Los temibles arroyos vuelven a mostrar su poderío en Barranquilla

Los arroyos volvieron con las fuertes lluvias que desde hace un par de semanas azotan a Barranquilla, tras una prolongada sequía que venía desde noviembre pasado.

Si bien el fenómeno viene siendo atendido por la Alcaldía desde hace varios años a través de un plan de canalizamientos, las impetuosas aguas regresan de vez en cuando para recordarles a los barranquilleros su poder.

En esta ocasión, la corriente se llevó consigo un pequeña camioneta perteneciente a una de las contratistas de Movistar en la zona. Por fortuna, pese a las advertencias que se oyen en el video, no había nadie en el vehículo.

El arroyo, conocido como Hospital por su cercanía con el Hospital General de Barranquilla, ocasionó la emergencia en horas de la tarde en el céntrico barrio San Roque.

"Damos parte de tranquilidad respecto de las personas. Nuestros técnicos de Movistar están a salvo. Ellos estaban apoyando una reubicación solicitada por obras distritales en esa zona", manifestaron de la empresa sobre los dos operarios.

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"Al empezar la lluvia se suspendió toda labor, ya que por políticas de seguridad laboral ese es el protocolo a cumplir. En el momento de la crecida del arroyo no estaban montados en la minivan, por lo que en todo momento estuvieron fuera de peligro", añadió.

(Foto: cortesía Zona Cero)

Daños en viviendas

Varias viviendas en el lugar sufrieron daños al inundarse de agua y barro, algo que ocurre cada vez que se despierta este ‘león dormido‘ cuando caen fuertes lluvias. Lo más grave es que sus cimientos se socavan con cada embate de la corriente.

Este arroyo está siendo intervenido por la Alcaldía de Barranquilla, en obras que fueron anunciadas en enero de 2017 para un plazo de ejecución original de 16 meses, lo que quiere decir que debieron concluir en mayo de 2018. El monto de la inversión es de 92.381 millones de pesos.

(Foto: cortesía Zona Cero)

Según datos de la Alcaldía, esta poderosa corriente de agua cuando aparece tiene una longitud de 2,3 kilómetros, con un caudal de 42,8 m3 por segundo y su velocidad es de 7,7 metros por segundo. Su recorrido comprende los barrios Chiquinquirá, San Roque y Reobolo, para terminar en el río Magdalena.