JUSTICIA

Asesinos de promesa del fútbol habrían matado a otra persona solo cuatro horas después

Los tres agresores del joven Miller Falla fueron enviados a la cárcel tras asegurarse que son un peligro para la sociedad.

26 de abril de 2022
Joven deportista Miller Stiven Falla que fue asesinado en medio de un atraco.
Joven deportista Miller Stiven Falla que fue asesinado en medio de un atraco. | Foto: SEMANA

Un juez de control de garantías dictó medida de aseguramiento contra los ciudadanos venezolanos Luis Gustavo Hurtado Vargas, alias Chamo; Giovanny de Jesús Chouzio, alias Putin, y Robert Andrés Gaviria, alias Gato, por la muerte de la joven promesa del fútbol Miller Falla, en el barrio Patio Bonito en Bogotá.

Durante el juicio, solo dos de los tres imputados se declararon culpables por el delito de homicidio y, en medio de la audiencia, el juez reveló que solo cuatro horas después del asesinato del joven de 15 años, los mismos hombres acabaron con la vida de otra persona en el mismo sector.

De acuerdo con el fiscal que lleva el caso, los hombres mataron a otra persona por una presunta rivalidad en el microtráfico, crimen que también está siendo investigado por las autoridades para determinar la autoría del mismo y la participación de los sindicados.

“Mataron a un menor para hurtarle su celular y cuatro horas después mataron a una persona por razones de rivalidad en el microtráfico”, dijo el fiscal.

Por su parte, el juez de control de garantías aseguró que los hombres, de nacionalidad venezolana y que entraron al país de manera irregular, son un peligro para la sociedad, por lo que fueron enviados a centros carcelarios mientras se exponen a la máxima condena de 60 años por el asesinato del joven deportista que hacía parte de la escuela Club Andino, afiliada a las inferiores del equipo América de Cali.

Audiencia de imputación de cargos

Los vecinos del sector señalaron que estas personas integraban una banda delincuencial que sembraba el miedo en la zona.

Los mismos testigos señalaron que los tres ladrones interceptaron al joven futbolista y a un grupo de amigos. Después de exigirle la entrega de sus pertenencias, le dispararon sin ninguna justificación al menor de edad, pese a que jamás opuso resistencia al robo ni intentó recuperar sus pertenencias.

En su exposición, el fiscal indicó que con su actuar estas personas demostraron un inmenso “sentimiento de odio en su corazón, con un gran desprecio por la vida del otro, puesto que dispararon sin una justificación humanamente entendible”. Las pruebas documentales evidencian que jamás se les pasó por la mente atender o brindarle ayuda a su víctima.

Muestra de su peligrosidad es que cuatro horas después del crimen del joven de 15 años asesinaron a otra persona de la zona con la que sostenían una “rivalidad” por el control del microtráfico en el sector.

Debido a la gravedad de los hechos, por su “desprecio a la vida” y a que la víctima era un menor de edad, la Fiscalía General indicó que estas personas se exponen a una condena de 60 años de prisión. La ley fija que en este tipo de casos no se pueden otorgar beneficios jurídicos, pese a que dos de ellos aceptaron su responsabilidad en los hechos materia de investigación.

“Le cercenaron la vida a una promesa del fútbol juvenil, adscrito al club de fútbol América de Cali. Afectaron a una familia al privársele el derecho natural del proceso de construcción de unos sueños compartidos junto a su amado equipo. No sintieron remordimiento o arrepentimiento, no auxiliaron a la víctima”, precisó el fiscal al pedirle a un juez de control de garantías de Bogotá de enviarlos a la cárcel.

En medio de la diligencia judicial, el fiscal calificó como “despreciable” la actitud de los tres procesados, quienes ya tenían antecedentes judiciales por diferentes delitos. Con el fin de evitar su captura, se fueron unos días a un municipio cercano a Bogotá donde siguieron sus actividades delictivas: “No tienen arraigo ni una actitud diferente a la delincuencia”.

Durante la audiencia que se adelantó en la tarde de este lunes, los tres detenidos mostraron una actitud despectiva frente a los hechos narrados. En varias oportunidades se rieron, mostrando una actitud ajena a la gravedad del crimen que cometieron.