Así fue como se conocieron los presuntos casos de abuso sexual por parte de Jorge Villalobos

Alejandra Hernández, directora de Público Cajicá, activista y deportista, relató en entrevista con El tiempo cómo se enteró de la primera denuncia que llegó a ella. Esta data del 5 de diciembre de 2020, cuando encontró una nota en la que una mujer le pide la ayuda de un abogado; minutos después, Alejandra recibe a dos mujeres que entre lágrimas le contaron que Jorge Villalobos las había acosado sexualmente.

Fue entonces cuando Alejandra decidió empezar una búsqueda de historias y testimonios que le ayudaran a entender mejor lo que estaba sucediendo. Hernández cuenta que acompañó a las mujeres a poner las denuncias y que luego de esto como efecto bola de nieve empezó a conocer más y más historias sobre los presuntos abusos de Villalobos.

Para febrero de 2021, tres personas, muy cercanas a Hernández, le habían contado sobre los supuestos abusos de Villalobos; sin embargo, dada la delicada situación, Hernández empezó a acerarse a Villalobos para conocer de cerca su comportamiento.

Esto la llevó a conocer los demás casos de las trabajadoras del restaurante Trankilo, en el que Villalobos es socio con participación del 50 %, que fueron presuntamente acosadas y maltratadas verbalmente por él.

Sin embargo, fue hasta el 11 de marzo que Hernández conoció el caso de Evelin, una mujer que afirmó haber sido víctima de abuso sexual por parte de Villalobos.

Según reseña Hernández para “El Tiempo”, Evelin, de nacionalidad venezolana, trabajaba en Trankilo en el área de aseo y servicios generales, y fue ella quien contó en un video el drama que había pasado.

Según cuentan, Villalobos las amenazaba y manipulaba para que no dijeran nada sobre los acosos. Así mismo sucedió con Evelin, quien sufrió acoso en cada esquina del restaurante, además de haber sido violentada en varias ocasiones.

Villalobos –relatan– les ofrecía dinero para que no contaran nada, luego las invitaba a comer, entre otras cosas, para convencerlas de que ellas le debían favores y que si ellas tenían trabajo, era gracias a él.

“Un día me invitó a tomar un café y, en un carro blanco, comenzó a tocarme. Me decía que si yo quería estar bien, que lo complaciera. Ese día abusó por primera vez de mí. Luego me dijo que si contaba algo, me iba a meter en problemas”, afirmó una de ellas.

En el momento en que la joven decidió denunciar formalmente a Villalobos, otras dos empleadas tomaron la determinación de actuar declarando haber sido víctimas de palabras vulgares y tocamientos inapropiados.

Al ser la evidencia tan contundente, incluso los socios del restaurante se manifestaron anunciando que en el mismo momento en el que se conocieron las denuncias se tomaron medidas para apartar a Villalobos de las decisiones y operaciones del restaurante hasta que la corte emita el fallo.

“Fueron 17 las personas que han sido acosadas por este hombre que es un monstruo”, afirmó Hernández refiriéndose a Jorge Villalobos, a quien calificó como un “depredador sexual”.

Hernández, miembro de la comunidad LGBTI, conoció al sujeto en 2019, pues su organización comparte jardín con el restaurante Trankilo.

Por su parte, la activista denunció que los otros tres socios de Trankilo (Villalobos es el cuarto) conocían acerca de las denuncias contra el sujeto desde el 12 de marzo pasado, pero no pusieron la situación en conocimiento de las autoridades “porque querían proteger la marca, por encima de las personas”.

Gracias a las denuncias de las mujeres de Cajicá, han llovido cartas de otras que aseguran haber sido víctimas de Jorge Alberto Villalobos en el sector de San Victorino, en el periodo en el que este trabajó allá.

Hasta el momento se desconoce del paradero de Villalobos y en SEMANA continuamos en su búsqueda para conocer su versión acerca de estos hechos.