JUDICIAL
Colombia responderá ante la CIDH por homicidio de periodista
Se trata de Nelson Carvajal, asesinado en 1998 como represalia por sus investigaciones periodísticas.
La comunidad de Pitalito (Huila) aún sigue recordando la labor del periodista huilense Nelson Carvajal, asesinado en esa población como represalia por su labor de denuncia ante los casos de corrupción que se venían presentando en ese entonces en el municipio. Diecisiete años después, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) juzgará la conducta del Estado colombiano, ante la falta de resultados de los procesos penales que se han adelantado para esclarecer el caso.
Este miércoles, la Comisión Interamericana presentó el expediente ante la Corte, lo que significa la institucionalidad colombiana podría ser condenada por su falta de gestión en frente a este tema. Para ese organismo multilateral, también es reprochable la falta de medidas de protección para su grupo familiar, que se vio forzado a salir del país, ante el riesgo latente en el que se encontraban sus vidas.
Además, dice la CIDH, son numerosas las obstrucciones a las que han tenido que enfrentarse los organismos encargados de impartir justicia, ante la falta de medidas de seguridad por parte de la fuerza pública.
Carvajal fue asesinado el 16 de abril de 1998, a la salida de la escuela donde también laboraba. El periodista, reconocido por la labor social que cumplía como pedagogo de niños de tiernas edades en Pitalito, había denunciado públicamente varios hechos de corrupción.
Una de sus últimas investigaciones buscaba documentar algunas irregularidades en la construcción de una urbanización en ese mismo municipio huilense. A través de Radio Sur, el comunicador hizo eco de las denuncias de algunos compradores, que insistían en que el lugar donde se adelantaba la construcción presentaba un alto riesgo de desastre.
El atentado que acabó con su vida se produjo cuando salía de la escuela Los Pinos. Allí Nelson Carvajal era director y ejercía la docencia. Esa sensibilidad social y sus denuncias periodísticas, lo habían convertido en un líder carismático para la sociedad de Pitalito. El comunicador fue alcanzado por siete disparos que le propinó un sicario.
Fernando Bermúdez Ardila y Víctor Félix Trujillo Calderón, en su momento, fueron vinculados a una investigación que terminó con su absolución en el 2001, por decisión del tribunal Superior de Neiva.
En el 2008, la Procuraduría interpuso una demanda de revisión ante la Corte Suprema de Justicia. Luego de la evidente incapacidad de la justicia para esclarecer el caso, será ante los estrados internacionales que se defina le quehacer de las instituciones frente a este nuevo episodio de impunidad.
Entre las recomendaciones de la Comisión se cuenta la de adelantar una investigación seria e imparcial de los hechos. Incluso, indicó que la prescripción de los términos legales para actuar no deben ser una barrera.