NACIÓN
Así avanza reforestación en la zona de influencia de Hidroituango
EPM tiene la obligación de compensar, de acuerdo con la licencia ambiental, aproximadamente 17.500 hectáreas de bosques.
Con el propósito de mitigar el impacto ambiental por la construcción de la central hidroeléctrica de Ituango, las Empresas Publicas de Medellín, EPM, avanzan en un plan de reforestación de la zona de influencia del complejo de Hidroituango.
La entidad señaló que dentro de la estrategia se encuentran acciones como la adquisición predial, la restauración ecológica, el rescate de semillas y de plantas, y la reforestación, con lo cual el Proyecto Hidroeléctrico Ituango contribuye activamente con la protección de los árboles y brinda condiciones óptimas para la llegada de nuevas especies que incrementen la diversidad de flora y fauna en la zona.
EPM tiene la obligación de compensar aproximadamente 17.500 hectáreas (ha), para lo cual adquirió un área de 4.000 ha en la zona de vida de bosque húmedo tropical (bh-T) y 13.700 ha en la zona de vida de bosque seco tropical (bs-T), y adicionalmente con lo requerido, se adquirieron otras 6.500 ha en la zona de vida de bosque húmedo premontano (bh-PM) para contribuir con la protección de la cuenca y contribuir con la generación de servicios ecosistémicos en las áreas de influencia del proyecto.
Estas áreas fueron adquiridas a lo largo del cañón del río Cauca, en los municipios de Buriticá, Liborina, Sabanalarga, Peque, Ituango, Toledo y Briceño. Las actividades de restauración ecológica comenzaron en los municipios de Toledo y Liborina, y se irán extendiendo año tras año a lo largo de las áreas de compensación adquiridas hasta lograr la restauración de todas las áreas intervenidas, en las cuales sea posible ingresar.
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De acuerdo con esa compañía, en los últimos tres años, junto con la Universidad Nacional de Colombia, se ha avanzado para pasar de tener tierras degradadas a restauradas y protegidas, y volver a generar los servicios ecosistémicos que alguna vez existieron y que son fundamentales para las comunidades, como la regulación hídrica, la retención de suelos, la captura de carbono, la regulación del clima y otros.
“EPM está comprometida con la recuperación de 13.700 ha de bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más escasos en el país y que actualmente solo se conserva el 8 % del área total que alguna vez existió. La restauración de estas áreas es una tarea que requiere un gran esfuerzo, para así poder lograr su recuperación en términos de biodiversidad y de servicios ecosistémicos. Tarea que comienza desde la selección de los árboles que brinden semillas, la recolección de estas, su producción en vivero, su siembra en campo, su cuidado y, finalmente, la contribución de estas áreas en la activación de los procesos de regeneración natural necesaria para la aparición de la estructura ecosistémica”, señaló la entidad.
Agregó que “hoy se realiza el proyecto de restauración ecológica en los municipios de Buriticá, Liborina y Toledo, adicionalmente, para identificar la contribución de estas acciones a la biodiversidad, se realiza la caracterización de la fauna y la flora, el clima, el relieve, las rocas, los suelos y su fertilidad”.
Según la empresa, a la fecha se han restaurado de manera activa 70 ha en la zona de vida de bosque seco tropical y 20 ha en la zona de vida de bosque húmedo tropical, partiendo de un área de análisis de 1.050 ha, priorizando zonas que mejoren la conectividad entre fragmentos y se amplíen los ya existentes.
“En total se han sembrado 61.000 individuos de 80 diferentes especies nativas del área de influencia del proyecto. Al finalizar cada fase de siembra se realiza un inventario del 100 % de los árboles para identificar las tasas de supervivencia alcanzadas. Así mismo, se realizan talleres de socialización y pedagogía con niños, jóvenes y adultos de la región”, indicó.
El vivero fundamental para la restauración
La entidad señaló que “dentro del vivero se realizan las actividades que garantizan la producción del material vegetal que será posteriormente sembrado en campo, se reciben las semillas y se realiza la preparación de un buen sustrato, realización de procesos pregerminativos, cuidado de plántulas, realización de riego, control de insectos, hongos, enfermedades y fertilización, y finalmente la preparación de todo el material para ser transportado a las áreas de restauración. También se apoya otros proyectos ambientales en los municipios del área de influencia”.
“120 campesinos pertenecientes a las Juntas de Acción Comunal de Ituango, Sabanalarga y Liborina, contratados por el Proyecto Hidroeléctrico Ituango a través de la contratación social, son los encargados de realizar actividades de hoyado, recolección de semillas, siembra de árboles, mantenimiento de los arbolitos nativos que estén en crecimiento, riego y dispersión de materia orgánica en la granja de protección del embalse”, señaló.
Agregó que “estos trabajadores están acompañados por la Universidad Nacional para mejorar las técnicas de siembra en estos terrenos de restauración. A la fecha se han sembrado 20.000 árboles nativos del cañón medio del Cauca en 39 hectáreas del municipio de Ituango, con participación de las veredas Cortaderal, La Honda y Los Galgos. También se está preparando el terreno para iniciar siembra de árboles nativos en Sabanalarga y Liborina. Y en una tercera fase se realizará la siembra en Toledo, Peque y Buriticá”.
Los árboles nativos son reproducidos en el vivero El Palmar del Proyecto Hidroeléctrico Ituango.
EPM señaló que esta estrategia también es una acción fundamental para la protección de los árboles: “Mediante una firma de acuerdo de voluntades, Corantioquia, EPM y la Sociedad Hidroeléctrica Ituango ratificaron su compromiso por el cuidado y protección de los bosques, lo que permite el fortalecimiento de las acciones de conservación y restauración de los ecosistemas y la protección de la biodiversidad en 9.160 ha de bosques que incluyen áreas de compensación y protección del embalse”.
“Para garantizar que las áreas adquiridas por el proyecto para la restauración y conservación tengan ese único fin, se cuenta con guardabosques en cada uno de los municipios, los cuales realizan el cuidado y la vigilancia permanente de estas áreas. En total se cuenta con 88 guardabosques, personas de la región que a través de la contratación social tienen la responsabilidad de proteger las áreas de compensación y restauración ecológica”, puntualizó la entidad.