Armando Benedetti, presidente del Partido de La U. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

Benedetti y una semana de pasión

Desafortunado en sus trinos, señalado de buscar puestos y mencionado en un escandaloso caso de corrupción en Córdoba. Noviembre no fue favorable para el presidente del Partido de La U.

22 de noviembre de 2016

El mes de noviembre ha sido de incertidumbre política, pero para el presidente del partido de gobierno, La U, ha sido bastante turbulento. Porque mientras el presidente Juan Manuel Santos y el Congreso andan pendientes de cómo se implementará el Acuerdo de Paz, el senador Armando Benedetti casa peleas, se le va la mano en sus comentarios, es señalado de buscar puestos en el Gobierno, y hasta capotea un pasado episodio que lo ha puesto en el ojo del huracán de la prensa de la costa caribe.

Un mes de noviembre que empezó a calentarse el día de la elección de Donald Trump en Estados Unidos. Coincidió que los senadores, que habían prometido rebajarse su salario, decidieron congelarlo. Benedetti fue uno de los que aprobaron el proyecto y quizás al que más le dieron en las redes sociales. Quizás el precio de ser uno de los senadores más mediáticos.

El 9 de noviembre, cuando el mundo aún estaba atónito por la noche de elección en Estados Unidos, aprovechó para llamar a Claudia López como la versión colombiana de Donald Trump. Hasta el 10 de noviembre le dedicó 23 trinos consecutivos y le tomó fotos aprovechando que no estaba en su curul. La senadora de Alianza Verde había sido quien puso en la picota a quienes votaron para mantener el salario de los congresistas.

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El 13 de noviembre, domingo, en la noche, Benedetti volvió a provocar a López, con quien ha sido aliado en tantas causas en torno a los derechos de las minorías. En dos trinos decía que ganaba doble sueldo, y etiquetó a la representante Angélica Lozano. Tuvo que borrarlo.

Otra mujer, Yaneth Giha, desplazó a Claudia López como blanco de sus trinos. El 10 de noviembre, minutos antes de que se hiciera oficial, Benedetti lanzó cohetes por la designación de la barranquillera como nueva ministra de Educación. La reclamó como un triunfo, mantener una cuota del Partido de la U en el Gobierno, pero los congresistas del partido se molestaron por haber adoptado a una técnica de la entraña del presidente Santos.

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Pero si de cuotas se trata, el culebrón alrededor del relevo en la presidencia del Fondo Nacional del Ahorro no lo deja muy bien parado. Mientras el presidente Juan Manuel Santos andaba en el exterior, se señaló a Benedetti de haber influido en el secretario general de Presidencia, Luis Guillermo Vélez, para presionar la renuncia de Augusto Posada, presidente del FNA desde el 2014 y quien era cuota de La U. A cambio, una de las hojas de vida recomendadas por la llamada bancada de la Costa, la de Helmuth Barros Peña, amigo de Benedetti.

La situación parecía ser una puja de puestos que son el pan de cada día entre políticos, y más con un jefe de partido en discusión. Pero le generó a Benedetti más de un dolor de cabeza pues algunos senadores y representantes de La U respaldaron a Posada como presidente del FNA y le reclamaron a Benedetti por el apetito burocrático que se le ha despertado desde cuando asumió la jefatura del partido fundado por Santos.

Mientras esas movidas pasan inadvertidas para la opinión pública, Benedetti es de los congresistas más feroces para apoyar al gobierno Santos y encarar a la oposición.

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El miércoles 16 de noviembre las tiendas y quioscos de Montería amanecieron con una fotografía de Benedetti, la de la primera plana de la edición del Meridiano de Córdoba, el único diario del departamento. “Pidió el 20 %”, se titulaba.

En páginas interiores, el diario recogía detalles de una declaración de Álvaro Burgos del Toro, abogado de Lorica y una de las 16 personas que fueron capturadas en octubre del 2015 por el llamado carrusel de las pensiones de los maestros en Córdoba. Un estremecedor caso de corrupción denunciado que se produjo hace cuatro años y que generó el desfalco de más de $140.000.000 millones al Fondo Nacional de Prestaciones del Magisterio (FOMAG). Se trataba de una red entre jueces, funcionarios de la Gobernación de Córdoba y abogados que tramitaron procesos judiciales para reclamar pensiones, incluso a personas que en la vida habían dictado clase.

El proceso judicial por este caso se adelanta en Bogotá y hasta el momento sólo han sido condenadas tres personas, una de ellas, un juez de Lorica que había recibido el principio de oportunidad, pero murió.

Álvaro Burgos del Toro también negocia con la Fiscalía un principio de oportunidad y está dispuesto a colaborar con la justicia. El pasado mes de febrero entregó una declaración juramentada en la que prendió el ventilador y salpicó al senador Benedetti, de quien dijo exigía el 20 % del desfalco al FOMAG, y reveló detalles de una supuesta reunión que tuvo con asesores del congresista en el capitolio, y que Jorge Peralta, vicepresidente del FOMAG, quien goza de libertad por vencimiento de términos, era supuestamente quien cobraba el dinero para el senador de La U.

La declaración fue revelada por el portal los Irreverentes, de Ernesto Yamhure. Benedetti considera que es una jugada política de la derecha para enlodar su reputación.

Con certificados del Congreso en la mano, revela que nunca en su oficina se ha agendado como visitante al abogado Álvaro Burgos del Toro, a quien  no conoce, y que este lo está utilizando para beneficiarse de un principio de oportunidad y recibir beneficios judiciales. Por lo menos así lo dijo en una entrevista con Julio Sánchez Cristo y el equipo de W Radio, que el pasado viernes pareció ponerlo en el banquillo, pero que el congresista supo capotear.

A Benedetti, de tiempo atrás, se le había señalado en los pasillos del poder de ser el ‘dueño’ de la Fiduprevisora, tener cuotas e injerencia  en una entidad entre pública y privada, que entre otras administra, en su calidad de fiducia, recursos del Estado, como el Fondo del Magisterio. Esta entidad no se ha visto involucrada en el escándalo, por el contrario es la principal víctima del sonado desfalco en Córdoba, pues un juez de la República ya ordenó una reparación por más de 64.000 millones según los primeros tres fallos condenatorios por este caso.

Ahora el ventilador del abogado Álvaro Burgos del Toro que sopló en su contra le hizo más turbulento el mes de noviembre.