Asesinos del Ñeñe Hernández son condenados en Brasil

La Justicia de Brasil condenó a los tres hombres que protagonizaron el asalto y posterior asesinato de José Guillermo Hernández, conocido como el Ñeñe Hernández, cuyo nombre despierta suspicacia en círculos políticos y de poder del país.

El ganadero fue atracado y posteriormente víctima de disparos tras salir del Parque Fernando Costa, en Uberaba, donde participaba de una feria ganadera en mayo de 2019.

De acuerdo con la decisión del Juez Ricardo Cavalcante Motta, Alessandro Araújo Farias, uno de los responsables, fue condenado a 25 años de prisión; Danilo Cavalcante Soares, a 24 años y Rafael Ruman a los mismos años.

Los tres hombres, pertenecientes a una banda delincuencial experta en el robo de relojes Rolex, no tendrán derecho a la libertad, pese a que su defensa había insistido en su inocencia. Todos apelarán la decisión en segunda instancia.

Cabe recordar que el Ñeñe, tras su salida de la feria ganadera abordó un taxi con una mujer, también colombiana. El taxista relató a la justicia que no entendía el idioma de José Guillermo. Por eso, durante el trayecto detuvo su auto para verificar el destino de los pasajeros en el celular del Ñeñe y ahí empezó la escena que terminó con el asesinato del ganadero.

Un motociclista- según relató- se detuvo junto a la ventana trasera, le mostró un arma de fuego, anunció el robo y le exigió a la víctima que entregara su reloj Rolex. Ante la negativa de Hernández, se generó un enfrentamiento.

En la escena aparecen los otros dos responsables y uno de los ladrones disparó, le robó el reloj y huyó.

José Guillermo fue llevado de urgencia por la Policía Militar al Hospital de Clínicas de la Universidad Federal del Triangulo Mineiro, pero falleció al día siguiente.

De acuerdo al Juzgado, Alessandro Araújo Farias fue quien siguió al colombiano y envío a sus compañeros la información de la víctima, mientras Danilo Cavalcante disparó.

Tras la muerte de El Ñeñe se declaró duelo oficial en la feria ganadera hasta el último día de la exposición bovina, mientras en Colombia su nombre siguió generando polémica por sus supuestas inversiones a campañas políticas en el país. María Mónica Urbina, su mujer, lo consideró “un fanfarrón”, un hombre que al que le gustaba hablar en exceso.

Aunque la Justicia brasileña ya condenó a los responsables, en el país, sus amigos más cercanos, no descartaron en su momento que su homicidio se hubiera generado por disputas personales.