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La historia del joven colombiano detenido en Venezuela sin orden judicial

Juan Pedro Lares fue sacado de su casa el 30 de abril en el estado de Mérida. Ahora se encuentra preso en la cárcel el Helicoide de Caracas, junto con decenas de presos políticos, sin que se haya evidenciado la existencia de una orden de arresto en su contra.

16 de agosto de 2017

El Helicoide debió ser la mayor obra arquitectónica de la ciudad de Caracas. Un edificio moderno construido sobre una colina en forma de espirales sucesivas capaces de contener 320 locales comerciales y un hotel de cinco estrellas, además de un parque infantil y un estudio de televisión productos del boom petrolero de los años cincuenta en Venezuela.

La obra fue alabada por artistas del tamaño del poeta Pablo Neruda, pero terminó siendo una prisión. Su construcción demoró prácticamente 30 años hasta que se pudo instalar en su cima la cúpula geodésica que hizo del complejo un ejemplo de los gigantescos proyectos inacabados de Caracas, junto con la torre de David. Después de todo ese tiempo, poca gente quiso arrendar locales en el lugar y el Gobierno tuvo que encontrar un uso para el enorme espacio vacío.

Mientras que en varios pisos de la torre moran habitantes de calle e invasores, en el Helicoide se encuentra parte de la sede del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y más de 100 presos políticos, entre los que están varios estudiantes de la ciudad de Mérida, según denuncia el secretario general de la Federación de Centros Universitario, Eloi Araujo.

De acuerdo con lo que pudo comprobar Ramona Emilia Rangel Colmenares, en una de sus celdas también está encerrado el ciudadano colombo-venezolano Juan Pedro Lares, su hijo, secuestrado el 30 de julio en su casa.

A partir de la información que le entregaron los funcionarios de la Cancillería colombiana que pudieron visitarlo, Ramona supo que Juan Pedro Lares se encuentra en buen estado de salud y se está alimentando correctamente a pesar de que lleva 15 días detenido en el lugar sin que presuntamente medie orden de arresto en su contra.

¿Quién es Juan Pedro Lares y por qué lo arrestaron?

Desde pequeño, a Juan Pedro le han dicho Juanpi los miembros de su comunidad. Rosa Flores fue su profesora en la escuela primaria y lo ha visto crecer. Para ella, él siempre fue un niño respetuoso, un joven querido en el pueblo que comenzó a cursar estudios universitarios pero tuvo que dejarlos por la crisis que aquejó a Venezuela.

"Le inquieta la inseguridad e inestabilidad que vivimos los venezolanos, sin embargo, es respetuoso y acata las normas y leyes establecidas" afirmó Rosa, quien se dijo sorprendida por la captura.

Después de abandonar su carrera de diseño, Juan Pedro se dedicó a montar un autolavado en el estacionamiento de su casa antes de viajar a Bucaramanga a buscar mejor suerte, pero regresó después de lavar motocicletas durante unos meses porque extrañaba a su familia.

Juan Pedro nunca se interesó en la política. Su "pecado", dicen los que conocen el caso, a lo mejor fue haber sido el hijo del alcalde del municipio de Campo Elías, ubicado en el estado de Mérida. Omar Lares es un mandatario opositor al Gobierno de Nicolás Maduro desde 2013. Juan entonces tiene nacionalidad venezolana por parte de su padre y colombiana por su madre.

En 2005, Omar sufrió un atentado en el que le propinaron 3 disparos y en 2010, presuntos miembros de grupos civiles armados incendiaron y saquearon su domicilio familiar, antes de que fuera elegido alcalde. Desde entonces su situación se complicó cada vez más, hasta que la tensión reventó con la manifestaciones previas a la realización de la Asamblea Nacional Constituyente propuesta por el presidente Nicolás Maduro el 30 de julio de 2017.

Como edil, Omar rechazó acatar la orden de reprimir las marchas y los bloqueos a las vías de acceso a Campo Elías con la excusa de ya no tener jurisdicción sobre su policía, pero luego recibió una orden de captura por ser presuntamente "responsable de financiar la logística de los terroristas que asediaron desde hace días a los habitantes de Ejido", según dijo en su momento el jefe del Gabinete de Seguridad y Paz del estado de Mérida, Óscar Aponte Landaeta.

Por ese motivo es que el día de la agresión, la familia Lares-Rangel se encontraba atrincherada en su casa, con puertas trancadas y ventanas cerradas y bloqueadas. A pesar de eso, más de 100 agentes de la guardia bolivariana, el Sebin y grupos civiles armados  -cuenta la ONG Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea)-irrumpieron en el domicilio para arrestar a Omar Lares y al no encontrarlo se llevaron a su hijo. Desde entonces se desconocía su paradero.

El día de la captura

Ramona es la que con más precisión cuenta lo que sucedió el día del ataque en que las fuerzas de Gobierno se llevaron a su hijo. Desde la noche anterior al incidente, una tanqueta se paró frente a su casa. Por altavoz, les avisaron que estaban preparados para contener las manifestaciones que se desplegarían durante las elecciones en contra de la Asamblea Nacional Constituyente. Pero el aviso resultó ser una amenaza.

"Eran las dos de la tarde, estábamos los cuatro, mi hijo de 13, Jesús Lara, mi hijo de 23 secuestrado, mi esposo Omar y mi persona. Escuchamos que golpeaban la puerta de manera brusca y le dije a mi hijo, ‘hijo, ¡coloque las trancas!‘. Rápidamente se escucharon detonaciones para romper el cilindro. Cuando mi cuñada Lourdes me dijo, ‘¡Ramona, está la guardia, salgan!‘. Entonces salimos corriendo hacia la parte trasera de la casa. Vivimos en una casa colonial que comprende casi que una cuadra de extensión detrás de la que hay un polideportivo, nos trepamos a los techos, pero mi hijo no pudo salir...", explica Ramona.

De acuerdo con su tía Liliana Rangel, los atacantes no lograron penetrar por la puerta principal, por lo que ingresaron por las ventanas de la residencia. Mientras trataban de escapar por atrás, Juan Pedro dejó adelantarse a su padre porque él no tenía orden de arresto. "No te preocupes, no me van a hacer nada" reporta Liliana que dijo, hasta que un helicóptero lo avistó en el techo de su casa y lo capturaron los miembros del Sebin.

Durante varios días, nadie supo de su paradero y el propio secretario general de la OEA, Luis Almagro exigió su aparición, pero de acuerdo con su madre, fue la presión de la cancillería colombiana la que ayudó a que apareciera, una vez que El Universal de Caracas indicó que los presos políticos de la organización estudiantil Liberación 23 retenidos en el Helicoide confirmaron haberlo visto ingresar a la prisión.

El miércoles 16 de agosto, después de 15 días de búsqueda por fin pudo verlo su madre, Ramona Emilia Rangel Colmenares, quien solicita ahora su pronto liberación, debido a que asegura que no existe orden de arresto en contra de su hijo. Hasta el momento las autoridades venezolanas no se han pronunciado al respecto.