ASESINATOS
Cinco crímenes contra los niños que han conmovido a Colombia
La muerte de Yuliana Samboní ha despertado la indignación de todo un país, sin embargo, su caso revive otros actos que la sociedad ha repudiado.
Los actos de violencia contra niños han sido en repetidas ocasiones la razón para que todo el país se vista de luto. El asesinato de Yuliana Samboní despertó la solidaridad e indignación de los colombianos. Lamentablemente, lo que le sucedió a la pequeña no es un hecho aislado. Así lo dijo el director de Medicina Legal, Carlos Valdés, en una entrevista con Semana.com. Tan solo este año la entidad ha investigado 18.000 casos de abusos sexuales contra menores de edad. Los niños colombianos han vivido episodios de crueldad sin nombre que hoy el país recuerda. Estos son algunos.
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Múltiple homicidio en Caquetá
El 4 de febrero de 2015, cuatro hemanos fueron asesinados en Caquetá por un supuesto "ajuste de cuentas" a raíz de un pleito por tierras que tenían sus padres. El presidente Juan Manuel Santos pidió celeridad en la investigación y las autoridades lograron resolver el crimen pronto.
La investigación logró establecer que esa fatidica noche, unos sicarios llegaron a buscar al padre de familia, Jairo Vanegas, para amenazarlo y obligarlo a abandonar su casa en la vereda Las Brisas, de Florencia (Caquetá). Al no encontrarlo, mataron a los cuatro pequeños que se encontraban allí: Deinner Alfredo, Juliana, Laura Jimena y Samuel Vanegas Grimaldo.
Crístofer Chávez, conocido con el alias de ‘el Desalmado‘, fue el responsable de ejecutar a los cuatro menores y fue condenado a 40 años de prisión. También fueron sentenciados por los hechos Carrillo Ordóñez o alias ‘Chencho‘ (40 años) y Vega García alias ‘Bocachico‘ (20 años). La pena más alta fue para Luz Mila Artunduaga, la autora intelectual de los hechos, con una sentencia de 50 años de prisión.
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El crimen de Arauca
El 14 de octubre de 2010 cuatro menores fueron asesinados y sepultados en una fosa en Tame, Arauca. Se trababa de los hijos del humilde jornalero José Álvaro Torres: Yenny Torres Jaimes, de 14 años, y sus hermanos Jimmy y Jeferson, de 9 y 6, respectivamente.
Los pequeños murieron a manos del entonces subteniente del Ejército Raúl Muñoz Linares, quien según las necropsias violó a la niña y después la asesinó. Según el informe de Medicina Legal, los niños sufrieron traumas por un arma contundente en el cráneo, el tórax y el abdomen.
Las autoridades hallaron ADN de Muñoz Linares en el cuerpo y la ropa de los menores víctimas y lo condenaron a 60 años de cárcel.
El entonces militar Muñoz Linares estaba destacado en cercanías al lugar donde ocurrió el terrible crimen. Foto: Juan Carlos Sierra / SEMANA.
Luis Santiago, asesinado por su padre
El 24 de septiembre de 2008 Luis Santiago Pelayo Lozano, un bebé de once meses, fue secuestrado en Chía, Cundinamarca. Desde ese momento las autoridades emprendieron una intensa búsqueda.
Días después su cuerpo sin vida apareció abandonado en la vereda Tíquiza de ese municipio. Las autoridades confirmaron que el bebé pudo haber muerto la misma noche de su secuestro, un día antes de que el padre, al lado de la mamá, fingiera buscar desesperado al niño.
Las autoridades confirmaron que Orlando Pelayo Rincón, el padre del menor, fue el autor intelectual del secuestro y el asesinato, crimen por el que fue condenado a 58 años y 9 meses de prisión por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
Una masacre en el sur de Bogotá
El 10 de noviembre de 2013 fue asesinada una familia en el barrio San José de Bosa. El crimen fue cometido por el padre, Hernando Hernández Patiño, quien tomó un machete y acabó con la vida de su esposa Jenny Losada Rodríguez, sus dos hijos Brayan y Mateo, así como su sobrina María Camila. Solo sobrevivió uno de los hijos de la pareja.
Hernández Patiño fue condenado a 60 años de prisión, la máxima pena en Colombia, después de aceptar su responsabilidad. El juez tomó como pruebas el testimonio de los vecinos y del menor que sobrevivió en la tragedia.
Garavito, un asesino en serie
Luis Alfredo Garavito, actualmente preso en la cárcel de Valledupar (Cesar), violó y asesinó cerca de 197 niños en varias regiones del país. Su captura se produjo cuando intentó abusar de un niño en zona rural de Villavicencio. Ese día, un indigente que pasaba por el lugar oyó los gritos y fue a ver lo que ocurría. Tras un breve enfrentamiento, Garavito salió corriendo. Horas más tarde la Policía lo capturó cuando salió de los matorrales y caminaba al lado de la carretera.
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Foto: Herminio Ruiz / El Espectador
Los artículos de prensa que coleccionó y guardó en un pequeño maletín que cargaba se constituyeron en una prueba contundente de su responsabilidad en torturas, violaciones y crímenes. Luis Alfredo Garavito nació en Génova (Quindío) en enero de 1957. Vivió en una familia en la que su padre los humillaba y maltrataba constantemente. Eso lo hizo un niño retraído con una actitud solitaria que tuvo como consecuencia el maltrato de sus compañeros y profesores. Terminó convertido en el peor asesino en serie que ha tenido que sufrir el país.