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Así avanza el renacer del río Bogotá
El Grupo Río Bogotá* reunió a varios expertos para analizar cómo avanza la descontaminación de este afluente, las acciones que se han llevado a cabo para salvarlo y los retos que aún están pendientes para lograr el saneamiento del río sagrado de los muiscas.
El 97 por ciento de las aguas del río Bogotá palidecen hoy en día por cuenta de la contaminación que ha recibido durante décadas. El vertimiento de más de un millón de metros cúbicos de aguas negras y cerca de 690 toneladas de carga contaminante a diario han puesto en riesgo la riqueza y biodiversidad del río más importante del centro del país.
En 2014, el Consejo de Estado emitió una sentencia encaminada a la descontaminación de este cuerpo de agua que tiene influencia en 47 municipios de Cundinamarca, incluida la capital, con el objetivo de coordinar a todos los actores que intervienen en la cuenca en pro del beneficio ambiental de este ecosistema.
Según Pablo Carrizosa, presidente de la Asociación de Usuarios de los Recursos Naturales Renovables y Defensa Ambiental de la Cuenca del Río Bogotá (Asurío), “muchas de las órdenes del saneamiento del río se vienen cumpliendo, así como muchas otras no, pero estamos haciendo un esfuerzo enorme para cumplirlas”.
En varios municipios existe la preocupación frente a la orden 4.20, la cual resalta los Planes Maestros de Acueducto y Alcantarillado (PMAA): “Para tener estos planes de alcantarillado llegamos a la conclusión de que se necesitan 1,3 billones de pesos. Si estos no se tienen, no vamos a poder descontaminar el río, a pesar de los grandes esfuerzos que se están haciendo”, señaló Carrizosa.
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Por su parte, Amaury Rodríguez, profesional especializado de la Dirección General de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), anunció que desde la entidad trabajan en la “planeación de la adecuación hidráulica del tramo que va desde Puente Vargas hasta el nacimiento del río Bogotá”. Destacó los 111 kilómetros de adecuación hidráulica en los que ya se ha avanzado, los procesos de restauración ecológica y de cuidado de las especies nativas que albergan las cuencas alta, media y baja del río.
En cuanto a la limpieza de las aguas del afluente, Rodríguez aseguró que las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre y Canoas son megaobras importantes para conseguir los objetivos. La primera “esperamos culminarla este año. A la fecha llevamos 92 por ciento de la obra y continuamos trabajando con el Banco Mundial para la ejecución de este importante proyecto”. La segunda se sigue adelantando junto con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) para poder llevar a cabo la construcción.
Además, Gloria Giraldo, representante legal de la PTAR Salitre, señaló que ya se han puesto en marcha las primeras líneas de tratamiento, lo que ampliará el tratamiento de cuatro a siete metros cúbicos de agua por segundo.
Por otro lado, los panelistas enfatizaron en la urgencia de articular a los distintos sectores para incentivar el cuidado del río Bogotá. Desde el sector privado se conocieron varias estrategias que buscan la concientización de la ciudadanía en torno a la conservación de esta fuente hídrica.
En el Banco de Bogotá, Ana Alejandra Jiménez, su gerente de Sostenibilidad, explicó la iniciativa Apartamentos El Río, un proyecto en el que amoblaron un apartamento con sofás, mesas, cámaras, celulares, camas, electrodomésticos y demás objetos encontrados en el río. “Vimos el reto del sector privado en el tema ambiental. Comprendimos que no debíamos ser individuos pasivos, sino activos. Entendimos que la generación de conciencia en los diferentes puntos de interés era clave”, señaló Jiménez.
A su vez, la representante legal de la PTAR Salitre se refirió a la pedagogía que vienen adelantando con la comunidad y la creación de dos espacios educativos: el Aula del Agua y la Casa del Curí. “En estas hacemos programas de tipo ambiental y de educación con toda la comunidad de la zona”, aseguró.
Por su parte, Juan Sebastián Jiménez, director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca-Cola, destacó la labor hecha desde el Grupo Río, el cual puso en la agenda nacional la importancia y el potencial de este cuerpo de agua por medio de artículos periodísticos, cartillas, documentales, material audiovisual y eventos digitales. “Hemos logrado aumentar el cariño de la población por el río”, dijo.
El encuentro finalizó con un balance de la sentencia que ordena el saneamiento y protección del principal cauce fluvial de la sabana de Bogotá. Yolanda Villabona, abogada y asesora del Grupo Río Bogotá, destacó el compromiso que han tenido los municipios con influencia en el río al señalar que, luego de una revisión de los Planes de Desarrollo, todos incluyen el cumplimiento de la norma.
A su vez, recalcó la importancia que tiene la empresa privada para el renacer del Bogotá: “Hay una cultura corporativa en defensa de los derechos ambientales y está cambiando la cadena productiva”.
*El Grupo Río Bogotá es un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola; el Banco de Bogotá, del Grupo Aval; el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA.