por favor llegue al fondo de este asunto. Este tipo de acciones ilegales no se puede permitir bajo ninguna circunstancia y vamos a ver quién está detrás de eso y por qué”.

Para el mandatario, “el país necesita saber quién está detrás de esta actuación ilegal y totalmente rechazable por el pueblo colombiano”.