| Foto: Juan Carlos Sierra

NACIÓN

Los congresistas no se rebajaron el salario, pero tampoco se lo van a aumentar

El Senado aprobó en primer debate una reforma que congela el sueldo de los parlamentarios. El Centro Democrático asegura que sí se trata de una reducción pues solo se ajustaría en 80 mil pesos, mucho menos que la inflación.

8 de noviembre de 2016

Alfredo Rangel, senador del Centro Democrático, calificó de “histórica” la decisión de la Comisión Primera del Senado, que tras varios intentos, por primera vez aprobaba un proyecto para “reducir en términos reales” el salario de los congresistas. Este martes, por 12 votos contra 2, se aprobó la reforma constitucional propuesta por el senador uribista.

El proyecto es de la senadora Paola Holguín, plantea que al momento en que se apruebe la reforma (apenas ha superado uno de ocho debates) la asignación de los miembros del Congreso de la República será reajustada anualmente en el mismo valor en pesos en que se incremente el Salario Mínimo Mensual Legal Vigente por parte del gobierno nacional. Este incremento será por el término de los próximos cuatro años.

Según el senador Rangel, ponente de la inciativa, esta sí propone una reducción al salario de los congresistas. “Cuando a una persona no le incrementan su salario en una proporción similar a la inflación, de hecho, hay una reducción”.

Dice el senador del Centro Democrático que el incremento de la asignación salarial de los congresistas para el 2018, según la fórmula vigente, podría ser de  2,8 millones. Pero con su proyecto sólo les será incrementado el salario por el monto en que se incremente el salario mínimo. Es decir, a los congresistas se les incrementaría el salario en $80.000 aproximadamente.

“Acumulando esa rebaja, dice Rangel, en términos reales el salario de los congresistas disminuiría de 40 a 32 salarios mínimos legales vigentes”.

El debate nacional sobre el salario de senadores y representantes a la Cámara se ha venido planteando en buena medida por el sentimiento de indignación en buena parte de la opinión pública, que considera que los parlamentarios ganan un elevado salario mensual que a veces no se justifica con su trabajo, pues son frecuentes las noticias del ausentismo de los congresistas, y que las jornadas legislativas se reduzcan a 8 horas los días martes y miércoles.

Pero en el Congreso el espinoso debate tuvo lugar por cuenta de dos proyectos de reforma constitucional. Uno del senador Rangel y otro de la senadora Claudia López (Alianza Verde), que pretendía bajar la mesada que reciben los legisladores de 40 salarios mínimos a 25. Esto sí suponía una reducción efectiva, pues de ser aprobada los legisladores pasarían de ganar mensualmente alrededor de 23 millones de pesos a 14 millones.

Los senadores de la Comisión Primera se inclinaron por la propuesta de Rangel, en la práctica, la menos lesiva. Por eso la senadora López calificó de “grotesca” la decisión.

“Hoy los congresistas de la comisión primera han votado con un conflicto de interés real. Votaron para favorecer su bolsillo,  para que el salario les quede congelado en 40 salarios mínimos, y no se reduzca a 25 salarios como era mi propuesta. Es una bofetada que decidan en función de sus privilegios e intereses y no en función del bolsillo de los ciudadanos que es el que deberían cuidar”, explica.

La senadora López presentó una proposición para que propuesta fuera incluida dentro del proyecto de Rangel, pero fue derrotada por 12 votos.

Rangel calificó de “inviable” la propuesta de la senadora López de rebajar a 25 salarios el salario de los congresistas. Entre otras porque el salario de los parlamentarios es el que se establece de tope para todos los funcionarios públicos, y de ser aprobado generaría situaciones irregulares, por ejemplo, que algunos magistrados quedaran con el salario actual y otros con el salario modificado.

“La propuesta es oportunista, señala Rangel, porque la senadora Claudia López propone disminuir el salario a los congresistas a partir del 2018 cuando ella ha dicho que no volverá al Congreso. Es decir, se reduce el salario de los congresistas pero cuando ella ya no esté”.

El proyecto pasó apenas en primer debate pero su suerte parece definida en el capitolio. No parece haber tiempo para aprobar la reforma. Deberán pasar ocho días para que sea discutido en la plenaria del Senado, es decir, estaría en la agenda solo después del 15 de noviembre. De ser aprobado en esa fecha, el proyecto pasará a Cámara, deberá esperar quince días para su tercer debate, y antes del 16 de diciembre debe ser aprobada por la plenaria de Cámara. De lo contrario el proyecto se hunde y no podría presentarse sino hasta después del 20 de julio del 2017.

Por eso, hay quienes creen que la decisión de la Comisión Primera, más que histórica, como dice el senador Alfredo Rangel, podría ser apenas un saludo a la bandera, un mensaje a la galería, para demostrar que sí tuvieron la voluntad de modificar sus salarios. Pero en la práctica, lo que termine ocurriendo, es que el salario de senadores y representantes se mantenga igual, siendo modificado por decreto por el gobierno, y sin la misma proporción que a los ciudadanos del común.