Nación
Aplausos de varias cuadras a la Policía motorizada que acompañó marchas en Colombia contra reformas del Gobierno Petro
Las personas asistentes a las manifestaciones de este sábado 29 de octubre tuvieron ese gesto con las autoridades presentes.
En el trascurso del desarrollo de la ‘Gran Marcha Nacional’, que dio inicio a las 10:00 a.m. de este sábado 29 de octubre, la senadora de la República por el Centro Democrático, María Fernanda Cabal, compartió por medio de su cuenta oficial de Twitter un video en que se evidencia a los asistentes de la gran manifestación, aplaudir y respetar a los uniformados que les custodiaban para que las movilizaciones no fueran permeadas por la violencia.
En ese sentido, la congresista resaltó en su trino el gesto que tuvieron los manifestantes para enaltecer y dar valor a los uniformados motorizados que vigilaban que la marcha siguiera rumbo.
“Los colombianos amamos a nuestra @PoliciaColombia, los apoyamos y agradecemos su labor. El que toca un policía, nos toca a todos. #DiosYPatria”, cita el tuit de la senadora del Centro Democrático.
Los colombianos amamos a nuestra @PoliciaColombia, los apoyamos y agradecemos su labor. El que toca un policía, nos toca a todos.#DiosYPatria 🇨🇴💚 pic.twitter.com/vav1g94w6M
— María Fernanda Cabal (@MariaFdaCabal) October 29, 2022
Pero la congresista Cabal no fue la única en destacar la labor de la Policía y el buen gesto de los ciudadanos en aplaudir a los uniformados. Esto mismo hizo el concejal de la capital del país, Emel Rojas, quien también valoró y apoyó la gran labor de los policías, no solo por cuidar las movilizaciones, sino por su esfuerzo y dedicación para defender al país.
“Un aplauso para el ESMAD y la Policía Nacional. Siempre tendrán mi apoyo. ¡Héroes!”, trinó el funcionario público de Bogotá.
Un aplauso para el ESMAD y la Policía Nacional. Siempre tendrán mi apoyo.
— Emel Rojas (@EmelRojasC) October 29, 2022
¡Héroes!
#ALaCalleEl29 pic.twitter.com/AEcroaEbBF
Por otra parte, cabe recordar que el día anterior, es decir, el viernes 28 de octubre, el panorama en las manifestaciones de la primera línea, donde pedían la libertad de sus colegas capturados por generar violencia en movilizaciones y protestas durante las diferentes jornadas del pasado paro nacional, fue todo lo contrario.
Este viernes la primera línea quería tomarse arbitrariamente el búnker de la Fiscalía mientras ‘protestaba’, no obstante todo terminó en enfrentamientos con el Esmad. En ese mismo sentido, y con los antecedentes de refriegas violentas en sedes judiciales en diferentes partes del país, la Policía estaba atenta en la ciudad de Bogotá a una protesta que tenía como cita el búnker de la Fiscalía en la capital del país. Los manifestantes marchaban de manera pacífica por la avenida La Esperanza y anunciaron su llegada a la plazoleta del búnker; algunos quisieron llegar hasta las puertas de ingreso.
El personal de seguridad de la Fiscalía, desde hace más de un año, dispuso de unas vallas en los alrededores de la plazoleta del búnker para evitar que las frecuentes manifestaciones que se hacen en este punto de la ciudad afecten el ingreso y la salida de funcionarios y usuarios de los servicios de la Fiscalía.
Ese fue justamente el problema que motivó un enfrentamiento entre los manifestantes y la Policía que estaba dispuesta en este sitio con anticipación para evitar justamente lo que ocurrió, que quienes hacían parte de la protesta intentaran ingresar al búnker. El personal de seguridad en esta sede de la Fiscalía le contó a SEMANA la delicada situación que se vivió por cuenta del intento de llegar a las puertas del búnker.
Fue necesaria la intervención del Esmad –ahora Unidad de Diálogo– para evitar que los manifestantes llegaran a la puerta y se encontrarán de frente con los funcionarios que, a esa hora, salen o entran de sus actividades diarias en el búnker. Los manifestantes se enfrentaron a la Policía y arrancó la revuelta.
Lo que, hasta esa hora, era una manifestación pacífica, se convirtió en un enfrentamiento violento con las autoridades que debieron utilizar gases lacrimógenos y bombas aturdidoras para evitar que llegaran a la puerta de ingreso en la sede más importante de la Fiscalía en el país.