NACIÓN
Ante Procuraduría, patrullero acepta que a Javier Ordóñez lo golpearon en el CAI
Durante el juicio de la Procuraduría contra los dos uniformados implicados en el asesinato del estudiante de Derecho se conocieron nuevos detalles del procedimiento.
Este miércoles, ante la Procuraduría General de la Nación declaró el expatrullero Harby Rodríguez, testigo de la muerte de Javier Humberto Ordóñez el pasado 8 de septiembre en Bogotá. Rodríguez señaló que el estudiante de Derecho fue golpeado por el otro patrullero implicado, Juan Camilo Lloreda, al interior del CAI del barrio Villa Luz.
“Juan Camilo Lloreda lo golpeó con sus pies unas cuatro veces en la parte del estómago y las costillas. Había un grupo de personas que estaban peleando, una mujer y un hombre en el piso, entre ellos había sujetos de la barra de Millonarios que, al parecer, habían tenido problemas con Javier y sus acompañantes”, contó Rodríguez.
Harby Rodríguez indicó además que le pidió a Lloreda que no golpeara más a Javier Ordóñez cuando estaba en el CAI de Villa Luz, pero que tuvo que salir un momento y en el lugar quedaron únicamente el patrullero y Javier. Cuando regresó al CAI, se dio cuenta de que el estado salud de Ordóñez estaba bastante deteriorado y fue en ese momento cuando decidieron subirlo a un vehículo para llevarlo al Hospital de Santa María del Lago, donde según varios testigos finalmente falleció.
El relato del patrullero Rodríguez inicia contando que llegaron al lugar para atender una riña que se estaba presentando, según informó un vecino del sector de Villa Luz, en el occidente de Bogotá. Algunas personas que estaban allí se quedaron viendo la escena en la que estaba no solamente el estudiante de Derecho Javier Ordóñez sino también un amigo suyo.
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En otro momento, manifestó que tuvieron que arrancar en motocicleta y en ese instante fueron atacados por Javier Ordóñez. Según el relato que dio el patrullero ante el Ministerio Público en el marco de la audiencia que se adelanta, Lloreda habría sido golpeado por Ordóñez en su cabeza y rostro. De hecho, agrega en su testimonio que tuvo que hacer un disparo para que las dos personas que estaban con Ordóñez no lo atacaran como venía ocurriendo. Dice que hubo varias descargas de taser, “aproximadamente 3 o 4” porque “él era un señor muy grande, con muchísima fuerza”.