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“Asesiné cobardemente”: la dura confesión ante la JEP de un cabo (r) en medio de caso de falsos positivos
La citación de la justicia transicional se dio por las ejecuciones extrajudiciales en Catatumbo.
Este martes se llevó a cabo una de las audiencias más esperadas en el marco del denominado caso 03 que investiga la JEP por ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos, puntualmente en la región de Catatumbo. Allí hubo testimonios de más de 10 militares y un civil. Uno de ellos, el de un cabo del Ejército que dijo: “Asesiné cobardemente, les arrebaté la ilusión a sus hijos, les desgarré el corazón a sus madres por una presión de unos falsos resultados, por tener contento a un Gobierno. No es justo, no es justo”, señaló el cabo (r) Gutiérrez, tras leer el nombre de las víctimas.
“Que quede claro. Manchamos la región del Catatumbo. Dañamos el buen nombre de la región. Manchamos los nombres de estas familias. Cometimos crímenes de guerra y lesa humanidad. Yo acepto la responsabilidad. También pido perdón a Dios, mi familia e hijos”, concluyó Gutiérrez.
En este caso, los señalados por la Justicia Especial pertenecían a la Brigada Móvil 15 y el Batallón de Infantería No. 15 General Francisco de Paula Santander, entre ellos el general Paulino Coronado, los coroneles Santiago Herrera y Rubén Darío Castro; los tenientes Álvaro Diego Tamayo y Gabriel de Jesús Rincón Amado y el mayor Juan Carlos Chaparro Chaparro.
Los 11 comparecientes que entregaron versión en el Caso 03 - subcaso Catatumbo, reconocieron ante la justicia, las víctimas y el país su responsabilidad por los hechos y crímenes que cometieron y que fueron esclarecidos por la JEP.
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En la diligencia estuvieron también presentes familiares de las víctimas que corresponden con las dos modalidades que configuraron el patrón criminal perpetrado entre enero de 2007 y agosto 2008 en Norte de Santander.
“Que quede claro. Manchamos la región del #Catatumbo. Dañamos el buen nombre de la región. Manchamos los nombres de estas familias. Cometimos crímenes de guerra y lesa humanidad. Yo acepto la responsabilidad. También pido perdón a Dios, mi familia e hijos”, concluyó Gutiérrez. pic.twitter.com/Zb2wJKF8i7
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) April 26, 2022
“Ningún momento nos había acercado tanto a la verdad y la posibilidad de impartir justicia como esta audiencia de reconocimiento. Ante ustedes la historia está en marcha”, señaló el presidente de la JEP, el magistrado Eduardo Cifuentes.
Otro testimonio fue el del capitán (r) Rivera Jácome, el cual manifestó: “Acudo con el fin de reconocer mi responsabilidad como máximo responsable a título de coautor por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Me declaro responsable frente a los hechos y lo que me imputa la JEP”.
Y agregó: “Soy responsable de que usted estuviera detenido. Yo elaboré falsos documentos de inteligencia que puse a disposición de la Fiscalía”, le dijo el capitán (r) tras reconocer que pagaron para que desmovilizados declararan en su contra.
Pero este tema de los falsos positivos no es solo asunto de esta brigada. Por ejemplo, el pasado 8 de febrero, en medio de un acto público en el Parque Simón Bolívar del municipio de Pradera, Valle del Cauca, la Tercera Brigada del Ejército Nacional pidió “excusas” a los familiares de las víctimas que murieron a manos de militares de la división militar mencionada, bajo el modelo de ejecuciones extrajudiciales conocidas como falsos positivos.
Finalmente, Rivera Jácome señaló: “Solo quiero pedirles que el nombre de todas sus familias sea resarcido y reconocido. Ninguno de sus familiares era un bandido, no eran combatientes”, y agrego “que Dios me bendiga y me perdone”. pic.twitter.com/S87hi1QfX0
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Los hechos se habrían presentado el 8 de febrero de 2008, cuando uniformados asesinaron a Darvey Mosquera Castillo y Alex Hernando Ramírez, afirmando que estos habían muerto en medio de un combate a la 3:00 a. m. en la vereda Java, de la ciudad de Manizales, Caldas. Al parecer, ese mismo día intentaron asesinar a José Didier Marín Camacho, sin embargo, al militar que debía cometer el crimen se le dañó el fusil y no pudo continuar, por lo que Marín logró huir con vida.
“Uno de los agredidos, José Didier Marín Camacho, quien también fue reclutado en Pradera por el soldado Palacios Prado y luego llevado hasta el lugar acordado, con el fin de asesinarlo, se salvó de morir ya que al soldado encargado de dispararle se le ‘encascaró' el fusil, situación que aprovechó para huir de la emboscada, esconderse y al otro día regresar a la población de Pradera”, explica la Jurisdicción Especial para la Paz con respecto al caso de este joven.