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"Apiadémonos un poco unos de otros": Mockus explica la respuesta a las burlas por su enfermedad

El senador conversó con SEMANA sobre lo que trató de expresar con su video viral. "Vi la opción de fastidiarme o de utilizarlo para fines más nobles", dijo. Esta es la lección del profesor.

16 de marzo de 2019
Antanas Mockus respondió a las burlas con un video que se hizo viral. | Foto: Juan Carlos Sierra

Antanas Mockus intenta explicar el significado de su gesto. El de ese video que se viralizó esta semana, con el que contestó las burlas sobre su enfermedad de Parkinson. El senador da algunos rodeos y traza varias ideas que terminan inconclusas. Intenta comparar lo que hizo con un noviazgo, pero a mitad de camino se arrepiente. "Estoy teorizando demasiado, esto es solo un objeto", dice sosteniendo el perro de juguete que mueve la cabeza como sincronizado con el temblor constante de sus manos. "Este objeto tiene muchos sentidos, y yo espero que tenga un sentido de apiadémonos un poco unos de otros".

Hace diez años, el senador fue diagnosticado con el mal de Parkinson. Un padecimiento que se hizo evidente este martes ante las cámaras, durante la primera réplica televisada que se le hace a un presidente en la historia. Juanita Goebertus, representante de la Alianza Verde, asumió la vocería de los partidos de oposición y expresó su rechazo a las objeciones que Iván Duque le hizo a la ley estatutaria de la JEP. Detrás de ella, en el encuadre del video que se difundía por todos los canales nacionales, Mockus estaba parado entre otros once congresistas, frente al Capitolio. Durante la alocución, el senador no paró de mover su cuerpo y de hacer gestos naturales de su enfermedad.

Esa imagen desató las burlas en las redes sociales. Entre tantas, lo compararon con los perros de juguete que usualmente ponen sobre las guanteras de los carros, y que mueven la cabeza al ritmo de los saltos del vehículo. Mockus se enteró de las reacciones que, dice, le generaron un "sentimiento jarto".

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"Vi la opción de fastidiarme o de utilizar para fines más nobles una figura que se me pareció, la cara que yo ponía era la del perrito". Con el perro en sus manos, el profesor, el matemático, intenta explicar cómo funciona. "Funciona como un péndulo, tiene una variedad de movimientos muy grande". Y luego agrega, sin abandonar el tono pedagógico: "Cuando alguien trata de burlarse de mí, trata de maltratarme, yo le respondo de una vez bien fuerte. Entonces la búsqueda de una respuesta fuerte es el perrito".

"Cuando alguien trata de burlarse de mí, trata de maltratarme, yo le respondo de una vez bien fuerte. Entonces la búsqueda de una respuesta fuerte es el perrito".

Mockus le contó la idea a su equipo de trabajo en el Congreso y ellos, que a veces tardan días trabajando sobre una sola idea, la aprobaron al instante con saltos de alegría. Uno de ellos, a cargo de las comunicaciones, salió corriendo a San Victorino a buscar el encargo. Allá, donde se encuentra de todo, los famosos perros estaban escasos. Finalmente apareció uno y lo compró por 10.000 pesos.

"Decir cosas con palabras es una opción, decir cosas con pequeños trayectos de acción es otra. Esto se volvió denso en significados".

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A la 1:46 de la tarde del miércoles, cuando no había pasado ni un día de la réplica, publicó un video de seis segundos en su cuenta de Twitter. Aparecía con el perro en sus manos y ambos, como si se hubieran puesto de acuerdo, movían la cabeza de un lado para otro. Mockus se acercó al juguete y le dio un beso, luego soltó una sonrisa. El video -el viernes en la noche- tenía un millón de reproducciones, 87.322 "me gusta" y 26.156 "retuits". También salió en los noticieros y se replicó en los portales de noticias. Mockus fue tendencia en las redes sociales con reacciones positivas a su gesto, que iban entre la conmoción y la admiración.

"Decir cosas con palabras es una opción, decir cosas con pequeños trayectos de acción es otra. Esto se volvió denso en significados".

Bajarse los pantalones en el Congreso y en el auditorio de la Universidad Nacional. Lanzarle un vaso de agua en la cara a un interlocutor. Disfrazarse de superhéroe y salir a recorrer las calles. Casarse entre tigres de bengala y sobre el lomo de un elefante, recordando el proceso 8.000. El profesor lo volvió a hacer. Con un gesto sencillo mandó un mensaje masivo.

¿Qué momentos le traen felicidad? Mockus dice que cuando siente que la gente ha comprendido algo. "Siento que puedo entenderme con cualquier colombiano. Pertenezco mucho a Colombia, el exilio para mi sería absolutamente inaceptable". Pero el párkinson le dificulta, cada vez más, eso de hacerse entender. Al menos con palabras. Cuando habla, es normal que corte sus frases, agache la cabeza o guarde silencio por varios segundos. Pero siempre retoma, lo vuelve a intentar. "Del párkinson he aprendido que uno tiene un cerebro que es un aparato delicado, con cantidad miles de conexiones, que si fallan empieza a uno a temblar o a quedarse congelado. Me acuerdo de la primera neuróloga que me vio. Me dio un consejo que hasta ahora estoy empezando a aplicar. Es decir, 10 años más tarde entiendo por qué me dijo que cuando me quedara congelado, girara".

Mockus recuerda que ya de adolescente era un poco tartamudo. "Entonces esto es como recuperar en parte la infancia. La gente dice no hable de eso, no subraye eso, pero yo lo saco a bailar. El párkinson es un señor que de vez en cuando saco a bailar y que me ayuda, que me da pistas sobre qué es voluntario y qué no". Y sigue en la brega por comunicarse. Va a clases de canto porque eso le sirve para soltarse. Así como hablar pasito."La gente me entiende y no tartamudeo cuando hablo así".

"El párkinson es un señor que de vez en cuando saco a bailar"

Pero incluso cuando las palabras le cuestan, el profesor encuentra una forma sencilla para hacerse entender y, sobre todo, para conectarse con los colombianos como ningún otro político sabe hacerlo. Así sea con un juguete sencillo entre sus manos temblorosas.